Perfecto Mentiroso | Titanes 2 |

| 014 |

Abril 19, 2017
13:24 Pm

| Tyee |

Me toca el hombro y se me acerca. Demasiado cerca para mi gusto, pero no me aparto, porque no estoy dispuesta a demostrar ningún tipo de emoción que le pueda hacer creer por un minuto que tiene algún tipo de ventaja sobre mí.

—Es más pequeña y rápida— comienza, y no dejo de mirarla, en medio de la colchoneta, sonriéndole a Stinger como la niña que finge ser. —Pero al tener que hacer más movimientos para alcanzarte, se cansa también más rápido. ¿Cuál sería su punto débil?

—Si está moviéndose por todas partes, es realmente difícil tocarle el punto débil.

—Analízala. ¿Mejor estrategia para atacar en ese caso?

—Golpearla en la cara cuando intente darme una patada— respondo, aunque no estoy pensando en si eso realmente serviría. Tan solo tengo en mente lo que me gustaría hacerle.

—Usa sus esfuerzos a tu favor, protégete, tapa sus golpeas mientras la cansas. Luego la golpeas en sus puntos desprotegidos— asiento lentamente. —Vamos, sé que puedes ganarle.

Ganar esta vez ni siquiera es una opción. Tengo sueño, llevo más de dos semana durmiendo entrecortadamente y entrenando más de lo que puedo recordar; tengo un humor de perros y las palabras de Hellion y Heckler en la cabeza. Golpearla, sobresalir para poder salir de aquí. Si algo así es lo que tengo que hacer para ganarme la confianza y ser libre por fin, no voy a retrasarlo más. No va a volver a humillarme, no dejare que me gane.

Durante las dos semanas que han pasado, en los entrenamientos de día, me he limitado a esquivarla y a darle golpes hasta que el tiempo acaba; no quería que mi comportamiento cambiara drásticamente. No me convenía que se pusiera en alerta. Pero por las noches le pongo su nombre a mi saco de boxeo y la muelo a patadas y golpes.

Me alejo de Heckler sin decirle nada; aunque internamente estoy tan agradecida con él, que me gustaría abrazarlo.

Me pongo de pie frente a UZI y espero la señal de partida. Heckler ni siquiera alcanza a hacer la señal, cuando ella se acerca y lanza el primero golpe en mi estomago; un golpe que me pilla por sorpresa. Puta perra tramposa. Se mueve del frente hacia mi izquierda y lanza otro golpe, pero esta vez lo estaba esperando, es por eso que soy yo quien la ataca en el estómago, y cuando se dobla por la mitad, le golpeó la cabeza. No cae, pero retrocede. Heckler me ayudo con un plan de ataque, pero la verdad yo ya tenía planeado, porque creo que hay otra manera. He observado a UZI, y comprendo su estrategia. Sabe que la velocidad es su fuerte, y está todo el rato en movimiento, de esta forma puede golpear a su oponente y acabar con el antes de que se canse. El problema de su táctica, sin embargo, es que aun si se da cuenta o no, la repite, y ya me las aprendí de memoria. Te golpea al frente y espera que tu respondas, pero cuando estiras tu puño, ella ya está en tu costado desprotegido, lista para darte otro golpe. Así que si, la táctica de Heckler estaría bien para él, que tiene músculos en los músculos y un par de golpes en los brazos para tapar sus partes principales no van a afectarle para atacar más tarde. Pero no para mí, porque sospecho que ambas tenemos una similitud entre la fuerza de los golpes y la que podemos resistir. Si permito que golpee mis brazos, probablemente los debilite, y luego no podre atacarla. Así que tengo que atacarla antes de que tenga oportunidad de empezar su estrategia y derrotarla.

Antes de que ella se recomponga y quiera golpearme nuevamente, me lanzo al frente y le pateo un costado, luego su estómago nuevamente. Casi se cae, pero esta vez se endereza más rápidamente, aunque sigue tomándose el estómago.

—Con que te lo tenías escondido, ¿Eh?— me muestra una sonrisa de medio lado, y ya se cuál será el próximo punto que voy a golpear. —Toda esta furia contra mí por Desert.

—¿Furia contra ti? Pero si la celosa eres tú— me rio. Ella baja la sonrisa.

—¿Te sirvió hacerte la víctima?— casi me río; ya no sabe ni que inventar. —¿Sabe ya que en realidad eres tan violenta como yo?

—No, pero ahora le digo.

Vuelve a intentar atacarme, de frente nuevamente; pero esta vez cuando espero que venga al lado y me golpee con su puño, lo hace con su pierna, y me da de lleno en el estómago.

Bien, eso no lo tenía previsto.

Me veo obligada a ingeniar un plan sobre mi plan. Esquivo su siguiente movimiento y estiró un puñetazo fingido hacia el lado derecho de su cara; cuando ella se cubre, porque está lo demasiado cerca para alejarse, estiró mi mano izquierda, y le pego verdaderamente en su mandíbula. Tropieza hacia atrás, pero alcanza a hacer equilibrio para mantenerse en pie. Una vez más.

Una de mis fortalezas, es que mi oponente no sabe que soy ambidiestra. Enojada y totalmente perdida de pensamiento racional, se abalanza otra vez, y ahora voy yo a por ella; me alcanza a golpear un lado de la mandíbula, pero debía permitírselo; de esta manera la engancho del cuello y le hago una zancadilla hacia atrás. Ahora sí logro botarla.

—¡Eso es ilegal! ¡Me agarraste del cuello! — reclama desde el suelo. Otra de sus debilidades, es su manera de perder el control cuando se enoja; lo que le juega totalmente en contra. Si no puede pensar, se han ido todas sus estrategias.

—Estamos es la mafia, querida. Nada es ilegal.

Me mira seria y respira fuertemente un par de veces como un lobo enfurecido. Se levanta rápidamente y corre a atacarme; yo simplemente la espero, y en cuanto va a golpearme le doy una patada en el costado, luego otra muy fuerte en su estómago, la veo doblarse por la mirad por el dolor, así que decido terminar toda esta mierda con un gancho de derecha.

La veo caer hacia atrás con su nariz sangrante y un tanto desorientada.  Stinger se acerca corriendo y le da una toalla para que se afirme la nariz y se seque el río de sangre que le corre por la cara.




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