Siempre tuve una idea clara sobre ti, hasta que empezaron las mentira.
Aquella vosecita que me decía que algo andaba mal, siempre la ignore por mi corazón.
Decidí confiar en ti, pero mientras el tiempo pasaba, hacías o decías cosas que lastiman y aquella vosecita volvía a aparecer.
Yo decidí seguir confiando en ti, me decía a mi misma que solo eran historias contadas por aquellas que no te querían ver feliz.
Pero la duda crecía día a día en mi conciencia, aquella que no estaba de acuerdo con las decisiones que tomaba mi corazón.
Lo único que quería era ser amada como yo lo hago, pero no fue así, hubieron momentos lindos, no lo niego, pero siempre hay un pero.
Hasta que decidí compartir mis dudas hacia ti, jamás imaginé aquella reacción, bloqueda, una vez más sacada de tu vida, sentí como si me hubieran hecho un hoyo en medio del corazón.
Sentí un vacío que hace mucho no sentía, los días pasan y cada vez disminuye más aquellas ganas de perderme en la nada, un adiós definitivo, aprendí a no abrir mi corazón, pero no me arrepiento de haber sido sincera, un peso menos en mis hombros.
Aunque mis letras seguirán hablando un tiempo de ti, yo seguiré en pie y mirando para adelante, el dolor desaparecerá y quizás te preguntes, ¿Que tonto fui? Pero cuando eso suceda yo ya me habré ido para siempre y mi corazón ya no sentirá nada.