" VANAMENTE ALGO MÁS "
Noah:
—Eres un inútil, por tu culpa perdimos -espeta Mar una vez que se acerca a mí.
—Sabes, es gracioso y muy irónico porque tu querías hacerla caer para ganar pero, en el intento, terminaste cayendo tú y ella, al final, ganó —podía oír sus dientes rechinar y sus ojos me lanzaban dagas queriendo matarme— en este caso la inútil serás tú.
—Pronto Noah el que caerá serás tú
—señaló—todos tus secretos y también los de ella saldrán a la luz, te lo prometo.
—Es gracioso que lo digas porque yo también sé los tuyos, Mar, no lo olvides porque tal vez a papi y mami no les guste saber que lo sigues haciendo.
—Vete a la mierda, Noah.
Hice como que pensé un minuto.
—No, gracias —termine negando—no quiero estar en tu lugar.
—Pronto sabrás de mí, Noah y verás que puedo hacerte caer hondo, a ti, a ella y a cualquiera que se meta conmigo.
—Lo que digas Mar —ignoré, me estaba por marchar pero ella volvió a hablar.
—Sé que la buscan y yo les entregaré su cabeza —soltó.
Dejé de caminar y volví a ella.
—¿A qué mierda te refieres? —pregunté analizando su rostro, su sonrisa juguetona y maliciosa apareció.
—Ya te enterarás —fue lo único que dijo antes de alejarse.
No dejé de pensar en lo que dijo, me descolocó.
Pensé que sabría solo lo mío pero olvidé que lo mío está conectado a lo de la princesa y mierda, si ella sabe de mí también sabe de ella y tal vez también de los demás.
Esto es grave, podía sentirlo, sé que Mar es vengativa y no se quedará de brazos cruzados, hará que pagué, hará que todos paguemos.
La clase terminó Mar recibió una suspensión por provocación y violencia física y verbal, la princesa se esfumó, corrió antes de golpear a Marianella, ojalá lo hubiera hecho, ella necesita seriamente que alguien la baje de la nube de dónde está, y quién mejor que la pelirroja para eso.
Pensé todo el camino de regreso a casa, hablando de ella tendría que decirle sobre la amenaza de Mar podría sacarle provecho a eso o tal vez me cerraría la puerta en la cara como la última vez.
Mmm...pensando mejor, es su problema, ya no me involucrarse en sus asuntos y me preocuparé por lo que sabe Mar de mí.
Tendré que llamar a algunos de los chicos de último año o a mis amigos de la otra división para arreglar eso, tal vez uno de ellos sepa quién le está vendiendo a Mar y de allí ir hablar con sus padres, el lío de todo esto es que no se tienen que enterar que en el colegio venden, podría decirles que los del colegio vecino cruzan la cerca para vender aquí, puede que aún funcione, de todas formas mentira no es.
Evaluó todas las opciones pero ninguna logra convencerme del todo.
Desde la entrada logro visualizar que todas las luces dentro de la casa están apagadas y me extraña, ya que siempre las dejamos todas prendidas para que piensen que estamos y no entren a robar, pues bueno, Argentina no lo entenderías.
Seguro Ron se fue con Gian o creo que hoy tiene clases de fútbol, no lo sé, ya ni recuerdo la fecha por la que estamos, estoy muy perdido.
Entro a la casa una vez que abro la puerta y una vez en la sala veo que la tele está encendida reproduciendo una película, y por más que Ron hubiera estado aquí y alguien haya pasado por él no sería, ya que es una película de terror y Ron detesta las películas de terror; oigo un ruido en la cocina y con el jarrón favorito de mamá en mano avanzo, me escondo detrás de la pared y giro un poco la cabeza en dirección a la cocina, encuentro a alguien vestido todo de negro revolviendo en las alacenas.
Bajo el jarrón dejándolo en su lugar y le lanzo una patada que lo tira al piso.
El cae junto con la bolsa de frituras que tenía en mano.
—¿Qué mierda hermano? —espeta Duncan desde el suelo.
—Casi te azoto el jarrón de Phoebe por la cabeza, la próxima avisa que vendrás no hurgues como rata.
—Sabes que soy tu rata favorita —dice jugando con mí cabello, le doy un manotazo y el ríe pero no retrocede.
Abre la bolsa de papas fritas y me las ofrece, tomo unas cuantas en la palma de mí mano y voy sacando vasos para acompañar con gaseosa.
—Y dime ¿Qué haces aquí?
—Tengo noticias —anuncia moviendo sus cejas.
Le hago un gesto con la cabeza para que hable y luego de tomar un trago de su gaseosa y eructar como camionero empieza a hablar.
—Colin llamó, el Viernes nos toca correr en la competencia y hay un gran premio para el primero que llegue.
—Vaya, por lo menos son buenas noticias.
—El asunto es que, con el equipo de tu princesa pelirroja y su nuevo noviecito lo tenemos complicado.
Chasqueo mí lengua.
—Ellos no son competencia —le resto importancia.
—Pues Colin cree lo contrario.
—No serán problema, créeme. He observado a Isabella, ella se cree invensible.
—Te ganó dos carreras si mal no recuerdo —soltó con una risa.
—Calla —le corte, poniendo los ojos fríos— tengo un plan.
—Bueno, vamos con Colin, el pidió vernos a ambos pero primero...
—Primero la película —completo, señalando la sala.
—Sep, sería una pena desperdiciar la comida y la gaseosa que ya abrimos.
○○○
Isabella:
—¿Alguna noticia? —le pregunto.
Tarda en contestar más lo que yo tardó en traducir.
—Ninguna —es su respuesta— L (Loni) no a dicho palabra, te espera a ti.
—¿Hay algún grupo dado por baja?
—Negativo.
Suelto el walkie talkie de manera muy brusca que termina cayendo por el piso, lo recojo y lo meto en el bolsillo de mí campera.
Le doy la señal por medio del walkie a Pepper.
—Eso es todo estaré en contacto.
Deshabilito el walkie por el cual me comunico siempre con el grupo de Loni, pero ella sigue sin recuperarse, las chicas ya están cansadas de lo mismo y yo todavía no puedo ir, no tengo luz verde para pasar por ahí cuando Siara está al mando.