Perseguida por mi Pasado

Capítulo XX - Entrenamiento

Narra Juliette

Hoy es un día especial

No me levanté por el ruido de mi alarma a la hora habitual, pero mi querido padre me levantó una hora antes, es decir, a las 4am ¡un sábado! Y digamos que no fue de la mejor manera.

Hace unas horas...

Me encuentro en el ring, en un emocionante reencuentro con mi primer contrincante desde que entré al mundo del boxeo, le dicen El Depredador. Al principio, nos dedicamos a esquivar los golpes del otro, como si se tratase de una especie de calentamiento; pero en un impulso que al principio me toma desprevenida, él lanza un golpe cruzado directo a mi abdomen, por lo que me encuentro obligada a echar mi cuerpo hacia atrás mientras trato de recuperar el aire. A leguas se puede ver la satisfacción y la altivez pasar por sus ojos al verme en ese estado, pero en un abrir y cerrar de ojos, le devuelvo el golpe con la misma fuerza y agilidad, sumado a un uppercut hacia su mandíbula, dejándolo acorralado en una de las esquinas. 

Todas las personas que se encontraban vitoreando a favor de ambos bandos, se quedan en completo silencio, ansiosos de ver lo que va a suceder a continuación, un depredador derrotado por su propia sombra. Me acerco a pasos rápidos y seguros hacia la esquina en donde se encuentra, con la certeza de que sigue desubicado, por lo cual no podrá esquivar mi último golpe. Cuando estoy a pocos segundos de lanzar el golpe que lo definiría todo, el potente ruido de unas trompetas me llega a los oídos... esperen, ¿¡trompetas!?

La melodía típica de los campamentos y el ejército de las películas invade mis oídos, cada vez se hace más potente y fastidioso .. y es cuando me comienzo a despertar de lo que al parecer, sólo fue un sueño.

-¡Arriba Julliete!- los gritos de Kurt sobresalían del ruido de las trompetas, y ya, frustrada, abro mis ojos con delicadeza al sentir la luz prendida, para encontrarme a nada más ni nada menos que mi amado padre gritando, sosteniendo un balde con agua, acompañado de sus hombres -Sí, todos- cada uno con una trompeta.

-¡Ya ya ya! ¡Estoy despierta! - espeto con fuerza, a lo que todos se quedan callados.

-Buenos días, pequeña- me dice mi padre mientras baja el balde al piso 

-Vaya manera de despertarme, pa- dije sin pensarlo, a lo que todos abrieron muchísimo los ojos, sí, era la primera vez que llamaba de esa manera a Kurt. En menos de lo que me esoeraba, Kurt me abrazó con fuerza, mientras pronunciaba unas palabras que no era capaz de reconocer; a los pocos minutos, recobró la compostura y se sentó al borde de la cama.

-Bueno, te tendrás que acostumbrar, porque hoy empieza tu entrenamiento para convertirte en mi sucesora, te enseñaré todo lo que sé, mis trucos, mis secretos, te haré impenetrable e imparable, tal como yo. Mentiría si te digo que no vas a sufrir y que no me vas a querer matar en más de una ocasión, pero te prometo que valdrá completamente la pena- dijo mientras se colocaba en pie -Ahora, tienes 10 minutos para estar abajo, si no, una sorpresa te espera- 

-¡Si señor!- dije en tono militar -¡Por cierto! Tocan terrible, muchachos, sin rencores ¿eh?- grité mientras todos salían del cuarto, provocando las carcajadas de los presentes, seguido de exclamaciones como "No aprecian ni el intento" o "Nos obligaron a tocar", por lo cual yo igual me reí mientras entraba al baño.

En un tiempo récord de nueve minutos y medio, me encontraba abajo, ya cambiada con un conjunto deportivo negro. Me encontré a Kurt sentado en una silla al lado de la encimera de la cocina, probablemente esperando esos 30 segundos restantes, y junto a él se encontraba el mismo balde que había subido esta mañana como un último recurso para despertarme... por lo que me acerqué en puntillas hacia él, tomé el balde, y se lo vacié completo ante la mirada de todos los hombres de mi padre, quienes se aguantaban las carcajadas.

-¿¡Qué carajos!?- gritó un emparamado Kurt mientras volteaba fúrico, causando que todos soltáramos la risa, juro que me reí tanto que me dolió el estómago -Ja ja, muy graciosita Juliette, pero se te olvida un pequeño detalle... tienes 5 segundos para correr- dijo malicioso mientras empezaba a caminar hacia mí.

¡Corre por tu vida! No no, ¡Por nuestra vida!

No alcancé a salir de la sala, cuando sentí un abrazo emparamado desde mi espalda, por lo que chillé y estallé en risas, hace mucho no hacía nada parecido...

Actualidad

Luego de ese memorable momento, nos volvimos a cambiar, y me dirije al sótano, para por fín comenzar con el entrenamiento; cabe aclarar que este sótano es realmente enorme.

-Primero lo primero, dale 15 vueltas al sótano, por el borde- dijo serio -Y para asegurarme de que lo hagas, toma este marcador, mis hombres están en diferentes puntos a lo largo del sótano, cada vez que pases por ellos, les harás un punto en la mano, cada uno debe tener 15 puntos, ¿entendido?-

¿Qué acaso este hombre se quiere quedar sin familia? Moriremos antes de lograrlo

-Entendido- dije segura antes de comenzar a correr... esto sería realmente difícil.



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En el texto hay: pasado, adolescente, amor

Editado: 13.01.2020

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