Perdóname por ser cobarde (2)

38-El miedo a la muerte- parte 1

Clara

Ya había pasado unos días de lo ocurrido con Martín en su casa, que debía de aceptar cada vez que lo recordaba sentía una mezcla entre frustración por no haber terminado lo que estábamos haciendo, vergüenza porque sus padres nos hubieran interrumpido y diversión por la trágica suerte que tenemos. Es decir, la otra vez en la entrada de mi departamento capaz si mis vecinos no nos hubiesen interrumpido, nos hubiésemos dejado llevar hasta llegar a mi departamento y esta vez que llegamos a más nos interrumpieron sus padres haciendo que no pudiésemos concretar el encuentro. Así que supongo que me guiare por el dicho de la tercera es la vencida.

Actualmente me encontraba en la sala de profesores corrigiendo algunos exámenes. Mejor dicho, desaprobando algunos exámenes. Era increíble primeramente las faltas ortográficas de algunos y segundo la falta visible de interés a esta materia que tenían. Algunos exámenes estaban en blanco y otros ojalá me los hubieran dado en blanco para evitar tal insulto a la psicología.

ꟷ¿y que tal?ꟷme preguntó una voz haciendo que yo levantara la vista.

ꟷY ya tengo 10 en diciembreꟷrespondí cansada a Liliana quien se sentaba al frente mío

ꟷTe gané yo tengo 20ꟷcomento divertida mostrando sus exámenes en los cuales pude ver un despliegue de unosꟷAdmito que cada año me sorprenden más.

ꟷ¿Es normal ese nivel de abandono a los estudios de estos chicos?ꟷpregunté sorprendida.

Era bastante nueva en esto de ser profesora. Aunque a mi compañera esto hasta le parecía gracioso, a mí no, ya que, en sí, significaba que no estaba haciendo bien mi trabajo. Sin embargo, tampoco estaba dispuesta aprobarlos simplemente para sentirme bien.

ꟷ Sí y más en quinto que los chicos están más interesados en las fiestas que en otra cosaꟷrespondió sin darle importanciaꟷAdemás, con la cantidad de clases que se perdieron por sus tomas, acá ves las consecuencias ꟷseñalo los examenesꟷYo dije explícitamente que les iba a tomar todos esos temas. Llego el día del examen y se los tome, aunque no los hubiésemos visto. Vinieron a quejarse y les dije que vayan a hablar con su presidente. Los temas se tienen que tomar, yo tengo que seguir un cronograma. No puedo parar el cronograma porque ellos quieren perder días de clases.

ꟷSinceramente sos demasiado rigidaꟷrespondí.

Creo que Liliana estaba en su derecho de tomarles los temas pactados si ya se los había avisado, pero capaz podría ponerse en los zapatos de los chicos que ya de por si les costaba la materia.

ꟷClara, son adolescentes, si no sos así, te comen crudaꟷaseguro haciendo que soltara un resoplido de diversión.

ꟷNo creo que siendo severas logremos hacer que los chicos estudien porque sino lo hacen siendo fácil, menos lo van a hacer siendo difícil.

ꟷEntonces que no lo haganꟷrespondió desestimando mi argumento.

Liliana me agradaba como persona, pero dejaba mucho que desear como profesora. Veía que era una mujer frustrada con sus relaciones ya que tenía una gran necesidad de ellas en su vida, haciendo que sus vínculos no duraran mucho debido a lo absorbente que era y desgraciadamente despotricaba en sus alumnos esas frustraciones, las cuales deberían quedarse fuera de la institución. Aunque yo no tenía una relación de amistad tan profunda para comentarle esas cosas que veían en ella y notaba que ella tampoco tenía interés en que se las marcara. Además, ella no me pagaba para hacerle tales análisis.

De repente a la sala de profesores entro el conserje con flores provocando que todos dejaran los que estaban haciendo y lo miraran sorprendidos. El hombre se paro en medio del salón y tomo una sobre que había adentro de las flores.

ꟷEsto dejaron en la entrada para la profesora Clara del castilloꟷdijo leyendo el dorso de la carta.

Todos los profesores giraron a mirarme haciendo que el conserje entendiera que esas flores eran para mí. El hombre camino con las flores y las puso en la mesa donde me encontraba. Yo no sabía que decir, solo me quede mirando el ramo que estaba compuesto por flores de diversos colores.

ꟷMuchas gracias ꟷagradecí aun sorprendida por la situación.

El señor asintió, se fue del lugar y todos volvieron hacer lo que estaban haciendo. Acabando así con el momento de incomodidad.

Tome el sobre, pero ya sabía bien quien me las había mandado. Saqué el escrito de este y me dispuse a leer.

Me estaba dirigiendo hacia el trabajo, hasta que este ramo de flores hizo que pusiera toda mi atención en ellas. Eran coloridas y estaban llenas de vida. Eso directamente me hizo pensar en vos. Capaz esto sea arcaico y hasta estúpido, pero sin darme cuenta ya estaba comprando las flores para mandártelas.

Sé que debería escribir algo lindo, pero como soy malísimo con las frases, citare a Eduardo Galeano que lo hace mucho mejor que yo para expresar lo que sos para mí.

De nuestros miedos nacen nuestros corajes y en nuestras dudas viven nuestras certezas.
Los sueños anuncian otra realidad posible y los delirios otra razón.
En los extravíos nos esperan hallazgos, porque es preciso perderse para volver a encontrarse.

Estoy honrado de haberme enamorado de una mujer que se pudo volver a encontrar.




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