Perdóname por ser cobarde (2)

5-No llores

Hope

Cuando llegamos al gran salón blanco, me encontré con un panorama típico de película gringa. Gente muy bien vestida que hablaban entre ellos mientras sostenían copas de vino. Bueno, no sé qué estaba esperando, no los iba a encontrar tomando vino en cartón y escuchando cumbia.

Note que no había ningún lugar para sentarse, solo una mesa donde había bocadillos y mayordomos que pasaban con copas de vino y champagne. A pesar de que estaba vestida decentemente, me sentía tan fuera de lugar. Definitivamente yo era sapo de otro pozo.

Ariana y yo nos dirigimos hacia donde se encontraba su madre quien hablaba con quién al verlo supe que era el padre de Marco. Un señor con una prominente nariz al cual ya se le notaba la edad por la falta de pelo en la cabeza y por la barba candado gris. La verdad un señor muy común para lo lindo que era su hijo.

Al llegar hacia ellos el hombre nos miró con cierta molestia, más específicamente hacia Ariana.

« ¿Y a este que le pasa?»

ꟷ¿La trajiste? ꟷ preguntó a su hermana.

ꟷEs mi hija después de todoꟷ respondió esta con desgano.

ꟷHola, tíoꟷsaludó Ariana sin emoción en su voz.

Creo que me había metido en una interna familiar, en la cual no estaba bueno estar. Esa no era la manera en la que mis tíos me saludaban. Mayormente me abrazan hasta asfixiarme. Pero parecía que, para el papá de Marco, Ariana no le seria de su agrado

ꟷSi, holaꟷdijo mirándola, asintió hacia su hermana y se perdió entre la gente.

«No mierda, no te vayas ni siquiera cruce palabra con usted.»

Parece que también me ignoro a mí.

«Genial. »

Era un buen comienzo para mi relación con mi suegro.

ꟷAriana, ya sabés, comportateꟷ dijo su madre mirándola seriaꟷ Tengo que hablar con mucha gente. Nos vemos.

La tía de Marco también se perdió ente la gente.

Todo eso era muy raro. Esto no se puede llamar familia.

Gire hacia Ariana la cual miraba hacia donde se había perdido su madre con sus ojos nublados.

ꟷ¿Ariana, estas bien? ꟷpregunté preocupada, se veía que le había afectado.

ꟷNo importa ya me acostumbreꟷsusurró dejándome con una opresión en el pecho.

Marco me había dicho que tenía problemas familiares, pero veo que la cosa era más grave de lo que pensé.

La reunión prosiguió y Ariana se dedicó a saludar a algunas personas que se acercaban, me presentaba como una amiga del extranjero. Pero mientras iba saludando observaba al padre de Marco que hablaba alegremente con varios señores y a la tía de Marco que se encontraba hablando con un grupo de mujeres muy finas.

Me pregunto, si Marco sabría que su papá estaba en Buenos Aire. No creo, no me dijo nada, solo me hablo de su abuelo.

Igualmente, su padre no me había caído nada bien, me ignoro y le hablo de mala manera a Ariana. Y ahora que lo veo riendo con esos hombres, parece como si lo hiciera por compromiso.

Me aleje un poco de Ariana para buscar algo que comer ya que me había aburrido de mirar al viejo ese, además, porque estar parada ahí viendo semejantes postres, definitivamente era un pecado no comerlos. Mientras tomaba uno, la conversación de unas mujeres que estaban cerca mío llamo toda mi atención.

ꟷEs raro ver a Enrique acáꟷdijo una mujer morocha a otra rubia.

ꟷDespués de lo de su hijo mayor, no sabían dónde meter la cabezaꟷrespondió la rubia de forma despectiva

ꟷ¿Te acoradas que antes impartían miedo? Ahora miralo tiene que ser agradable para conseguir negocios.

ꟷIgualmente, no les va mal, no son como antes que eran los más acaudalados, pero aún pueden mantener una buena posición como para estar acá.

ꟷOh, pero mira quien también vino. Hace años que no lo veía por aquí. Supongo que Enrique no lo sabíaꟷdijo mirando hacia un hombre que caminaba hacia el centro del lugar.

Mire hacia el individuo que se hacía presente en el centro del salón, al verlo mejor me resulto familiar. Creo que lo había visto en la televisión. Gire hacia el señor Enrique el cual ahora se le había quitado la sonrisa. Algo pasaba acá.

ꟷBuenos tardes, a los socios del club. Tengo el honor de estar aquí junto con ustedes para festejar un siglo desde que se fundó el club de las rosas. Ya han pasado 100 años desde que mi abuelo junto con los demás miembros fundadores crearon este lugar para la recreación. Es cierto que hace años que no venía, pero como parte de una familia fundadora sentí la necesidad de presentarme. Además, fue en este lugar donde pase gran parte de mi tiempo libre en la juventud. Recorrer estos campos me trae tantos recuerdos de esa bella época de mi vida. Así que es inevitable no sentir cariño hacia este lugar. Aunque no he estado viniendo, mi amado hijo me ha tenido al tantoꟷmiro hacia a su izquierda y le regalo una sonrisa a alguien del público.




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