Perseguida por mi Pasado

Capítulo XVIII - Encuentro (Parte 2)

Narra Matt

¿Dónde rayos me he metido?

Entramos con cautela a la gran casa, y me encuentro a nada más ni nada menos que diez hombres igual al que me abrió la puerta caminando con total tranquilidad, sosteniendo desde individuales, porta vasos, platos, ollas, entre muchísimas otras cosas. Apenas ponemos un pie en la sala, todas las miradas se dirigen a nosotros, y veo como todos esos armarios con patas corren a abrazar a Juls, dándole la bienvenida a casa, mientras a mi me saludan con frialdad y me estrechan la mano. -Hey chicos, no sé qué les haya dicho Kurt, pero Matt es buen chico- me defiende Juliette, mientras todos muestran caras de incredulidad.

-¡A comer!- Se escucha la potente voz de Kurt, logrando que todos los presentes se sienten en la gran mesa, con Adler en la cabecera de esta, y que empiecen a charlar y comer con total tranquilidad, ¿Hay manera en que esto pueda ser más incómodo?

Nunca digas esa frase porque...

-Y bueno, Müller, cuéntame de tí- dice expectante mientras noto como debajo de la mesa, una suave mano se posa en mi pierna, en un intento de reconfortarme y hacerme saber que ella está ahí si esto sale mal.

-Está bien, amm soy hijo único, mis padres se llaman Ada y Dieter Müller, nací aquí en Berlín y estudio en la misma escuela que su hija, último año- digo mientras siento diez miradas quemándome la nuca, y Juliette susurra un "vas bien, bello" -oh bueno, al menos no eres un analfabeta- dice burlón, a lo que yo respiro hondo y bajo mi mano para ponerla sobre la de Juliette.

-¿Y cuáles son tus intenciones con mi hija?- dice mientras veo como ojitos se atraganta con la comida, por lo que sin importarme absolutamente nada me giro para ayudarle bajo la atenta mirada de todos, cuando confirmo que esté bien, aclaro mi garganta -No crea que diré lo que se esperaría de cualquier hombre, esa basura de "lo mejor de lo mejor" porque sé que esas palabras son vacías, huecas, usadas para rellenar los espacios incómodos... a su hija pienso tratarla como si se tratase de mi madre, con respeto, cariño y paciencia si así se necesita; no digo que la trataré como princesa porque sé que a ella no le agradaría mucho la idea de parecer una mantenida- veo la sorpresa cruzar los ojos de Adler, mientras sonríe con suficiencia.

-Bueno, al menos no eres un patán- dice y eso logra colmar mi paciencia -Mire señor Adler, con todo el respeto que usted se merece por ser el padre de Juliette, no tiene ni el más mínimo derecho de tratarme con esa altivez y arrogancia, entienda el hecho de que estoy como idiota enamorado de ella, y que no me interesa lo que deba hacer para mantenerla a mi lado, pero no puedo hacer nada de eso si usted no me da una oportunidad por pequeña que sea, déjeme demostrarle que soy bueno para su hija, ahora, si me permite, creo que debo retirarme- finalizo mientras me comienzo a levantar del asiento notablemente molesto, Juls se levanta conmigo y me agarra con rapidez del brazo, sin decir nada, y eso es lo que precisamente necesito en este instante, el saber que ella me apoya.

-Lo siento, creo que fue una mala idea aceptar esta cena- me dice ojitos apenada, el color rojo se apodera de sus mejillas y nariz

-No te preocupes, todo está bien- le digo tranquilizándola, mientras nos dirigimos a la puerta que da a la tan apreciada salida de la casa. Nos disponíamos a salir cuando...

-¡Esperen!- Se escucha el potente grito de Kurt detrás de nosotros, por lo que nos volteamos y lo miramos extrañado, mientras los otros lo miran de manera acusatoria, como cuando un padre espera a que su hijo pequeño se disculpe por quitarle el almuerzo a su compañero.

-¿Ahora qué, Adler? Mejor no me contestes, no me quiero imaginar la barbaridad que puedes llegar a decir de Matt- espeta Juliette tranquila... demasiado para mi gusto... como si estuviese midiendo sus palabras, mientras sus ojos se tornan un tanto oscuros

-No es eso, yo...- se frena en seco y voltea a ver a sus costados buscando el apoyo de sus hombres, pero todos permanecen en su sitio mirándolo igual que antes -Fui demasiado duro con Matthew, lo acepto, pero entiendo su punto, y creo que no está de más darle una oportunidad de no ser un patán- dice esto último con sarcasmo, y uno de sus hombres, Mike, le da un sutil codazo para hacerlo reaccionar.

-No se preocupe señor Adler, después de todo lo han mantenido fuera de su hija por mucho tiempo, ¿verdad?- digo tranquilo, saber que ese hombre no me hará la vida imposible me devuelve el alma al cuerpo; pero no del todo, sé que algo esconde y estoy dispuesto a encontrar lo que es.

Narra Juls

Vaya momento incómodo

Lo sé, hasta yo me quería ir de vacaciones un buen rato

Pero bueno, ya pasó. Les resumo un poco, luego de la disculpa forzada de Kurt, invitó a Matt a venir a cenar en otra ocasión, para conocerse mejor y todo ese cuento; a Matt no le quedó de otra que aceptar y yo... bueno... ahí me tienen pasando por todos los tonos posibles de rojo y rosado.

A la media hora, Matthew se fue a su casa, diciendo que no quería dejar a sus padres solos por más tiempo; ahora que lo pienso, sería bueno conocer a sus padres en algún momento -claramente mucho menos incómodo que este- porque lo único que sé hasta el momento es que se llaman Ada y Dieter, nada más.



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En el texto hay: pasado, adolescente, amor

Editado: 13.01.2020

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