Perfecto Desastre

Capítulo 12

 

 


 


 

" PEQUEÑOS ACCIDENTES Y EMOCIONES ADOLESCENTES "
 



 

Isabella:
 

 

—¿Qué les sucedió a los niños?

Pregunto levantándome de mi lugar empezando a ponerme nerviosa y eso aumenta al ver a Rio caer al piso.

—¿Qué le sucede?

— Sólo corrimos desde donde estábamos, el muy inútil no está en forma —contesta el pelinegro recostado en un árbol.

— Ca... Cállate imbécil —logra formular Yael.

— Ahora que ya sabemos que estas bien... Dime que es lo que le paso a mi hermano  —exijo mirando al pelinegro.

El me da una mala mirada hasta caer sentado en el césped y chocar su cabeza contra el árbol.

— Tu hermano y Ron se cayeron de la rampa.

— Y a todo esto ¿Dónde estaban tú y el idiota? ¡Debían cuidarlos! —espeto soltando su chaqueta.

— Noah fue a buscar algo para comer pero aún no ha vuelto y decidimos venir por ti, ambos están con la menor Rivera y con Cooper.

— Ah y están sangrando —agrega con simpleza el pelinegro.

—¡¿Cómo?! —grito.

— Que están sangrando —repite con simpleza encogiéndose de hombros.

Ante su despreocupada actitud mi enojo hacia su persona aumenta y por puro impulso hago lo que hace unos minutos atrás quise hacer.

Mi mano se estrella contra su mejilla derecha con tanta fuerza que ahora arde y comienza a tomar un leve color rojo como mi cabello, también como su pálida mejilla que ahora esta marcada con la palma de mi mano.

— Llega a pasarle algo grave a Ron y Gian te aseguro que la próxima no te pegaré allí —suelto su mentón y corro hasta donde estábamos antes.

Al llegar veo un pequeño charco de sangre y escucho el llanto de ambos niños.

—¿Qué les sucedió? —indago sosteniendo de la cara a Gian, quien escupe sangre de su boca la cual examino.

— Se cayeron de la punta de la rampa, según ellos —dice Sol, quien tiene a Ron en su regazo.

—Nos resbalamos y caímos —responde rápidamente Gian limpiando su boca.

—¿Por qué le sangra tanto la boca?

— Mira, se me salieron los dos dientes que tenía flojos Isa - dice secando sus lágrimas — A Ron se le salió una muela.

— Oh es por eso la sangre —contesto aliviada.

— Si aunque también se rasparon las rodillas y a Ron un poco la cara —señala Courtney.

— Bien niños —digo poniéndome a su altura— Vamos por un helado para que les calme el dolor.

—¡Siiiii! —chillan de emoción los dos niños acompañados del grito de Sol a lo que ambas la miramos.

—¿Qué? —inquiere Sol mirándonos— Ustedes aburridas no tendrán helado —nos dice cruzada de brazos.

—¡Vamos por esos helados, niños! —grita alzando sobre su espalda a Gian y Ron corre detrás de ellos con nosotras por detrás.

— Me alegro que ya estés de buen humor —dice apareciendo detrás de mí Will— Mi juego dió resultados positivos.

Sonríe con suficiencia, Courtney lo empuja.

— No te queda el papel de arrogante Will. ¿Y cuál es el milagroso juego que hizo poner de buen humor a Isa? Si se puede saber.

— No compartiré mis métodos contigo Cooper —contesta Will.

— Como quieras, yo tengo otros métodos, uno que incluso puede hacerla sonreír cuando lo vea.

— Y te detienes justo allí Cooper —me detengo frente a ella porque sé a que o mejor dicho quien se refiere— Ese fue otro tiempo y él no volverá, no puede volver.

— Algo me dice que si volverá y que volverá para traer a la vieja Isabella.

— Esa chica ya no existe quedó atrás, en el pasado y no quiero que vuelva, ella era débil y muy sentimental.

— Se puede saber ¿de qué están hablando? —pregunta Will de por medio.

— Ahora no —respondo cortante sin querer, el no tiene la culpa de esto.

— Puedes volver a ser...

— No Courtney —le corto— Eso no pasará, por más que quiera, por más que intente yo o ustedes no pasará. Sabes tanto como yo que no puedo.

— Vamos podrías aunque sea intentarlo.

— Ya no quiero hablar de esto.

Me doy la vuelta para seguir caminando y  poder alcanzar a Sol que ya va saliendo del parque con ambos niños.

No quiero pensar en estos momentos, quisiera desactivar cada recuerdo que viene a mí a causa de las palabras de Courtney, porque cada uno de esos recuerdos, por más momentos felices que sean lastiman, porque también tienen su parte dolorosa al saber que eso no puede pasar ahora y tal vez tampoco vuelva a suceder.

Mis pasos son cada vez más rápidos y antes de poder cruzar la calle me cruzo con cierto idiota que me intercepta en el camino, en el momento menos indicado para él y para su bienestar físico.

—¡¿Dónde mierda estabas?! Los dejo unos minutos solos y tú desapareces, ellos se lastiman y...

No puedo terminar, el chico me acorrala contra un árbol y una de sus asquerosas manos cubre mi boca y con la otra se sostiene contra él. Trato de zafarme de su agarre pero me veo incapaz de huir, mis brazos no tienen tanta fuerza para tratar de empujarlo, el esquiva cuando intento golpearlo.

—¿Crees que es cómodo para mí estar así princesa? —pregunta señalándonos— No lo es, pero tampoco puedo permitir que me hables así, varias veces lo dejé pasar, al igual que la bofetada que Rivera menor me propinó.

Su voz se transformó en una realmente gélida y su expresión seria no es fácil de descifrar, sus ojos recaen en los míos observando cada parte de mi rostro cosa que me resulta totalmente incómodo y cliché ya que: uno no me gusta ser observada y dos es algo que les suele pasar a las protagonistas de tantos libros con el chico que usualmente les gusta, pero este no es el caso con Noah o como yo lo llamo: el idiota, no me gusta y jamás lo hará, porque a diferencia de las chicas de tantos y tantos libros e historias, ellas —O la gran mayoría— pueden sentir y no suelen tener los problemas que yo tengo ahora, sé que cada uno tiene su mochila con preocupaciones y responsabilidades que cargar, pero algunos cargamos con más que otros y no quiero sonar insensible pero yo no escogí ser así.



#3046 en Novela contemporánea
#17999 en Otros
#2287 en Aventura

En el texto hay: novelajuvenil, reencuentro, amor y odio

Editado: 23.08.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.