Capítulo 3.

Capítulo 3.

Decir adiós

Hoy mi alma se siente triste, cansada, sola… mi corazón se comprime lentamente en llanto, agonía... mis ojos apagados, oscuros, inexpresivos… una lagrima, lentamente recorre mi espíritu… me siento solo… mi cuerpo sobre el suelo frio observando el techo, pensando en todo lo que pudo ser, todo lo hablado, los planes propuestos, todo aquello que entre risas y miradas nos decíamos, hoy ya no está… se ha ido… para siempre seria la pregunta; ¿por qué me siento así? ¿Por qué me siento triste? ¿Acaso será por el daño que he causado?
Quisiera cerrar mis ojos y dejar mi mente con una imagen negra, pero… no puedo… su rostro se dibuja entre colores radiantes, llena de vida la oscuridad de mis pensamientos… pero nuevamente la incertidumbre me consume…
Me duele el pecho… siempre fui fuerte ante las diferentes situaciones de la vida… pero hoy, una lagrima logra recorrer mis mejillas… falleciendo en mis labios…

Han pasado varios días desde que vi a Amy, su llamada aún no llega… con Julián hemos vuelto a ser más cercanos como antes, su boda lo tiene muy activo, cada vez que suena el teléfono tengo la esperanza que sea Amy pero… una voz de hombre es quien borra mis expectativas… Julián... si… Julián, al menos el si se acuerda de mí…

Me encontraba pintando, plasmando todo aquel dolor, rabia, desespero, solo tenía a Amy en mis pensamientos y mi mano conectada con las emociones emanadas de mi corazón plasmaban en el lienzo trazos fuertes, débiles, uniformes, desordenados… los colores no eran los más vibrantes, el cuadro en si mostraba todo aquello que sentía, Amy era lo único que mi cabeza tenía dibujado… pero en el cuadro se veía algo muy distinto a su rostro... su figura… sus bellos ojos… el cuadro era solo el reflejo de mi corazón...

–Rin, rin… rin, rin…

Ese sonido me saco del trance en el que me encontraba pero aún seguía vigente...

–Halo…
– ¡Huy! ¿Así es como saludas siempre?

Mi cara asida, fría cambio totalmente…

– ¿¡A–Amy!?
–Ríe– ¿esperabas otra llamada?

La verdad si, supuse era Julián ya que era el único que me ¡llamaba!

–Bueno, han pasado varios días sin saber de ti…
–Sí, lo se… ¿me perdonas? –ríe tiernamente.
–Sonrío, ¿Cómo es que cambias mi estado de ánimo tan fácil? –, si… perdonada…
–Bueno, como disculpa… hoy, 8pm en el café…

–La interrumpo– ¡Si de acuerdo!
–Suelta una carcajada– vale, vale, no llegues tarde entonces.
–No te pierdas tanto.
–Hasta la noche –ríe.
–Hasta la noche.

Cuelga.

Mi cara estaba tan iluminada que no era necesaria la luz del sol… esa mujer me está haciendo llegar a un éxtasis, no sentía lo que llaman "mariposas en el estómago" desde hace un buen tiempo, casi olvido esa sensación, ese nerviosismo extraño que se genera solo con escuchar su voz… "enamorarse"… lo llaman algunos, científicos le dicen: "la segregación de dopamina en el hipotálamo"… yo solo lo llamo: perder el control de tus emociones, poniéndolas a merced de un tercero, y por consiguiente no esperes las maneje de la mejor manera posible… Vuelvo a mirar el cuadro que hace un momento pintaba y casi que por un momento no lograba entender por qué me sentía así, decidí no tocarlo más porque mis emociones en este momento eran muy contrarias a las del cuadro y sería una obra inconclusa, enredada, incoherente…

~*~

Me terminaba de alistar puesto que la hora de la cita se aproximaba, me sentía nervioso, no entendía porque tan rápido esa sensación se hacía presente en mí, ¿acaso Amy tiene esta habilidad innata? Enredar mi mundo en solo un lírico sonido emitido a través de sus labios… como podía apoderarse de mis pensamientos de la manera más violenta mandando fuera todo lo que los ocupaban… Mi reflejo en el espejo me mostraba una sonrisa pendeja y mis ojos brillantes... pero en mi interior sentía rabia conmigo mismo por dejar a su merced que me dominase… pero ya es un poco tarde para reaccionar, ya había aceptado sin refutar nada y la hora estaba casi a punto de llegar, termine de arreglar un poco mi camisa y me dirigí a la puerta, tome mi abrigo y las llaves, miro por última vez la hora en mi celular y cierro la puerta.