Perdóname

Capitulo 7: Ethan

Siento que la cabeza me estallara, me muevo quedado de lado, aun no entiendo que paso; me cuesta abrir los ojos pero lo debo hacer.

 

Al hacerlo me percato que estoy en un departamento, me levanto asustado sentándome en la cama, me observo y estoy desnudo.

 

¡Qué ha pasado!

 

Observo a los lados hasta que veo al lado de mi cama que se encuentra una mujer, ¿es Lucy? No el cabello de mi chica no es rubio.

 

¡Carajo! ¿Dormí con una mujer desconocida?

 

-¿Ya te despertaste? – pregunta la joven quien se da la vuelta y me desconcertó al ver a Xenia.

 

-¿Qué paso? – pregunto al ver que ella también está sin nada de ropa, solo está cubierta por una sabana sus partes íntimas.

 

-¿No recuerdas nada? – Pregunta levándose para sentarse a mi lado, se deja caer las sabanas haciendo que vea sus pechos, con rapidez quita las vista de esa chica - ¿Por qué evitas mirar? Si ayer hasta me las chupaste.

 

-¡Cállate! – grito enojado, me levanto rápido de la cama sin esperar respuesta ya que se lo que ha sucedido, ¿Cómo rayos llegue a acostarme con mi secretaria?

 

Agarro la ropa que tengo en el suelo, hasta agarrarlas todas me dirijo al baño donde comienzo a cambiarme, en el bolsillo del pantalón busco mi celular, donde al hallarlo lo enciendo llevándome la sorpresa de que mi Lucy me ha llamado.

 

Le hice infiel a Lucy por una borrachera.

 

-Ethan – dice Xenia tocando la puerta – debemos hablar.

 

No le digo nada, solo comienzo a cambiarme rápido para salir de este infierno, ¿Cómo pude hacerle esto a Lucy?

 

Al terminar de alistarme, salgo del cuarto de baño encontrándome con Xenia aun con las sabanas en su cuerpo.

 

-Ethan lo que paso ayer – dice suspirando – lo siento, estaba borracha igual a ti.

 

Xenia piensa que estoy enojada con ella y no, estoy enojado con mis estupideces al confundirla con mi bella, pero ahora que hare, tendré que contarle a Lucy pero no quiero lastimarla.

 

-Tomate el día – le digo solamente para caminar a la puerta, donde la cierro sin esperar respuesta, me encamino en el elevador pensando en el error que acabo de cometer, pero hay algo que me preocupa más, no dejo que el elevador se cierra, me dirijo de nuevo a la habitación abriéndola.

 

Ella aun esta parada en el mismo lugar, ladea la cabeza para verme.

 

-¿Te cuidas? – Pregunto al grano, ella parece no entenderme - ¿usas píldoras?

 

-Oh si – responde sonriendo, no me gusta que haga eso – no te preocupes, yo tampoco quiero tener hijos.

 

-Bien – digo cerrando de nuevo la puerta, me dirijo al elevador, y me concentro en los botones, me duele saber que le hice infiel a mi Lucy, debo de contárselo.

 

“La lastimaras” – dice mi conciencia y tiene razón.

 

Todo por una estúpida borrachera, quiero ir a verla pero no sé si ya no está enojada, aunque si recibí muchas llamadas de ella, debo ir a verla.

 

Al estar afuera del hotel no veo mi auto, sin duda debe de estar en el bar, pido un taxi para llevarme hasta allá para mi suerte está ahí y me subo en seguida en él.

 

Manejo con velocidad hasta el hotel de Lucy, llego en seguida y corro hacia el ascensor, quiero verla, quiero pedirle perdón aunque no sepa nada de lo que hice, del error que cometí.

 

Al estar en la puerta toco rápido, se tarda bastante en abrir pero al hacerlo me abalanzo a ella para abrazarla.

 

-Ethan, ¿Dónde estabas? – Pregunta con un hilo de voz – te estuve llamando tantas veces.

 

-Lo siento mi amor – digo separándome de ella, está llorando y ¡Rayos me arde verla así! – no llores Lucy.

 

-Es que pensaba que algo te había pasado – dice volviéndome abrazar – lo siento.

 

-No, yo tengo la culpa – digo buscando sus labios para besarlos, no puedo estar sin ellos nunca – lo siento por ser un idiota celoso, eres mi chica y confió en ti.

 

-Yo también confió en ti Ethan – esas palabras me hirieron por ser un infiel, siento que la puedo perder si le digo lo que ha pasado y peor si es mi secretaria.

 

La vuelve besar de nuevo desesperado, con mis pulgares limpio los rastros de sus lágrimas sin dejar de besarla. La quiero tener a mi lado, que ella sea la madre de mis hijos, formar una familia feliz.

 

-Te amo – me dice entre besos – te amo demasiado Ethan.

 

-Yo también te amo mi Lucy – le digo abrazándola, no quiero soltarla pero debo – ahora no vayamos a trabajar.

 

-¿Por qué? – pregunta mirándome con una sonrisa hermosa.

 

-Porque quiero estar contigo – respondo llevando con mi mano un pequeño mechón de cabello atrás de su oreja.




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