Perfecto Desastre

Capítulo 8

 

 

 

 


 


 

" VETE Y NO TE DETENGAS "
 


 

Isabella: 
 

 

Correr, saltar, escalar y escapar, esas son algunas cosas que he hecho desde que tengo memoria; aunque la última no implique en esta situación es algo que siempre hice, ya que de pequeña —a los seis— escape del orfanato de las hermanas de la Iglesia hasta llegar a esta ciudad —ya que estaba retirado de ella—allí servicios para la niñez me encontró y me llevó al orfanato Quinn's donde hace poco estuve.
Mentiría si dijera que no trate de escapar de allí cuando todo empezó a ponerse feo, todo el mundo cree que ese orfanato es el mejor de todos con las niñas más educadas e inteligentes, con grandes habilidades junto a sus finos uniformes, esa parte es cierto pero todo es más que una mera fachada porque nada ni nadie es perfecto, incluyéndome porque de perfecta no tengo ni un pelo, ni tampoco ese orfanato ya que nosotras solo somos simples peones en el juego de Quinn, los cuales maneja a su antojo, desechándonos cuando ya no le somos útiles, uno de esos casos es darnos en adopción sino mantenernos trabajando.

Volviendo al día de hoy.

Estoy en el patio del enorme y lujoso colegio en lo que según el horario es una clase de gimnasia pero parece más a las clases defensa y pelea que hay en el orfanato para todas las niñas.

Todos estamos formados en fila yo estoy junto a las chicas y de otro lado tengo a una chica castaña de lentes a mi lado con la misma sería expresión que yo mirando al vacío mientras en mi lado derecho tengo a Sol discutiendo con Amina por algo trivial hasta escuchar el llamado de la castaña a mi lado izquierda exigiendo mi atención.

— Isabella, ¿Verdad? —asiento, esperando que prosiga— Soy Jelly, mira haré esto rápido, ambas no nos conocemos pero se que está información te servirá: vete en cuanto la clase termine, no te detengas por nada del mundo en el camino a casa tampoco respondas tu celular, el otro y cierra bien las puertas y ventanas de tu casa —habla tan rápido que no consigo entenderla y en cuanto estoy por preguntarle de que está hablando me interrumpe— No lo hagas por mi, hazlo por ti y por él, hazlo por Rayo —dice mientras se gira para irse, dejándome pasmada en mi lugar.

Veo a Courtney llegar y de un tirón llevarme al final de la fila donde junto a Soralla empiezan con el interrogatorio.

—¿Estás bien? —indaga Sora tomándome por los hombros.

— Si solo fue un mareo —respondo volviendo a concentrarme.

— Estas muy pálida Isa ¿Segura que te encuentras bien? —interroga con angustia esta vez Courtney tocándome la frente pero de un manotazo la apartó.

— Estoy bien —replico dándome media vuelta llendo a un rincón a pensar.

Hasta que entonces soy la última de la chicas que falta en hacer la prueba.

Me posicionó en la línea y salgo a correr en cuanto escucho el silbato, el chico a mi lado queda atrás luego de varios metros y en el último tramo llega junto a mi tocando la campana después.

Bajo de la soga sintiendo un terrible dolor en la cabeza y al profesor diciéndome algo de un tiempo récord aunque no le presto demasiada atención y me dirijo a tomar agua y recoger mis cosas para irme directo a casa independientemente de lo que esa chica de lentes me dijo, este dolor de cabeza me está matando más lo último que dijo, me dejo con más preguntas de las que ya tenía.

—... sin dudas, esa chica tendría que estar encerrada —escucho decir a un chico al que paso por al lado, me detengo en seco al escuchar esa palabra mientras que vagos recuerdos pasan por mi mente.

— Cuando recuerdes como funcionan las cosas aquí saldrás pero mientras tanto estarás confinada a estar encerrada, nadie entrará y jamás lo volverás a verlo, este es tu castigo por semejante acto osado.

¡Por favor no! —grito—. No quiero quedarme aquí, lo lamento, ¡No lo intentaré nunca jamás! Solo por favor no me deje aquí sola —sollozo.

La oscuridad.

El frío.

La soledad.

— Isa, no pasa nada, todo está bien —Courtney me toma por los hombros— Todo está bien, ya no estás allí —repite.

Ella toma mis manos y al ver su movimiento rápidamente la quito notando que mis manos tiemblan y mis piernas flaquean.

— Courtney ¿Qué le sucede?

— Solo son los nervios, tal vez le bajo la presión, no lo sé.

—¡Isa! ¡Isa! ¡¿Me escuchas?! —la voz de Sol resuena en mis oídos haciéndome mantener abiertos mis ojos.

— Si Sol te escucho —mi voz apenas logra ser un susurro.

— Vamos tal vez se deshidrató, debe ser eso.

— Hermanita estas... —la voz de Will es lo último que escucho antes de sumirme en la oscuridad.

...

Mis párpados pesan y el horrible olor característico a hospital entra a mis fosas nasales y las arrugo ante tan desagradable aroma.
Se me hace demasiado difícil abrir mis ojos, y el tratar siquiera de mover algún músculo me hace soltar un quejido, alertando a las personas que al parecer están a pocos metros sentados.

— ¡Por Dios Isabella! ¡Casi me matas del susto! —chilla la rubia abalanzándose sobre mí.

—Primero ¡Auch! y segundo ¡Quítate!

— No sabes lo preocupadas que estuvimos —dice Sora apareciendo.

— Si, demasiado —responde Courtney cruzándose de brazos.

— Bueno ahora ya saben que estoy bien —contesto recostándome otra vez en la camilla apoyando mi brazo en mis ojos —Pueden irse, ah y cuando se vayan apaguen esta luz, por favor y gracias.

— Vamos Isabella, estuvimos dos horas esperando a que despiertes ya que tus padres no pudieron venir ¿Y tú nos echas? ¿En serio? —inquiere indignada la rubia aún en mi cama.

— Déjala, ella es así, ya es su naturaleza.

— Gian ¿Dónde está?

Olvidé que él sale antes que nosotros y de seguro esta solo por algún rincón del colegio esperándome ya que hoy debíamos volver solos a casa.



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En el texto hay: novelajuvenil, reencuentro, amor y odio

Editado: 23.08.2021

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