Y la tristeza apagó
el brillo de sus ojos,
mientra su mente
volava en reversa
hacia aquellos recuerdos
donde por un momento
fue feliz.
Y su mundo se volvió gris,
sin saber cuando
retornarian aquellos
colores hermosos,
sin saber cuando
todo dolería menos.
Y se volvió fría y distante,
su sonrisa se apagó
mientras intentaba
volver a ser ella.
Y en el proceso
construía su propia máscara,
aquella que mostraría
de ahora en adelante.
Su proceso fue largo
y muy doloroso,
de día las risas fingidas
y de noche cuando
nadie la miraba
dejaba salir todo aquello,
todo aquel dolor
qué en ese momento sentía.
Se preguntaba muchas veces
en que había fallado o
si había algo malo en ella.
Con el tiempo descubrió,
qué no era ella, sino él.
Aprendió a amarse.