¡Soy un idiota! ¡Soy un estúpido! Me golpeo mi cabeza en la puerta de Lucy quien no me abre, estoy alterado, ¿Quién fue quien le dijo o como lo supo?
-Lucy por favor – suplico con lágrimas en mis ojos, ella hace esto en mí, es la única que puede sacar sensibilidad en mí, ahora será posible que ya no la tenga en mi desgraciada vida, sin ella eso tendre.
Ella no me contesta y escucho su voz quebrada que llora, ¡Diablos! Golpeo la mano en la pared por ser un estúpido de mier*** el dolor no me importa ahora porque tengo un dolor peor, es escuchar a la mujer de mi vida llorando.
Lo peor es que el dolor es causa de mis estupideces, me pongo acostado de espalda cayendo en el suelo en la puerta, siento que puede hacer algo mejor que quedarme sentado esperando que abra, necesito saber quién fue el causante de nuestro rompimiento.
Me quedo sentado ahí queriendo buscar las palabras adecuadas para la agonía de mi pequeña princesa, pero no sé qué hacer, hasta que escucho mi celular, lo saco de mi bolsillo y me doy cuenta que es mi padre.
-Hola – digo con un hilo de voz.
-¿Qué estupidez has hecho Ethan? – Pregunta mi padre enojado - ¿Cómo pudiste ser semejante barbaridad?
No entiendo que es lo que dice pero algo me dice que tiene que ver con el video, sin duda se los mandaron.
-Lo siento padre te lo explico luego – digo cortándolo antes de que hable.
Me levanto decidió a saber quién es el responsable de mi desgracia, agarro el anillo que le di a Lucy el dia que le propuse matrimonio y ahora no lo quiere por el dolor que le he causado, lo guardo en mi bolsillo.
-Volveré Lucy, quiero que me perdones – digo tocando la puerta, ella no me contesta, tiene razón de enojarse y la comprendo, ¿Quién quería un idiota como yo?
Salgo de su departamento y bajo en el elevador yendo hacia la empresa, debo saber si Xenia sigue arruinándome la vida.
Es de noche pero los empleados que se encargaran de editar las fotos se encuentran ahí.
Manejo con rapidez hasta llegar a mi destino, me estaciono y bajo del auto para introducirme al elevador, me toco la cabeza con frustración, debo recuperarla, siento que mi vida será un asco sin ella, Lucy White es todo lo que este hombre puede desear, si la no la supe cuidar es porque no le pertenezco.
Salgo del elevador cuando este abre sus puertas, camino buscando las cámaras de vigilancias, debo saber si Xenia fue a la casa de Lucy o alguien más, camino hacia el pasillo y me encuentro con Nick, no le pongo mucha importancia, paso a su lado golpeándonos el brazo.
-No sabes cómo disfrute la cara de tu novia – dice una voz y es de la misma persona con la que pase chocando, frunzo el ceño y volteo a verlo, este está parado con las manos en sus bolsillos y con una sonrisa de lado – al enterarse de todo.
Sus palabras me llenaron de ira, entonces entendí que el es la persona que le había dicho todo, empuñe mis manos queriendo abalanzarme hacia él y golpearlo.
-¿Tú fuiste quien se lo enseño a Lucy? – pregunto entre dientes mirándolo.
-Parece que fuiste muy lento para enterarte – dice riéndose, su mirada la tiene perdida en el suelo – todo fue muy planeado, primero fue Xenia que aunque cueste decirlo fue excelente en su trabajo, la verdad costo demasiado.
-¿De qué hablas? – pregunto enojado y arto de tanto enredo que se mantiene en esta conversación.
-Mi venganza ya fue cumplida y ahora todo se acabó para ti; desde esa borrachera me di cuenta que era mi oportunidad, por eso Xenia fue hacia ti decida tener relaciones contigo – dice sonriendo.
Todo esto fue una trampa, desde el principio todo esto se ha hecho formulado por una simple venganza, ¿pero que le hecho? Me quedo perplejo mirando el suelo, me siento una mier** debí darme cuenta de todo esto que estaba ocurriendo, sin embargo aunque fuese una trampa, me acosté con Xenia y eso no cambia nada.
-¿Qué te he hecho? – pregunto alterado.
-¿Acaso no te acuerdas Ethan? – Pregunta poniendo su rostro en serio – o quiero decir capitán del equipo de futbol americano.
En ese momento los recuerdos me invaden, será posible que… no, no es Ryan, pero al voltearlo a ver me doy cuenta que es el, ha cambiado eso es todo, la misma sonrisa pero su cabello es diferente, se lo ha pintado.
-¿Ryan? – Pregunto enarcando una ceja - ¿eres tú?
-El mismo idiota – dice colérico pasándose su mano al cabello – creíste que mi amenaza seria una mentira, pues no, aquí estoy y he hecho que lo más valioso no te perdone.
-¿Todo esto es por un estúpido problema que fue hace mucho? – pregunto haciendo en grande mis brazos.
-Pues para mí fue más que un severo problema, me destruiste mi carrera.
-Tu hiciste injusticia con mi examen – digo apuntándole con el dedo.
-Eso no tiene nada que ver con lo que hiciste, jure que me las pagarías y por eso me uní a tu estúpida empresa, claro colocándome un nombre falso – dice ahora cambiando su aspecto serio a uno sonriendo maquiavélicamente – agradece que no lo publicare a medio mundo.
-¡Eres un maldito estúpido! – exclamo enojado acercándome a él para darle un buen golpe.