" DESAPARECIDA "
Isabella:
— Hola Isabella, tanto tiempo.
Saluda Jackson con una brillante sonrisa, acomodando su usual ropa elegante.
—¿Quién eres tú? ¿Y qué quieres con mí hermana? —espeta Gian desde atrás de la puerta.
Giro para verlo y dos pares de ojos más observan la escena.
— Jackson, que sorpresa no te esperaba a ti pensé que vendría Bela o hasta Megan pero no tú
— Bueno Megan sigue recuperándose por lo que me dijo...
— Bela, lo que dijo Bela —me adelanto, el arruga sus cejas sin entender pero cuando ve que tenemos compañía me sigue el juego.
— Si ella dijo eso, lista para ir al...
— Al hospital a ver a Megan, espera que voy por mí mochila y vuelvo.
— No te preocupes hay ropa tuya... —le hago señas para que cierre su boca pero tarda en reaccionar— En el orfanato.
— Sabes que mejor vámonos, el horario de visita es corto.
—¡¿Y yo qué hago?! —grita Myers cuando me ve tomar mí campera.
—¡Espera a la niñera y vete si quieres! —le gritó de vuelta una vez que cruzó el portón con Jackson.
—¿Quién... era el chico? —pregunta algo agitado.
— Es una larga historia.
— El camino es largo y... hay tiempo —sonríe mientras ve su costoso reloj.
Su insistencia es como la de un niño y me da cierta gracia ver cómo mientras caminamos ladea de un lado a otro su cabeza insistiendo en que se lo cuente todo y como mí paciencia llega a pender de un hilo termino satisfaciendo su curiosidad.
De camino a la carrera, tomamos helado, en la misma heladería de siempre.
Lo de los cambios nunca fue lo nuestro, menos lo mío.
Desde que pise la primera pista de carreras, desde que me subí a mí primer moto me gustaron las carreras, siempre lo hice porque me gustaba —porque me gustaba quien me enseñaba— Por esa persona hice muchas cosas, hicimos mejor dicho, bien dicen que cuando uno está enamorado hace locuras, yo las hice, siempre viviendo al límite, metiéndome en problemas pensando que no habrían consecuencias —ingenua de mí— Pero eran otros tiempos, estaban otras personas y con esa persona creía que todo lo podía y es que con él yo estaba protegida, el me protegía, hasta que un día ya no pudo más.
Subirme a una moto y correr me pone algo nostálgica, pero no dejó que mis sentimientos me dominen, aprendí a mantener a raya muchas cosas pero cada vez que subo a esa moto y la cuenta regresiva empieza se me hace casi imposible no recordarlo.
— Hay muchas bandas nuevas, el tiempo que no estuviste fueron uniéndose bastantes —comenta Blake cuando llegamos a nuestros lugares.
—¿Quién de las chicas correrá? —pregunto al ver a todos los corredores en línea.
— Megan todavía sigue recuperándose, así que Melody era mí mejor opción.
—¿Aunque se distraiga mucho?
— Es buena corredora, con que gane los primeros tres será suficiente para clasificar —agrega encogiéndose de hombros— Por cierto, olvidé decírtelo.
Se acerca a mí con unas botellas y me ofrece un vaso.
— Tranquila es solo soda —asegura— Se qué no te gusta el alcohol —antes de hablar toma un trago y me da una perfecta sonrisa— Nadie a superado el tiempo que hiciste cuando regresaste a correr y quiero pedirte que corras en la competencia.
El sonido de los motores arrancando nos distrae y ambos volteamos a ver el inicio.
Melody va detrás de un par de muchachos compitiendo por el primer lugar, logra pasar las curvas y la perdemos de vista cuando siguen el camino. Nos quedamos viendo la pantalla por la cual varios drones les hacen el seguimiento viendo que dejó a atrás a uno de los muchachos ahora trata de adelantarse a un chico de negro que se interpone en su camino para que no pueda acelerar.
En la recta final, el chico va jugando sucio —aunque no haya muchas reglas, lo que hace está permitido pero sigue siendo juego sucio— pero Melody trata de esquivar los golpes que le dan a su moto pero un golpe justo en su pie la hace perder el equilibrio, mientras trata de maniobrar varios se le adelantan dejándola atrás.
— Eso fue juego sucio —comento yo.
— Sigue estando permitido, mientras no le pase nada al corredor es legal —contesta concentrado en la pantalla.
— Legal —suelto un bufido irónico por su respuesta— Esto es todo menos legal.
— Tienes razón en eso, pero así se gana la vida, así ellos sobreviven —dice señalando a un grupo de niños.
Ellos están observando al corredor que va cabeza a cabeza junto con Melody, alentándolo, gritando el número de su corredor como muchos ahora lo están haciendo.
El grupo de niños varían en edad unos parecen de catorce otros de doce y otros más pequeños que van en sus hombros, logro observar que los mayores tiene un cinturón y en ellos llevan cuchillos y dos en sus espaldas un arco y flechas.
— Dijiste que hay nuevos grupos ¿Ellos son parte de uno? —inquiero señalandolos con el mentón.
— Así es, la banda de niños perdidos, niños que viven en la calle, pero no creas lo que ves aquí, son peligrosos y como dije viven de esto.
—¿Quién es su líder?
— Justamente la que va conduciendo aquella moto —me señala a la piloto que va al lado de Melody— Esa chica es peligrosa, gruñona y en verdad da miedo, es una versión de ti pero tierna y no parece tener diecisiete años.
A punto de llegar a la meta Melody vuelve a su posición anterior y ahora compite con el mismo chico de negro por el primer puesto, dándole la razón a Jackson quedó en segundo lugar, por más que tuvo un contratiempo es un buen puesto el que nos da la entrada para clasificar.
— Bien hecho —choco mí puño con el de ella y luego me da un asfixiante abrazo— Ok, ok ya basta.
Me suelta entre risas y luego las demás vienen a felicitarla junto con Blake.
— Pensé que no vendrías —le digo a Bela llegando hasta a su lado.