Por el Amor de la Princesa

Capítulo 2

El sol de la mañana se filtra suavemente a través de las cortinas de mi alcoba, pintando delicados patrones de luz en el suelo. El aire fresco trae consigo el murmullo lejano de la ciudad despertando, pero dentro del palacio, la atmósfera es tensa y expectante. Hoy es el día en que se elegirán a los hombres que competirán por mi corazón. Mientras Livia me ayuda a prepararme, noto cómo sus manos tiemblan ligeramente al ajustar los broches de mi vestido.

—¿Lista para el sorteo, Isabella? —pregunta Livia con una sonrisa que no alcanza sus ojos.

Suspiro, mirando mi reflejo en el espejo. Mis ojos azules reflejan una mezcla de inquietud y determinación.

—No lo sé, Livia. Aún no estoy segura de si esto es lo correcto.

Ella aprieta suavemente mi mano.

—Estarás bien. Eres fuerte y valiente.

La observo por un momento, notando la sombra de preocupación en su expresión.

—¿Qué opinas de La Selección? —le pregunto, tratando de descifrar sus pensamientos.

Livia desvía la mirada, su sonrisa se vuelve más tenue.

—Si a ti te parece bien, entonces no veo inconveniente.

Frunzo el ceño ligeramente.

—Puedes ser honesta conmigo. Realmente quisiera saber qué piensas.

Ella exhala lentamente.

—Solo espero que encuentres lo que realmente buscas, Isabella. El amor verdadero no siempre aparece donde esperamos.

Sonrío ante su sabiduría.

—¿Crees que encontraré a mi amor verdadero de esta forma? —bromeo, intentando aligerar el ambiente—. Soy demasiado hermosa; verás cómo todos quedan prendados de mí cuando me vean.

Livia finalmente ríe, una melodía suave que alivia la tensión.

—Definitivamente, tendrán que esforzarse mucho para estar a tu altura.

Me giro para mirarme en el espejo. El vestido que llevo es de un suave tono marfil, con delicados bordados de hilo dorado que realzan la silueta. La falda cae en capas ligeras, y los detalles en los puños y el escote añaden un toque de elegancia sin ser ostentosos.

—Este vestido es perfecto. Gracias por siempre saber lo que me sienta bien.

—Es un placer —responde ella, inclinando ligeramente la cabeza—. Siempre sabré lo que te hace brillar.

—Nos vemos más tarde, Livia.

Al salir de mi habitación, el murmullo de actividad en el palacio es evidente. Las cámaras y periodistas se han congregado para cubrir el anuncio del sorteo. Mientras camino por los pasillos, me detengo un momento en una ventana que da al patio central. Veo a los guardias formando filas y a los sirvientes corriendo de un lado a otro. Hay más soldados de lo habitual. La sombra de los rebeldes parece alargarse cada día más.

"Haz una nota mental para preguntar a tus padres sobre la situación con los rebeldes", me recuerdo.

Una fotógrafa se acerca.

—Princesa Isabella, ¿podría tomarle una foto para la portada de la revista?

Le sonrío amablemente.

—Por supuesto.

Me coloco en posición, y aunque la sesión es breve, logro transmitir una imagen de serenidad y confianza. Después de agradecerle, continúo mi camino hacia el estudio de grabación.

Al entrar al estudio, me recibe el amable rostro de Andrés Delacroix, nuestro carismático presentador de noticias. Mis padres ya están allí, esperándome con sonrisas alentadoras. Mi hermano Stefan está ausente, lo cual no es sorpresa. Él siempre ha evitado las apariciones públicas. Su espíritu libre y rebelde es algo que compartimos.

Tomo asiento mientras Andrés comienza con los anuncios habituales.

—Buenos días, ciudadanos de Illaris. Hoy tenemos noticias que marcarán un hito en nuestra historia...

Mientras Andrés habla sobre las reparaciones del puente de Luminara y el festival anual de la cosecha, mi mente divaga por un momento. Me pregunto cómo serán los seleccionados. ¿Serán agradables? ¿Sinceros? ¿Estarán aquí por las razones correctas?

La voz de Andrés me trae de vuelta al presente.

—Y ahora, con gran emoción, damos inicio al sorteo de La Selección. Este evento marca el comienzo de una nueva etapa para nuestro reino. Su Alteza Real, la princesa Isabella, está aquí para anunciar los nombres de los seleccionados.

Me levanto y me acerco al micrófono. Las luces brillan intensamente, pero me mantengo firme. Tomo una respiración profunda.

—Queridos ciudadanos de Illaris, gracias por acompañarnos en este momento tan importante. La Selección es una tradición que valoramos profundamente, y hoy comenzamos un nuevo capítulo juntos. Quiero agradecer a todos los jóvenes que han mostrado interés y a sus familias por su apoyo. Ahora, procederé a anunciar los nombres de los seleccionados.

Una urna cristalina contiene miles de nombres escritos en pequeños pergaminos. Introduzco mi mano y saco el primero.

—De la ciudad de Riverside, el seleccionado es... Alexander Turner.

Una ovación resuena, y puedo imaginar la sorpresa en el rostro de Alexander al escuchar su nombre.

Continúo con el sorteo.

Finn Morgan. Gabriel Scott. Henry Adams. Isaac Reed. George White. Harrison Carter. Kile Roberts.

Con cada nombre, siento que el peso de la responsabilidad aumenta. Treinta y cinco hombres serán parte de mi vida en los próximos días, y posiblemente, uno de ellos será mi compañero para gobernar Illaris.

Cuando finalmente termino, sonrío a la cámara.

—Estos son los seleccionados que competirán en La Selección. Mañana temprano, nuestros emisarios visitarán a cada uno de ustedes para explicarles el proceso. En dos días, los esperamos en el palacio. ¡Felicidades a todos!

Regreso a mi asiento, sintiendo una mezcla de alivio y nerviosismo. Mis padres me felicitan silenciosamente con una mirada.

***

El palacio está más vivo que nunca. Los preparativos para la recepción de esta noche están en pleno apogeo. El gran salón ha sido transformado con elegantes arreglos florales de rosas blancas y lirios, y las luces tenues crean una atmósfera mágica. Mi madre y yo nos encargamos de supervisar cada detalle, asegurándonos de que todo esté perfecto.




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