Miro a la bebé en mis brazos, es muy pequeña, demasiado, apenas y me cabe en las manos, no respira, eso parece, Liam me la quita, no puedo ir por ella, no puedo evitar que este por entregársela a un hombre que parece malvado, de pronto la pequeña suelta un sonoro llanto…
Escucho algo, centro mi atención en definir que es, pero no puedo, quiero despertar, pero se me hace muy difícil, el sonido se intensifica, es agudo y estridente, es un llanto.
Abro los ojos, mi cuerpo se siente pesado, me duele todo y no entiendo cómo llegué aquí, busco con la mirada una cuna, pero no veo nada, solo recordaba que no había escuchado un llanto, ¿y si algo le pasó a mi bebé? de pronto encuentro el origen del sonido que me despertó, la incubadora está en la habitación, un poco alejada de mí y en ella hay una bebé, tiene muchas cosas conectadas, un gorrito rosa y está llorando a todo lo que da, es mi hija, lo sé porque yo compré ese gorro y porque puedo notar desde aquí que tiene la cara de Liam, yo también estoy conectada a muchas cosas, la maquina a mi lado empieza a emitir un sonido molesto, supongo que porque mi corazón se está acelerando al ver por segunda vez a mi bebé, después de tantos meses, después de tanto ella está aquí, está bien, al menos eso parece, la puerta se abre, veo a una enfermera entrar con una sonrisa y detrás de ella, está Liam, tiene los ojos llenos de lágrimas y se sorprende al verme despierta, le avisa a la enfermera quien al notarlo deja a la bebé para salir rápido de la habitación, no sé qué está pasando pero tengo la impresión de que no me va a gustar saberlo.
Un par de minutos después tengo un par de médicos evaluando todo en mí, mientras la bebé fue llevada a no se donde, Liam me observa desde una esquina de la habitación, con una expresión entre aliviada y temerosa.
-Hanna, necesito que tomes esto con calma, estuviste en coma tres semanas - me deja saber la Dra. Davis
-Tre…tres se…sema…semanas- no sé porque me cuesta tanto hablar, pero mi cerebro está más centrado en asimilar lo que me acaban de decir, llevo dormida tres semanas
-Aún no sabemos porque pasó, pero lo importante es que parece no haber secuelas a nivel de funciones y sensorial en todo tu cuerpo
-De…de a…acuerdo- susurro- pu…puedo…ve…ver a…mi…b…bebé- Lily sonríe y asiente con la cabeza, le indica algo a la enfermera quien también asiente y luego desaparece por la puerta, un par de minutos después trae a mi una pequeña envuelta en una sábana lila, me ayudan a sentarme y Liam sin decir palabra se pone en mi espalda dándome soporte, no puedo cargar a la bebé por mi cuenta, mi cuerpo se siente como cuando haces demasiado ejercicio, supongo que por estar tanto tiempo inactivo, así que mi novio me ayuda a sostener el poco peso de nuestra hija, es raro no verla llena de cables como hace unos minutos, pero así puedo apreciar lo bonita que es, paso mi mano por su carita muy despacio, se ve tan frágil que temo hacerle daño
-Ho…hola be…bebé…soy…tu ma…mamá- una lágrima cae por mi mejilla, soñé tanto con este momento y ahora es real, está aquí
-Destiny y yo te echamos mucho de menos- me susurra Liam, sonrió
-¿Des..Destiny?
-Ella lo eligió, ¿recuerdas?
Nuestro momento se ve interrumpido por un hombre que no conozco, se presenta como el Dr. Scott, pediatra especializado en niños prematuros, Liam pregunta el porque la bebé ya no está conectada y porque se llevaron la incubadora.
Hace su explicación lo más simple que puede, nos dice que el método canguro y los cuidados recibidos han sido efectivos
-Mientras la Dra. Davis revisaba a Hanna, yo evaluaba el progreso de la bebé, hoy, con su primer llanto, demostró que sus pulmones ya son capaces de hacerlo solos, ella es capaz de respirar por sí misma por lo que el oxígeno ya no es necesario, por otra parte y dado que ya despertó podemos empezar a intentar alimentarla sin la sonda, si no lo logra, la volveremos a ubicar, también está regulando su temperatura, aún requiere de algunos cuidados, pero ya no necesita de la incubadora
-pe…pero llevo…tre…tres sema…semanas sin…darle…pecho, no creo que….que pue…pueda alimentarla
-La leche no se va así como así, en promedio son cuatro semanas, podemos intentarlo, si gustas- me aclara Lily, si quiero intentarlo así que asiento, un par de minutos después, cuando la doctora comprueba que aún estoy produciendo leche y bajo su supervisión lo intento, cuando empieza a succionar, duele y casi me arrepiento, incluso debo aparentar la mano de Liam quien ha permanecido aquí en silencio durante todo este tiempo, realmente duele, veo como se le escapa una gotita por un lado de su pequeña boquita y me siento feliz de que soy capaz de alimentarla, no tengo idea de cómo, pero lo estoy haciendo, puedo ver sonreír a la doctora.
Me cuesta un par de horas poder hablar normalmente, la doctora dice que son cosas que pasan cuando el cuerpo está inactivo tanto tiempo
La bebé duerme plácidamente sobre mi pecho siento su pequeño cuerpito pegado al mío, es tal y como la imaginé cientos de veces, no se mueve, al igual que su padre quien me observa mucho, la doctora nos dejó tras explicarnos cómo hacerle repetir, finalmente estamos solos, solo los tres, nuestra pequeña y nueva familia
Se que debería dormir en su cuna pero es tan pequeña, tan indefensa, tan mía, acaricio su cabecita mientras tarareo una canción, mi mente me atormenta de vez en cuando, con preguntas como: ¿qué hubiera pasado si me tomaba esas pastillas ese día? ¿Qué hubiera pasado si no lograba huir de Alexander aquella vez? ¿si hubiera escuchado a Liam cuando volvimos de la consulta?
La pequeña suelta un sonidito raro, acaricio su espalda, aun no es su hora de comer, sobretodo porque acaba de hacerlo, respira lentamente otra vez, volvió a quedarse dormida, nada malo pasó, todas las decisiones que tomé son las correctas porque ahora la tengo aquí conmigo, con nosotros.
-¿Está dormida?- me sobresalto ante el susurro de Liam, lleva tanto tiempo en silencio, asiento despacio, y me quedo viendo a mi niña