Comencemos.

Hay días en los que desearía que solamente mi arrogancia y falta de fe desaparecieran, que mi persona y mi ser fueran uno con la naturaleza, me doy la vuelta a un espejo y me doy cuenta de que soy humano y que por ley no puedo vivir sin ellas. Es mi legado y mi más profundo tormento.

Mi nombre es Alejandro Paniagua Izquierdo, no soy una persona con vivencias o momentos traumáticos muy fuertes, no poseo la capacidad de empatizar con otros de manera muy factible, no estoy orgulloso de muchas cosas que he cometido, no estoy feliz por callar cuando debí haberme metido, soy joven y me siento abatido.

Aclaro que no soy la persona más sabia de este mundo, aclaro que no soy un santo, aclaro que todo lo que leerán a continuación son cosas que debo decir pero solo puedo escribir.