Perfecto Desastre

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— No puedo creer que la hayas dejado escapar.

— Era necesario, ellas ya estaban allí —le explicó jugando con el Cubo Rubik—. Debo admitir que fueron buenas.

— Más te vale saber que estás haciendo.

— Claro que lo sé —respondo tratando de mantenerme en calma.

— Y dime ¿Sabes algo del chico? ¿Está aquí? —indaga.

— La verdad, según algunos llegaron hace un mes atrás, otros que solo es un rumor, pero a Isabella le han estado llegando unos mensajes extraños —declaro, eso llama su atención.

—¿No será el que trata de comunicarse? —pregunta alzando su ceja— Sabes la forma extraña en la que ellos se relacionan.

Frunzo el ceño al recordar todas esas señas y códigos que tenían.

— No, si fuera él le hablaría claro y ella no estaría tan alerta cómo lo ha estado últimamente.

— Necesito que averigües lo más pronto posible si en verdad están aquí, mueve tus contactos haz lo que sea pero recuerda...

— El no tiene que acercarse a Isabella —termino por ella— El no es parte de esta ecuación y haré todo lo posible para eliminarlo de una vez por todas, apartarlo fue fácil la primera vez, ahora, sí es que vuelve, lo eliminaré como tuve que hacerlo desde un principio.

Me levanto de la silla giratoria dejando el cubo rubik armado sobre la mesa, ella me sigue mientras voy por los pasillos.

— Espero que hagas bien las cosas, estoy arriesgando demasiado para cumplir tus caprichos —dice antes de entregarme unos papeles.

—¿Dijo algo desde que volvió? —averiguo.

— Hasta ahora no, por suerte. Solo esperemos que todo salga bien.

— Saldrá bien —afirmo.

Ella me mira con duda, puedo ver la incredulidad reflejada en sus ojos.

— Ya tengo los planes hechos, solo tengo que mover unas cuantas piezas y ver cómo todo se acomoda según lo planeado.

No la terminó por convencer, sino hasta que ella se posiciona a mi lado.

—¿Está todo hecho colega? —consulto mientras termina de ponerse el uniforme.

— Todo hecho y listo para empezar —anuncia.

— Perfecto, ahora la parte más divertida del juego va a empezar —le ofrezco mí brazo para entrelazarlo con el suyo y luego de despedirnos de ella marchamos juntos hasta la salida.

—¿Te dio la aprobación?

— De la segunda parte aún no está convencida, pero si todo sale bien y ato algunos cabos sueltos le dará el visto para continuar —informo y su sonrisa crece.

— Ambos debemos eliminar estorbos en nuestros caminos para conseguir lo que queremos —habla recostada en la moto— Pero la recompensa lo vale.

— Así es, pero todo a su tiempo -—aclaro— Primero hay que resolver unas cuantas cosas más antes de poder festejar —agrego, ella rueda los ojos antes de colocarse el casco— Necesitaremos más ayuda.

— Detalles irrelevantes —bufa aburrida subiendo a la moto.

— No hay que subestimar a los detalles, a veces, pueden sorprenderte.

 



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En el texto hay: novelajuvenil, reencuentro, amor y odio

Editado: 23.08.2021

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