Y fue así que tomaste tu elección, un adiós definitivo, jamás imaginé aquella reacción de tu parte, te creí más maduro, más centrado, que ilusa fui.
Comprendí que solo importas tú y nadie más que tu, te valieron nada mis sentimientos, mis emociones y mi manera de pensar, aquella que solo tú eres el responsable.
Me hiciste quedar como la mala de la película, que la culpa es mía, si por ser sincera soy culpable que así sea, si lo volvería a hacer, claro que lo haría.
Comprendí una vez más que eres egoísta, que solo vale lo que tú sientas o pienses, que creer que todo gira en torno a ti, comprendí que es momento de dejarte ir, de pensar primero en mi antes que en ti, como muchas veces lo hice.
Fue tu elección este adiós definitivo.