Pinceladas

Capítulo 4.2.

Capítulo 4.2.

No creas nada

Allí estaba frente a mis ojos… traía un vestido blanco, ¿Cómo puede verse tan perfecta sin mucho esfuerzo? … mis ojos brillaban, lo sabía... mis labios no dejaban de sonreír…

– ¡Amy!
–No llegue tarde ¿cierto?
–Oh no, justo a tiempo.
– ¿Vamos?
–Sí.

Tome las lleves y mi abrigo, cerré la puerta…

~*~

Cuando llegamos Julián nos recibió en la entrada con un fuerte abrazo y una enorme sonrisa…

– ¿Cómo está el padrino de mi boda? Aunque viendo su compañía ya es de esperarse que más que bien.

Mire a Amy quien estaba algo sonrojada.

– ¡Julián! –Respondo su abrazo–, te presento a Amy.
–Hola mucho gusto –sonríe.
–Hola Amy, es un placer… y cuenten ¿Cómo se conocieron?

Ella me mira esperando a que fuera yo quien respondiera, no sé si es una forma de saber cuáles son mis pensamientos... fue algo incómodo y sonreía nervioso...

–Hola Patrick, ¿hola?

Justo Stephenie me ha salvado…

–Hola Stephenie, ella es Amy.
–Hola mucho gusto.
–El gusto es mío –las dos sonríen– bueno sigan.

~*~

La reunión fue bonita, Julián y Stephenie contaban su historia, como se conocieron, sus anécdotas, hubo muchas risas…
Pero yo no podía dejar de mirar a Amy… detallaba cada facción, sus gestos, expresiones, esa forma tierna de mirarme con intriga cuando nuestras miradas se cruzaban en la noche...

Luego de un buen rato, y que todos habíamos cenado, se formaron grupitos, unos felicitaban a Julián y Stephenie por su pronta boda, otros hablaban entre sí, otros simplemente andaban por ahí...

Mire fijamente a Amy… tome su mano…

Se encontraba distraída y me miró confundida...

–Amy…

No decía nada…

–Quiero hacerte una pregunta...

Seguía sin decir nada... pero su atención estaba completamente en mí, lo cual hacia me sintiera más nervioso...

–Nosotros… bueno... me preguntaba si existe la posibilidad de que tengamos algo… no ya, claro, solo… saber si hay esa posibilidad o simplemente seguir como amigos…

Su mano me apretaba… comenzó a acariciarme con su pulgar… miraba a todos lados… Hacia intentos de decirme algo pero simplemente sus palabras se atacaban en su boca… La miraba más fijamente... ahora yo era quien estaba confundido... no entiendo...

–Y ¿bien? –la miraba fijamente a los ojos.

Ahora era ella la nerviosa… suspiraba y cada vez que hacia el intento de decirme simplemente las palabras no salían…

– ¿Te gusto?


Asintió con la cabeza…miraba a otro lado nerviosa, algo sonrojada y seguía acariciando mi mano con su pulgar.
No pude evitar sentirme feliz en ese momento.

–No escuche nada –sonreía.
–S–si… –dijo muy suave.
–No escuche –sonreí.
– ¡Sí! –me miró y sonrió...
–Y… mi pregunta anterior...

Volvió a mirar a otro lado… suspiraba…

No entiendo... que es aquello que no me dice… solo la miraba fijamente esperando una respuesta... pero cada vez que me miraba esa respuesta no salía...

–Y… si te dijera que… solo te puedo ofrecer una amistad... pero durará para toda la vida…

Sentí un dolor profundo… no la entendía...

Justo cuando crees que has logrado avanzar un escalón o muchos escalones en el camino a su corazón... abres los ojos y te das cuenta que lo que hacías era bajar…
El dolor que se siente por una decepción es tan familiar, tan áspero, como aquella hermosa rosa que ves en el camino pero notas que para tomarla debes atravesar un ramo de espinos y sabes que a pesar de tu decisión y de que el premio no se compare, sea inigualable... saldrás herido, lastimado, tu mano sangrara y aun así no se te asegura que puedas tomar aquella rosa… Así es como me siento en este momento, me pregunto si aún puedo llegar a tu corazón...

–Y si… decido cambiar todo ese tiempo... ¿por un instante a tu lado?…

Las palabras simplemente no salían de su boca… deje de insistir en ese momento... todos comenzaron a despedirse... nosotros igual lo comenzamos a hacer…

~*~

Camino a su casa solo la miraba… nuestras manos juntas y solo me acariciaba, había muchos ratos en silencio...

–Y si no llegamos a tener nada… ¿dejarás de hablarme?
–No… ¿porque lo haría?
–Y… ¿cambiarás con migo?
–Bueno, solo te trataré como ello… una amiga…

Bajo su mirada... y suspiraba...

Al llegar a su casa nos detuvimos un momento…

–Entonces… ¿solo seremos amigos?
–Será lo mejor… –me acariciaba los hombros y su mirada esquivaba la mía.


La tome de la cintura... me acerqué lentamente... me miraba nerviosa…

–Es mejor que no… –volteo su rostro, abrocho mi abrigo–, hará frío esta noche… será mejor que te vayas... –seguía acariciando mi pecho.

Note como sus ojos se humedecieron.

–Si no te vas…


La abrace fuertemente… comenzó a llorar mientras me abrazaba...

–Los ojos no mienten... –susurre en su oído.

Luego de unos segundos logro calmarse un poco…

–Bueno… hablamos pronto… –comenzó a caminar sin darme la espalda.
Me quede quieto… solo la miraba… entonces le señale mi mejilla… Sonrío y se acercó, me dio un beso y volvió a alejarse un poco, sonreí y señale mi otra mejilla...

–No caeré en eso –sonreía.
Solo seguí señalándola y la miraba con una sonrisa…
–Bueno ya que… –me dio el beso en la mejilla y tomo mi rostro con sus manos y me dio un pequeño beso en mis labios, se volteó y comenzó a caminar.




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