Por favor, no te vayas

Capítulo 03

(Disponible en esa otra aplicación de color n@ranja)

 

Historia original de @ImaProudMixer21

Título original: Baby Please Don't Go

Cuando paso por la puerta siento un escalofrío, odio los hospitales, tal vez por eso fuimos a una consulta privada , levanto la cabeza ignorando la sensación de mareo y veo a mi amiga acercarse a mí, en cuanto nota mi presencia.

-Te ves muy demacrada, solecito, pareces un muerto viviente, cielos, incluso diría que un fantasma- dice mientras pasa una de sus manos por mi rostro -¿Te encuentras bien?

-no- soy sincera- no me siento bien, ni me encuentro bien, pero ¿Acaso importa? Está parece ser la historia de mi vida ¿No crees?- siento las lágrimas acumulándose en mis ojos, solo quiero llorar, tampoco ayuda el sentir que colapsare en cualquier segundo.

-bien, respira, tu puedes con esto, digo, todos están aquí, sus amigos, su familia ¿Crees que puedas soportarlo?

Creo que no, pero es más mi desesperación y preocupación por el estado de Liam que ser el centro de atención de la que estuvo por convertirse en mi familia pasa a segundo plano

-¡Hanna!- sigo el sonido hasta Alice quien se dirige a mí, sus brazos me envuelven con tanta fuerza que me hace tambalear, Perlie me sostiene de manera discreta el brazo ayudándome a recuperar el equilibrio, lo cual agradezco, porque ya me veía en el piso, caería sin esta ayuda.

Les tengo un gran afecto a las hermanas de Liam pero el sentirme tan débil y vulnerable no me permite dar lo mejor de mí en este preciso momento.

-llegaste- susurra sonriendo, creo que para ella la posibilidad de que eso no sucediera era cero

-Llegué- le devuelvo la sonrisa antes de sentir su mano jalando de mi hacia el grupo de gente reunido en la sala de espera

- Mamá, ¡Mamá! mira a quien encontré, Hanna- declara orgullosa, un segundo después todos los pares de ojos están sobre mí

La primera en acercarse es Rebecca, siento la calidez de su abrazo durante un par de segundos antes de escuchar su voz

-Oh, pequeña- se seca disimuladamente una lágrima- No tienes idea de lo contenta que estoy de verte aquí, claro que entendía si no hubieras venido...-creo que acaba de notar lo que Perl a mencionado un par de veces, parezco un fantasma- tu intención era asustarme, jovencita, ¿o estas buscando preocuparme? porque admito que lo has logrado- creo que me delata la piel pálida, las ojeras entre otras cosas

-no sé de qué...

-¿Dejaste de comer?¿has probado bocado? estas muy delgada Hanna Jones, también más blanca que un papel, no me gusta para nada lo que estoy viendo- agacho la cabeza ante el regaño, justo como lo hacía cuando mi madre me regañaba, se siente muy similar

-Becca, no atosigues a Hanna, deja eso para después, primero permíteme darle un abrazo, después podrá comer algo y descansar- con una risita escondida detrás de un falso enfado se aparta para que William me abrace, luego su sonrisa se desvanece convirtiéndose en una expresión de preocupación al igual que la de su esposa

-Becca tiene razón en estar preocupada, mira como te encuentras- retrocede para que Ali pueda volver a abrazarme, tras saludar con todos los presentes me refugio en una esquina con mi mejor amiga a mi lado

-Hanna ¿Cuándo fue la ultima vez que comiste?

-yo...yo...la solo idea de pensar en comida me da arcadas, Perl

-Aun no entiendo como es que quedaste embarazada, eres la persona más cuidadosa y organizada que conozco, sobre todo con los anticonceptivos

-Ya lo sé, recuerdas la fiesta de Steve, a la que no pude ir por el resfriado

-Claro

-Estuve leyendo, al parecer la medicina para la gripe contrarresto el efecto de la píldora

-Creo que alguien debió comentar aquello antes, no te parece

-Lo sé, esa información hubiera sido valiosa hace un par de semanas- me rasco la cabeza nerviosa, no me gusta este ambiente y todo empeora cuando veo a Leo con un topper de plástico en la mano, siento las nauseas demasiado fuertes, incluso sentí una arcada, por lo mismo salí corriendo al basurero más cercano antes de devolver el estómago

La mano cálida de alguien acaricia mi espalda tras hacerme una coleta mientras dejo ir lo poco de comida que había ingerido en el día

-Gracias Pe...- me quedo muda al ver a Becca detrás de mí, su mirada de cariño y comprensión me hace sentir de cierta forma...segura

-Comprendo todo ahora- dice acariciando mi hombro, libero mi cabello - me imagino que aquí dentro hay un gran enredo ¿verdad?- dice acariciando mi cabeza, sollozo bajito y asiento, me da refugio en sus brazos donde puedo llorar tranquila

-Sabes, yo no puedo decidir por ti, mucho menos te puedo indicar que debes hacer, pero quiero que sepas, que cualquier decisión que tomes, te apoyaré, porque sé que eres capaz de saber que es lo correcto, aun así...creo que Liam merece saberlo, no entiendo muy bien que fue lo que sucedió, pero por como reaccionaste, sé que te hizo mucho daño, mi niña, no puedo exigirte perdonarlo, no sin saber que pasó o lo que mi hijo hizo, no se si fue tan grave como para que no lo perdones- dice mientras camina conmigo al mismo lugar en el que me había estado escondiendo, aquel sofá en la esquina- amo a Liam, es mi niño y nunca podría dejar de amarlo, pero eso no evita que sepa cuales son sus fallas o que no las reconozca, porque nadie es perfecto, lo sé porque yo también me he enfrentado a ciertas cosas complicadas, como todos, por eso te digo, si crees que de alguna forma, aquello tan bonito que formaron tiene una solución, puedas perdonarlo y quieres intentarlo, hazlo, si no, continua tu sola, en paz, solo recuerda que tal vez en un tiempo, puedes cuestionarte si hubiera sido correcto tratar.

Asiento, tratando de asimilar sus palabras, Becca me acogió como una madre desde el inicio, incluso para los regaños, creo que aunque no he mencionado nada realmente ella es capaz de darse cuenta de lo que estaba pasando.




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