Pinceladas

Capítulo 27.2

Capítulo 27.2

Sacrificios

Me sentí mal por no poder cumplirle aquella vez a Peyton y no fue la única… Otra vez volvimos a quedar en vernos y nuevamente le falle… Porqué ese día recibí una visita Inesperada de mi familia y no pude llegar… Ella debe estar odiándome por esas situaciones… Pero hoy es diferente… Hace una semana me quitaron el yeso, y aunque debo usar una muleta de apoyo porque todavía tengo la pierna algo débil… Decidí ir a su casa aunque sea a pie… Sí, lo sé… Es una completa locura ya que es al menos una media hora de camino, y a eso sumándole que no soy tan rápido en mi actual estado y el esfuerzo que debo hacer, pero no quiero quedar mal esta vez, por eso haré este pequeño sacrificio… Me aliste, me vende la pierna y salí sin pensarlo…

No podré negar que asentar el pie me dolía, cada paso era una tortura, pero era más mi motivación por ir a verla, por poder estar con ella que el dolor pasaba a un segundo plano…

Luego de varios minutos y de sentir que el camino no tenía fin… Llegue a su casa… Respiré y timbre…

Ella se asomó por la ventana y me miro algo sorprendida, yo solo sonreía, al mismo tiempo sentía alivio porque ya había llegado…

Ella me hizo la señal que le esperara, me senté en el muro del frente, así descanse un poco de la presión que había ejercido en mi pierna… Ella no demoro mucho y salió… Vaya… Todo el dolor que pudiera haber sentido antes ya se había ido con solo verla… Tenía una sudadera gris que le quedaba algo grande,  ya que su estatura no es muy alta que digamos…

Pero aun así se la veía hermosa…

–Hola

–Hola, ¿Qué hace aquí?

–Nada… Solo quería verla…

–Y ¿el yeso?

–Ya me lo quitaron, hace una semana más o menos…

–Y ¿las muletas?

–No las traje…

Me miro algo enojada, pero luego sonrió…

–Acompáñeme allí…

 

Asentí con la cabeza…

Comenzamos a caminar, lento… Yo evitaba cojear al máximo, iba tras ella para que no pudiera notarlo…

Nos dirigimos a la panadería…

– ¿Qué quieres comer?

Me sentí algo apenado…

–Yo nada, pide tú…

–Hay deje la bobada… Diga que quiere…

–Nada enserio…

Me sentía apenado, no porque ella fuera la que pagará, aunque en parte esto tenía que ver, sino porque yo había quedado de invitarle en las ocasiones anteriores…

– ¿Una galleta? ¿Roscón?

–Nada, enserio…

– ¡Hay! –Miro al que atendía–, deme dos donas por favor…

Recibió entonces las donas, pago y nos fuimos caminando, ella tomó una y me dejó la otra, yo solo la lleve en mi mano… No quería comerla… Ella se comió la suya mientras llegábamos nuevamente a su casa… Y nos sentamos en un pequeño muro de la casa del lado…

–Espera, iré a tomar agua…

Ella se dirigió a su casa… Me quede allí sentado esperándola, mire la dona y se me ocurrió una pequeña idea… A lo mejor me saldría con la mía…

Cuando volvió miro que aún tenía la dona en la mano…

– ¡Cómasela!

–No, quiero… No así…

– ¿De qué habla?

–Pues que solo me la comeré sí usted me la da… –la mire pícaramente.

–Hay… Bueno pues…

La tomo entonces en sus manos y me la puso cerca a la boca… Entonces voltee la cara…

–No así…

–Entonces como…

–Con su boca…

Me miró algo confundida… Pero luego sonrió algo coqueta… Y se la puso en la boca… Se acercó a mí poco a poco y cuando abrí mi boca la soltó, casi cae al piso pero alcanzo a cogerla…

– ¡Reciba pues!

–No tengo la boca tan grande… –me reí.

Tomo la dona y la dividió en dos… Y volvió a hacer el proceso, pero esta vez mordió una parte y se la comió… Yo solo medio la tomé y volví a soltarla…

– ¡Cómasela! –reía.

–Démela… –Sonreía.

Cada vez el pedazo se hacía más pequeño hasta que quedó uno lo suficientemente pequeño como para casi rosar nuestros labios… Pero cuando lo sostuve en mi boca ella lo soltó… Y tuve que comérmela… Estaba algo decepcionado… Pero aún quedaba la otra mitad…

Ella reía mucho, sabía mis intenciones y aun así no se negaba… Entonces comenzamos con la otra mitad… Esta vez fue más rápido antes que quedara pequeño… Por lo que quise arriesgarme… Todo o nada… Así que cuando se acercó a mí con el, no mordí la dona, solo deje mi boca un poco abierta esperando ella se acercara más y más… Ella intentaba soltarla pero notaba no lo tenía sostenido… Por lo que volvía a acercarse un poco más cada vez… Y… Luego lo tomé, me lo comí de un solo mordisco y junte mis labios con los suyos…




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