Perseguida por mi Pasado

Capítulo III - Diamantes

Me levanté por el irritante sonido de la alarma, la cual tuvo su destino contra la pared contraria a mi cama por la fuerza con la que lo lancé.

Me levanté medio dormida y vi el reloj - 6 am- tengo tiempo, así que me quedo merodeando por la habitación y veo que mi padre dejó unos cuadernos y unas plumas encima del escritorio -nunca me gustó escribir con esfero-, supongo son para la escuela, así que los agarro y los meto en la maleta.

Entre bobear y embutir digo, meter todo en la maleta, se hicieron las siete así que decidí entrarme a bañar, me vestí con... básicamente lo primero que hallé en el clóset y bajé a desayunar.

Bajé a la cocina y vi a Rick tratando de freír un huevo... digamos que su dote no es la cocina -Buenos días pa, ¿te ayudo?- le dije al mismo tiempo que él asentía y me entregaba el sartén con el huevo. Luego de eso, desayunamos y me dio la dirección de la escuela a la que voy a asistir por el año y medio que me queda, lo malo es que están a mitad de curso así que entro siendo severo hongo.

¿Existe acaso una mejor manera de empezar?

Y bueno, salí de casa con morral en hombro y me monté en mi moto para ir a la dirección, me perdí como 3 veces pero aun así llegué faltando diez minutos para las ocho. Al llegar, había varias personas mirando, -supongo no es normal ver a una chica nueva bajar en una moto- me limité a bajarme y quitarme el casco mientras caminaba en dirección a rectoría, donde me entregarían las llaves de mi locker. Acababa de cruzar la puerta cuando alguien habla a mis espaldas.

-Hola preciosa- esa voz... no, no creo que sea él

-Mmm si soy yo- debo dejar de pensar en voz alta

Yo que volteo y veo al chico de ayer, ahora que lo veo a detalle es bastante atractivo; es un poco más alto que yo, así que supongo debe medir como 1'70, cabello azabache, nariz perfecta-literalmente perfecta- y lo que más me causa curiosidad, un par de ojos color ámbar con unos toques de verde y azul creo... Son bellísimos.

Cuando salgo de mis pensamientos veo que me recorre de pies a cabeza sin disimulo alguno; he de decir que tengo una apariencia extraña, soy medianamente linda pero mi aspecto desarreglado mata cualquier amor...

Pffff, ¿Qué dices? Si tú eres bellísima

Oye, primera vez que me halagas ¿no?

A ver... para darles una idea mido 1'65, mi piel es lo equivalente a ver una pared blanca moviéndose, mi cabello es castaño claro en el punto que no es ondulado pero tampoco rizado y no hay mucho más que decir.

Ay mujer, ¿no crees que tus ojos son un poco muy extraños?

Sabía que algo se me olvidaba, mis ojos son... grises, pero muy claros, al punto que parecen diamantes si los miras de frente, como diría Rick. Los doctores de plano no tienen explicación alguna para eso así que nada que hacer.

Volviendo a la realidad, me surge una duda que creo que debí resolverla el día que nos conocimos.

-¿Cómo te llamas?- dije sin titubear

-Matthew Müller

-Bueno Müller, ¿Serías tan buena persona de llevarme a la oficina del rector?- dije rogándole a mis cuerdas vocales para que no se me saliera el sarcasmo.

No respondió y empezó a caminar, así que por descarte yo lo seguí hasta que llegamos a una puerta que decía "Oficina del Director".

Le agradecí y toqué la puerta un par de veces hasta que un -Pase- se escuchó del otro lado de la puerta, por lo que abrí con cautela.

Al entrar lo primero que veo es a un hombre de unos 40 años que usa un traje que le queda una talla grande y me mira con curiosidad. -Usted debe ser la señorita Jones, ¿me equivoco?- a lo que yo simplemente negué aguantándome el comentario del traje mientras él me pasaba un plano de la escuela junto con mi horario de clase y las llaves del locker. Me despedí y salí de la oficina para dirigirme al aula de Biología.

Perfecto, empezamos con la única materia que me gusta

Al llegar al salón, toqué un par de veces mientras oía un par de tacones dirigiéndose a la puerta junto con risas y voces de lo que supongo serían mis queridos compañeros -Nótese el sarcasmo-. -¡Oh! ¡La nueva! Entra cariño- dijo con voz alegre... esperen, ¿dijo cariño? Lo pasé de largo mientras entraba al salón sintiendo como la gente me quemaba la nuca con la mirada -Preséntate- dijo aún alegre y hasta fascinada. Supongo no reciben muchos nuevos seguido.

-Bueno, me llamo Juliette Jones y soy nueva- esperen, ¿Acabo de decir que soy nueva? En estos momentos me quisiera dar una cachetada mental por decir semejante obviedad, así que mejor dejo mi presentación ahí y tomo asiento en único puesto vacío; al fondo junto a la ventana.

Así pasaron todas las clases de la mañana, entre presentaciones incómodas y mis primeros trabajos. Para el momento del almuerzo caminé a paso relajado pero seguro, entré bajo la atenta mirada de la mayoría... ¿Saben algo bueno? Nadie ha notado el color de mis ojos ya que tengo puesta una capucha negra que cubre más o menos la mitad de mi rostro.



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En el texto hay: pasado, adolescente, amor

Editado: 13.01.2020

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