Capítulo 17

" LA CAJA DORADA "

Isabella:

Hacer pijamadas puede resultar muy divertido para todos, para mí, las pijamadas no eran algo tan interesante, ya que toda mi vida compartí habitación con mis amigas, eso es genial hasta cierto punto, la convivencia es difícil pero aprendes a tener paciencia, eso aplica en el caso de Bella, Courtney y Melody, en cambio Megan y yo nunca fuimos chicas con demasiada paciencia.

Ahora que tengo mi propia habitación y puedo hacer pijamadas con las chicas es algo raro ya que no las conozco demasiado pero por lo que aprendí de ellas estos meses es fácil deducir ciertas cosas.

— Ahora tú nos explicaras todo lo que sucedió allí —ordena Courtney.

Ella tiene el suficiente control mental para no enloquecer en estas situaciones.

Su dicho es:

No actúes impulsivamente, es mejor pensar con la cabeza fría y detalladamente.

Sol como varias veces he dicho puede estar tan loca como Megan, como su nombre lo dice es un Sol, es la persona más alegre, positiva y social que conozco pero es un tanto insistente cuando quiere, tal vez igual de terca que yo.

— No te imaginas el susto que me has dado en las escaleras, no sabía que hacer y luego no te encontraba y...

Ah, olvide mencionar que también es un poquitín charlatana y algo exagerada.

—¡Basta! —le corta Sora— Es mejor dejarla descansar a sido una larga noche para todas —dice dando un breve suspiro— Podemos pedir algo para comer, ¿quieren? —pregunta a lo que todas la miramos para luego asentir.

Luego de una inusual discusión entre Courtney y Sol deciden pedir una pizza y un poco de helado.

También he notado cierto aire parecido en ambas morenas. 
Soralla —o Sora como la llamamos— ella prácticamente es el amor en persona, con Courtney comparten ciertos ideales, según me ha dicho la primera pero como nadie no se llevan a la perfección, comparten ideales como también diferencias en ciertos temas.

—¿Ya te sientes lista para hablar? —inquiere Courtney sentada en el brazo del sofá en donde me encuentro tirada.

Le doy una breve mirada antes de volver a mi celular.

Desde que llegué no he dicho nada, la cantidad de preguntas no dejaban de llover, la única que paro al darse cuenta de mi actitud fue Sora, Courtney aún teniendo conocimiento de casi todo el tema insistió a lo que yo me cerré. 
Ese ha sido mi estado desde hace dos horas que llegamos y los mensajes no fueron de ayuda.
Courtney solo redobla antes de darse la vuelta y volver con las demás y ahora es el turno de Sol para ver si me sacan —aunque sea— una palabra o alguna reacción más que no sea asentir o negar con la cabeza.

Me sorprendo al ver que es Sora la que viene y se sienta frente a mí, permanece unos minutos en silencio donde me estudia o al menos así lo siento yo.

— Te conozco lo suficiente para saber cuando hay que dejar de insistir para que hables —no digo nada, mantengo mi posición a lo que ella asiente— Sin presiones cuando quieras hablar aquí estaré.

La veo levantarse antes de volver con las demás, suspiro y cierro mis ojos para tratar de dejar de pensar, para despejar mi mente; los sucesos de hace unas horas no dejan de repetirse una y otra vez en mi cabeza y esos fríos ojos grises siento que me persiguen a lo que rápidamente me incorporo del sofá y voy directo al baño a tirarme un poco de agua en la cara.

Diversos rasguños hay en ella, supongo que los vidrios regados del farol hicieron esto, gracias al cielo no fue nada grave ni lo mío ni lo de Megan, eso es lo que más me carcome la cabeza, como paso todo esto, tiro un poco más de agua a mi cara, mi respiración es pesada como si aún me encontrará en las calles corriendo junto a Megan, abro mis ojos al recordar el sonido del disparo.

Doy un salto al ver a Sora a mi lado.

— Tranquila, solo soy yo —me regala una dulce sonrisa— Es mejor que desinfectemos tus heridas con algo más efectivo que el agua ¿no te parece?

Asiento luego de secar mi cara y la guió al botiquín que guarda Laura para primeros auxilios.

Saca un algodón y lo moja con algo para pasarlo por mi cara, hago una mueca ante eso.

— Serias una gran enfermera —ríe por mi comentario.

— Así que ahora decides hablar —murmura.

— Tal vez.

— ¿Quieres hablar sobre lo que paso? Sin presiones —dice retirando el algodón.

— No lo entenderías, además soy justa, si te lo digo también tengo que decirle a Sol.

— Pruebame, si dices ser justa hazlo, si tienes la suficiente confianza en mí, en nosotras para hacerlo —responde viendo a un costado a Sol.

— Es una historia bastante larga.

— ¿No has dicho que tus padres no vienen hasta la tarde? —sonríe.

— Touché.

...

— Esa es toda la historia —termina Courtney.

— Hasta ahora —agrego yo.

Son las 06:21 am y seguimos comiendo helado en lo que le contamos a Sora y Sol los detalles de las circunstancias en las que Courtney y yo nos conocimos al igual que con el resto de las chicas.

— Eso.. e-eso...esss —tartamudea Sol en completo shock— Vaya... lo lamento mucho chicas, aunque no tanto, porque si te hubieras ido con el no te abrían adoptado y sino te hubieran adoptado hoy no nos conociéramos... así qué no lo lamento tanto —dice Sol tan rápido.

— Esta... ¿bien?

— Si, en eso coincido contigo pequeña Rivera —le dice Sora revolviendo su cabello como a una niña pequeña.

— Oye no hagas eso, quita tus sucias manos de mi cabello —se queja.

— No soy yo la que tiene helado hasta en las medias —replica Sora volviendo a su lugar.

— Ya —les corta Courtney.

— Entonces, haber si entendí. Anoche te encontraste por pura casualidad con este tal... ¿Cómo llamaste a Caye? —inquiere Sol.

— Chico buitre.

— Ya, te encontrate con el chico buitre y sus amigos, te exigieron la ubicación del hermano de Megan que en realidad no es su hermano.