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Una teoría que comenzó a circular después de que Karen negara su relación con Sara fue que Sara nunca hablaba públicamente sobre el tema “Saren” porque simplemente no merecía su atención ni comentario alguno. Sus prioridades se centraban en su carrera musical, sus colaboraciones con artistas de renombre y los premios que esperaba obtener como fruto de su trabajo y talento.

Algunos fans comentaban que ella se había beneficiado bastante de la atención que los rumores habían traído a su vida. Sara se había mantenido vigente gracias al boca a boca que, para bien o para mal, le habían generado todas las especulaciones. Otros fans rebatían la idea, argumentando que la única razón por la que ella se había vuelto famosa era por su música y su talento. Sostenían que Sara no tenía la culpa de las fantasías de personas confundidas. Había dos bandos: aquellos que creían en las palabras de Karen y otro que seguían insistiendo en que Sara estaba “secuestrada” por su grupo de trabajo.

Miles de seguidores deseaban que Sara hablara del tema y que diera su versión de cómo había vivido todos los rumores. Pero esta petición fue rechazada con vehemencia por otros que argumentaban que, si Sara contaba su versión de los hechos, solo aumentaría el morbo de la situación y que a ella eso no le beneficiaba en lo absoluto, ya que ella estaba a otro nivel. Sara era más famosa que Karen; había tenido mayor éxito en sus álbumes y giras, y había acumulado más reconocimientos por su trabajo. Muchos pensaban que la música de Sara era más comercial y que ese era el motivo de su éxito.

Otros fans aseguraban que no dejarían de creer en la relación entre Sara y Karen hasta que Sara lo negara por completo. Esta conclusión provocó una ira frenética en muchos, ya que consideraban que estos fans estaban llamando mentirosa a Karen. Exigían respeto para ella, si no como artista, al menos como ser humano. Pedían que se creyera en su palabra y demandaban que se detuvieran los retorcidos juegos mentales.

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Investigando acerca de lo que los fans llaman "ships”, descubrí que se trata de la práctica de imaginar y celebrar relaciones románticas ficticias entre personajes de películas, series o libros. Esto ha sido un pasatiempo querido por muchos y odiado por otros tantos más. Sin embargo, lo que alguna vez fue divertido e inocente se convirtió en un fenómeno que cambió la forma en que los fans interactúan con sus ídolos como con otros seguidores.

El problema viene cuando el ship se enfoca en personas reales, el asunto se vuelve algo turbio. Cuando se trata de personajes de ficción, esta práctica se convierte en una forma inofensiva y creativa de interactuar con el contenido de entretenimiento. Sin embargo, los límites se desdibujan cuando la relación se aplica a personas reales. Las celebridades, como cantantes, actores y escritores entre otros se convierten en víctimas involuntarias de esta práctica, y ahí es donde comienzan los problemas.

Algunos fanáticos de celebridades se obsesionan tanto con el ship que dejan de interesarse en el trabajo de sus ídolos. Dejan de lado la música, las películas o los libros que los hicieron famosos y, en cambio, se enfocan en crear historias y teorías sobre sus relaciones personales. Esta obsesión a menudo lleva a una desconexión entre la realidad y la ficción, y algunos seguidores pueden perder la capacidad de diferenciar entre la vida real de sus ídolos y la narrativa que han construido en sus mentes.

El problema se agrava aún más en los fandoms. Aquí, la toxicidad puede alcanzar niveles alarmantes. Los fanáticos en masa pueden denigrar a las parejas de sus ídolos y acosarlos con comentarios negativos en sus redes sociales. Esta actitud tóxica puede obstruir la carrera de los artistas, sus relaciones personales y afectar su salud mental.

Además, algunos fanáticos llegan al extremo de intentar forzar relaciones entre sus ídolos en la vida real. Esto puede poner una gran presión sobre las personas involucradas y hacer que se sientan incómodas o incluso acosadas.

Los ships pueden tener un costo real en las relaciones y la salud mental de las personas involucradas. Pueden dañar amistades. A veces, lo que comenzó como una bonita relación amistosa se rompe debido a la presión de los fanáticos y las teorías sobre relaciones románticas.    

Los artistas, personas reales, a menudo terminan convirtiéndose para los fans en personajes sin sentimientos. Algunos seguidores los tratan de esa manera, despojándolos de su identidad y transformándolos en simples marionetas de sus antojos, sin darles la oportunidad de escapar de esta imagen.

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Nunca me he sentido particularmente intrigada por la vida de las celebridades. Mi fenómeno fan solo ocurrió durante mi adolescencia. Nunca me sentí identificada con esos fanáticos apasionados que anhelan conocer los detalles más mínimos de sus ídolos. Sin embargo, cuando noté la obsesión que mi hija estaba desarrollando, me di cuenta de que este comportamiento no era saludable.

La línea que separa la vida artística de la vida personal de una celebridad se desdibuja constantemente en la sociedad moderna. La sexualidad y la vida amorosa de las celebridades parecen ser el foco principal de atención, y me pregunto por qué. ¿Por qué hay fanáticos tan obsesionados con estos aspectos de sus vidas? es invasivo y deprimente.

A veces pienso que las celebridades pueden proporcionar una forma aparentemente segura de explorar la sexualidad. Al seguir las relaciones de las celebridades, las personas pueden aprender más sobre su sexualidad y cómo expresarla. Los fans se sienten representados en su sexualidad por sus ídolos. Sin embargo, esto no justifica la obsesión desenfrenada ni la invasión de su privacidad.

La obsesión de los fanáticos con la vida amorosa de Karen y Sara se volvió tan intensa, que cualquier persona relacionada con ellas de forma romántica de inmediato era considerada parte de una relación falsa para ocultar su sexualidad. Pero aquí está la verdad: solo podemos saber que algo es real si está confirmado por las personas involucradas. Puedes creer, puedes querer, puedes esperar, pero no lo sabes.