Perdóname

Epilogo.

 

Siento su aroma refrescante, abrazado con el hombre que amo es lo mejor sin duda, me aferro más a el sintiendo su calidez, la que tanto amo con todo mi alma y reconocer que ahora soy esposa de ese hombre que me conquisto como nunca nadie lo haría, que lucho por nuestro amor, pues nuestra historia es muy larga por todo lo que vivimos y que el amor lo supo todo tras las adversidades.

-¿Estas dormida? – pregunta Ethan agarrándome de la cintura.

-No – le respondo sonriéndole cuando nos alejamos para mirarnos – estaba pensando.

-No pienses Lucy – dice cuando suspira fuerte – descansa, estas cansada…

No pudo terminar la oración cuando se escucha el llanto de mi bebita, Ethan solo ríe y también yo para luego levantarme lentamente, me pongo mi bata y salgo del cuarto para ir a donde se encuentra mi pequeña Isabela, si así se llama, cuando estaba en mi vientre y al enterarnos que sería una niña, hablamos Ethan, mi familia para elegirle el nombre.

Realmente fue la mejor decisión que tuvimos, al entrar a la habitación me acerco a su cunita donde se encuentra llorando, ya que es su hora de levantarse.

-Mi hermosa Isabel – le digo cuando la agarro en mis manos colocándola en mi pecho - ¿tienes hambre?

Ella sigue llorando y lo único que puedo hacer es acostarla mientras me siento en la mecedora que se encuentra cerca, al hacerlo desamarro mi bata para darle pecho, ella en seguida lo agarra.

Siempre ha sido una glotona; es hermosa, es mi pequeña un fruto del amor que nos tenemos Ethan, hizo un gran cambio en nuestras vida, llenándola de inmensa alegría y regocijo en el cual nos hizo sentir de maravilla, también Steve mi sobrino hermosa, hijo de Sofía, si es mayor por meses.

-¿Se durmió? – pregunta Ethan entrando a la habitación, asiento sonriéndole, se acerca con cuidado, se pone en cuclillas al lado para ver a su hija, vemos como toma sin parar su lechita – Cálmate amor, tienes que dejarme a mí.

Rio ante su comentario y ruedo los ojos al ver que me observa, acerca su mano y acaricia la mejilla de Isabela quien ante su acto sonríe entre medio, tienes sus ojos cerrados la pequeña traviesa, es la primera vez que veo una bebe de cinco meses ser diferente, sabe cómo ganarse a su padre.

-Te ves hermosa así – dice cuando se acerca y besa mis labios con ese toque de magia que siempre me llena de deseo.

-Te amo – le confieso sonriéndole como una mujer enamorada. Luego de hacer que mi bebita se durmiera de nuevo, Ethan se encargó de tenerla mientras me voy a cambiar, hoy vendrá mis padres junto a mi hermano con su novia, también vendrá mis suegros, ansiosa de tenerlos en mi casa.

Hoy es el cumpleaños del señor Beckett y que mejor manera de festejarlo, sé que sería mejor hacerlo en la casa de ellos pero aquí hay una mejor vista en la playa.

Luego de darme una ducha, tome a mi hija que lo tenía mi esposo, él se dedicó a trabajar, se despidió dándome un beso apasionado, nos amamos tanto.

Isabela lo extraña cuando se va, sin embargo me encargo que pase su tiempo feliz, me dedico a hacer limpieza, hoy tengo que preparar la cena inolvidable para mi familia amada.

Desde que mi pequeña nació, me decidí tomarme el papel de ama de casa, porque es lo que una mujer que ama a su esposo y a su hija debe hacer, mientras tanto Ethan trabaja trayendo el sustento a la casa, siempre había sido un sueño estar así y es lo mejor que pude desear.

Luego de terminar el aseo llego un auto y sé de qué se trata, en la entrada aparece mi madre, mi suegra y mi cuñada cargando a su hijo lindo.

-¡Hola! – Exclaman todas al mismo tiempo – espero que no hayas empezado – dice mi madre dándome un beso en la mejilla.

-Claro que no – digo sonriendo – las esperaba para hacerlo.

-Traje algo para alegra más esta noche – dice Sofía entrando con su bebe pero en su otra mano trae una botella de vino - ¿espero que no sea problema?

-Bueno para nuestros padres y esposos no lo creo – digo sonriéndolo - ¿y cómo está mi Steve?

Lo agarro para jugar un rato, se parece mucho a Gerson y creo que también Isabel tiene algo de Ethan.

Mi madre y suegra se ponen feliz cuando ven a Steve e Isabel juntos en la misma cuna que hemos puesto cerca para supervisarlos. Nos ponemos al día haciéndole la mejor fiesta a mi suegro.

Tener que cumplir sesenta no es fácil pero los cumplió, decoramos afuera de la casa poniendo luces chinas para iluminar todo el lugar cuando anochezca, colocamos mesas y sobre todo unas decoraciones, queremos que sea único, se lo merece.

 

Pasaron las horas y entre conversaciones de mujeres cómodas apareció Kaite y Kevin, luego Henry junto a Monserrat, ellos están en una relación, si, Monserrat lo hizo de nuevo pero parece que esta va en serio.

Los invitamos porque son casi parte de la familia Beckett White; llego la hora y en ese momento teníamos todo listo, apareció un auto que es de mi esposo quien ahí aparece Enrique, mi padre y el cumpleañero de la casa.

Al introducirse a la parte trasera de la casa todos gritamos emocionados.

-¡Feliz cumpleaños! – al decir eso el señor Beckett se emociona demasiado, todos nos acercamos para abrazarlo al hacerlo junto a Isabela que la traía en brazos luego de felicitarlo me acerco por donde se encuentra Ethan quien al verme me da un cálido abrazo sin lastimar a Isabela.

Comenzamos a comer, Ethan está a mi lado sentado comiendo cuando de repente se acerca.

-Me encanta como te ves con ese vestido – dice susurrando con una sonrisa maliciosa.

-Y a mí me encanta que la quites – digo devolviéndole el susurro, este gruñe y yo solo le guiño el ojo para seguir disfrutando de la noche.

Después de la cena pusimos el pastel en la mesa para que soplara las velas, al hacerlo le preguntamos que había deseado, dejándome con la admiración en mis ojos al escucharlo.




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