Perfecto Desastre

Capítulo 24


Bien damas y caballeros, llego el momento, un capítulo bastante extenso pero ya imagínense porqué será.
Disculpen si hay algún error ortográfico, en estos días estaré corrigiendo toda la historia si puedo.
 


 

" LA CONFUSIÓN "
 


 

Noah:
 


 

Pasaron semanas desde la última vez que hablé con la princesa, últimamente me evitaba más de lo normal y cada vez que intentaba acercarme para tratar de sacarle información me evadía o alguna de sus amigas aparecía.
 


 

La última vez que fui a su casa obtuve un poco más de información, confirmando todas las sospechas que junto a Duncan teníamos sobre ella y sus amigas, ahora incluyendo a Soralla y Rivera menor.
 


 

Todo lo que pasó ese día fue algo confuso.
 


 

Espiarla no estaba en mis planes pero con eso descubrí que es parte y participa en las carreras.
Pasamos desapercibidos la mayor parte del tiempo, ellas no se enteraron de que estábamos escuchando o que siquiera estábamos en la casa, la única que vió a uno de nosotros fue la rubia platino, la tal Megan, pero solo vió a Will, quien se rehusó a escuchar su tan interesante conversación. Luego cuando ellas bajaron volvimos a escondernos y salimos al patio para ver qué hacían y claro para darle el recado que Laura me dió.
 


 

Río casi sufre de un infarto cuando la flecha cruzó a su lado y luego quedó embobado cuando la chica le dió un casto beso. Ambos siguieron hablando tirándose tantas indirectas que daban diabetes y solo terminaron cuando Cooper llego llevándose a rastras a Megan, lo que provocó que Río la siga y luego todos nosotros para seguir oyendo la conversación, claro a excepción de Will que le parecía una invasión a su privacidad.
 


 

Despegamos nuestras orejas de la puerta cuando comenzaron a hablar de tarea y volvimos a abajo con Weasley que estaba tirado en uno de los sofá mirando una película.
 


 

— Es mucha información para digerir —suelta estupefacto Río.
 


 

— Uh-uh —murmura Duncan con la vista fija en algún punto del suelo.
 


 

— Creo que debemos decírselo —le susurro a Duncan mirando a Río quien luce bastante nervioso.
 


 

Con todo lo que soltaron las chicas en la habitación —donde detrás de la puerta escuchábamos— Duncan y yo atamos casi todos los cabos sueltos, aún quedaba información pendiente.
 


 

No respondió, se mantuvo en silencio un buen rato, pensando quizá, no lo sé.
 


 

Luego le dió un vistazo a Río quien lucía más que nervioso.
 


 

— De acuerdo, pero no ahora —murmura dándole un vistazo a Will.
 


 

— Es preferible que se entere por ella —agrego yo.
 


 

— Dudo que se lo diga.
 


 

— Ese ya no es nuestro problema.
 


 

El tema termina ahí y empezamos a mirar la película que está en la televisión.
 


 

...
 


 

Pasamos el resto de la tarde allí ya que de todas formas deberíamos volver, Río extrañamente estuvo en silencio durante toda la película y cuando las chicas bajaron todo se volvió aún más extraño, salvo por parte de Will que el aún no sabía nada.
 


 

Todas bajaron para buscar comida y se quedaron ya que Megan se tiró aún lado de Río que la miraba con desconfianza.
 


 

— Actúa normal —le ordenó en un susurro Duncan.
 


 

La mirada de alguien se poso en nosotros pero no era la princesa quien reparó en nosotros sino su amiga Cooper, ella posó su mirada en nosotros frunciendo el seño pero yo no me encargué de ella sino Duncan.
 


 

—¿Qué pasa Cooper? Ya sé que soy algo digno de ver —habla dándole una mirada altiva a la morena.
 


 

— Como si fueras la gran cosa —bufa rodando sus ojos.
 


 

— Pues si lo soy —replica mi amigo aún con la mirada sobre ella— Podría sorprenderte.
 


 

Hubo un momento de silencio, en donde creí que ella no respondería, todos observamos la escena atentos, a excepción de la princesa que parece fuera de sí.
 


 

— No lo creo —susurra luego de un rato.
 


 

Todos nos quedamos en un incómodo silencio y continuamos viendo la película.
 


 

Voy al pasillo donde está el baño y al salir me choco con la pelirroja que sale de una puerta.
 


 

— Debemos dejar de chocar así —murmuro.
 


 

Ella aplana sus labios mirándome a los ojos, unos ojos mieles que detonan un cansancio de días.
 


 

— Permiso —musita con voz frágil.
 


 

—¿Qué te sucede? —me atrevo a preguntar.
 


 

— Todos deben dejar de hacerme la misma pregunta yo... —empieza enojada luego para tratando de hablar con normalidad pero no, no lo logra hacerlo, en cambio sus ojos empiezan a cristalizarse pero parpadea un par de veces logrando disimular un poco, lástima que estábamos frente a frente— Estoy bien, o lo estaré cuando me aleje de ti y de tus incesantes preguntas.
 


 

Trata de marcharse pero le impido el paso provocando que otra vez choque con mí pecho quedando frente a mí, acorralada.
 


 

— Myers no voy a repetirlo una tercera vez —avisa— ¡Muévete!
 


 

— Me has estado evadiendo todos estos días, pero tranquila que ya respondí todas mis preguntas, de hecho tú las respondiste, muchas gracias princesa pelirroja. 
 


 

Sus ojos se abren de repente y un brillo nada común se refleja en ellos, suelta un suspiro algo tembloroso, ella misma empieza a temblar y comienzo a asustarme mientras con sus labios temblorosos dice algo que no logro entender.
 



#3045 en Novela contemporánea
#17997 en Otros
#2285 en Aventura

En el texto hay: novelajuvenil, reencuentro, amor y odio

Editado: 23.08.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.