Perseguida por mi Pasado

Capítulo XVII - Encuentro (Parte 1)

Narra Juls

¿Qué rayos es la felicidad?

Esta es una pregunta que se ha mantenido sin una respuesta fija durante siglos, las respuestas que te puedes encontrar son tan variadas como las gotas de agua en el océano o los granos de arena en una amplia playa.

- Juls

Siendo muy honesta, creo que nunca alcancé la genuina felicidad en mi vida, siempre había algo que estorbaba para cumplir ese deseo que cada humano conserva en el fondo de su corazón; ya fuera por la "muerte" de mi madre, el mal trato que recibí en la escuela durante años, el enterarme de que mi padre no es mi padre al parecer, entre muchísimas otras cosas.

- Linda

Pero ahora, en este preciso momento, podría decir que voy en buen camino para encontrarla; tengo un par de idiotas como amigos incondicionales, quienes a pesar de su locura me quieren y me apoyan, tengo lo que parece ser un padre por fin -aunque estemos conociéndonos aún- y para mejorar todo creo que tengo a alguien que podría llegar a ser más que un buen amigo.

- Hermosa

Creo firmemente que estar rodeada por gente en la que puedes confiar para lo que sea no tiene precio, y sí, yo sé que todo esto suena bastante cursi y ridículo, y que probablemente me arrepienta de esto muy pronto si se llega a saber, pero creo que me es inevitable pensar en eso cuando siento esa ya no tan desconocida sensación de tranquilidad en mi pecho.

- Ojitos

Ese peculiar apodo me trae de regreso a la realidad, me encuentro en un café con Matt, ya que luego de la sorpresa, tanto el bombillo como Chris nos abandonaron, noto como este me mira con una pizca de diversión en su mirada... esperen, ¿me ha estado llamando todo este tiempo?

Sip, pero no quería matar tu momento de inspiración y cursilería, entonces no dije nada

- Perdóname genio, creo que me embobé ¿me estabas llamando?

- Me di cuenta, parecía que estabas en otro universo; pero te estaba llamando porque tengo una pregunta en mi cabeza desde hace un rato- me dice aún mirándome fijo

- ¿Cuál?

- ¿Por qué traes a un guardaespaldas contigo?

Me tenso un poco al escuchar esa pregunta, todos los recuerdos de ese día en el que me enteré de todo azotan mi mente y me es inevitable cambiar mi rostro un poco; ante la atenta mirada de Matt, me dispongo a contarle todo con lujo de detalles de lo que pasó con Rick, mi madre y Kurt, mientras siento como este se cambia de silla para quedar a mi lado y pasar un brazo sobre mis hombros. -Ohh ojitos, eso no es nada fácil, perdóname por no haber estado ahí contigo- me dice un tanto apenado -No te preocupes genio, lo importante es que estás aquí ahora- le digo alzando las comisuras de mis labios.

Estuvimos hablando hasta que el reloj marcó las cinco y media, pagamos los cafés y salimos a caminar por las calles de la ciudad. No me pregunten cuándo, ni cómo, pero cuando bajé mi mirada, encontré nuestras manos entrelazadas, como si fuéramos una auténtica pareja; tuve por un momento el pensamiento de soltar mi mano de ese agarre, pero lo descarté al momento porque me sentía cómoda y segura.

Todo iba perfecto hasta que...

- Juliette, ¿quién es ese y por qué tiene tu mano agarrada?- Nos encontramos con un no muy contento Kurt, quien no me mira en lo absoluto, pero quema con la mirada al pobre Matt.

Narra Matt

Ese señor me mira como si me quisiese matar, o quemar vivo; sigo el patrón de su mirada, y veo como la intercambia entre nuestras manos entrelazadas y mi rostro.

-Eh.. hola Kurt, ¿cómo va tu día?- habla una Juliette un tanto nerviosa, y trata de soltarse de mi agarre con sutileza, pero como la terquedad me puede, no la dejo moverse ni un centímetro. Con que este es el aludido padre de Juliette, de hecho encuentro el gran parecido, en especial por los ojos.

Perfecto, tenemos a un padre celoso señoras y señores.

-No trates de cambiar el tema Juliette, ¿quién es él?

Veo como la mujer que me trae de cabeza abre los labios con la intención de hablar, pero al ver que ninguna palabra sale de su boca, la cierra, y en un muy probable ataque de valentía decido hablar yo.

- Hola señor, siento mucho que nos tengamos que conocer de esta manera, pero mi nombre es Matthew Müller, el novio de su hija- termino de decir y veo como Juliette me mira como si tuviese tres cabezas o algo parecido, y Kurt me mira ahora sí con las intenciones puras de cortarme por pedacitos.

De nuevo lo confirmo, eres un asco improvisando

Kurt se queda en silencio por un par de segundos que se me hacen eternos, mientras aprieta sus dientes y se acerca a mí, quedando a un par de centímetros de mí, y siento como Juls pasa saliva y agarra más fuerte mi mano. Cuando estoy casi seguro de que me va a hablar, veo como gira su cuerpo a su hija y le susurra algo que soy incapaz de escuchar, para luego volver a su posición inicial -Bueno, los espero a ambos hoy en la cena, siete en punto, no se retrasen- dice y se aleja como si nada.

-Ojitos, ¿Estás bien?- le pregunto al ver como sigue callada, y créanme cuando les digo que eso es demasiado raro en ella.

-Sí, sólo me tomó por sorpresa encontrármelo aquí, a esta hora, y en esta situación... ¡Mierda! Debes huir, ¿sabes? Lo nuestro fue muy corto pero lindo, cuanto estuvimos, ¿un día? Es más de lo que muchos en estas situaciones duran, adiós, te quiero- dice apresurada mientras deposita un suave beso en mis labios y me suelta para empezar a caminar con rapidez.



#41805 en Novela romántica
#11077 en Joven Adulto

En el texto hay: pasado, adolescente, amor

Editado: 13.01.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.