Capítulo 29

Liam

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-No me toques- sus manos eran extremadamente delgadas, podía ver sus huesos y su bello rostro se veía demacrado, las marcas en sus brazos y su actitud tan ansiosa me preocupaban, me sentía un idiota, si le hubiera dicho lo que sentía por ella tal vez no habría salido con el imbécil de Alex

-Detente, Hanna ¿a donde se supone que vas?

-¿Te importa? no verdad, me voy con Alex a su departamento

-Hanna- se lo que va a hacer, se que ella lo detesta pero él la tiene controlada

-Solo él me hace olvidar lo que viví, no lo entiendes- su voz esta quebrada de dolor, me acerco con cuidado

-Vamos

-No, quiero estar en su departamento, aunque bueno, no es suyo porque le pusieron Alexandro no Alexander así que si buscan como su propiedad nunca la van a encontrar...

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Miro a la pequeña que descansa en mis brazos, el recuerdo me cae como anillo al dedo, ya sé donde puede estar

Llamo a la policía y a los detectives en cuestión de minutos todos estamos en esa dirección, el edificio se ve algo antiguo, subimos las escaleras, estoy detrás de un policía con un chaleco antibalas, porque resulta que también uso este nombre falso para comprar armas, no sabemos que tan peligroso puede ser, golpean pero no hay respuesta

-Mi amor- digo en voz alta

-LIAM- se escucha, más que un grito, un gemido de suplica, es Hanna, otro oficial da una señal y la puerta cae al piso, ahí está, recostada en la cama, sus manos están atadas, sus pies descansos y encadenados, se ve extremadamente delgada, me abro paso entre los policías sin importar las advertencias, en cuanto tocó su mano entro en pánico

-Está ardiendo, llamen una ambulancia- cortan las cadenas que la mantienen cautiva y se llevan el cuerpo inerte de Alexander, no sé si esta muerto, pero espero que si, porque de lo contrario yo lo mataré, o mi suegro lo refundirá en prisión de donde jamás debió salir.

Si el transcurso al hospital en la ambulancia si me hizo largo, la espera a que me den noticias es eterna, los minutos siguen pasando, cuando un doctor que no conozco sale

-El señor Alexander- no hay respuesta hasta donde sé, sus padres lo abandonaron en cuanto piso la cárcel

Un policía se acerca indicando que necesitan interrogarlo, la respuesta del doctor tal vez me vuelve una mala persona por sentirme tan bien.

-Se encuentra dentro de un coma por la sobredosis, las posibilidades de que sobreviva son casi nulas- indica, busca entonces con la mirada

-La señora Hanna Jones- me pongo de pie y el hombre se acerca a mi

-El desmayo es por inanición parece no haber comido por casi una semana, esta deshidratada y la mastitis esta causando fiebre, la estamos alimentando mediante un suero, tendremos que ponerle un medicamento para suspender su producción de leche, también vamos a realizar un examen toxicológico para poder contrarrestar los efectos que las sustancias que podía haber ingerido o a las que el hombre la sometió, necesitamos la firma de la familia inmediata

-Claro, soy su prometido- firmo el papel, se lo mucho que le va a doler a Hanna, no poder seguir amamantando a Destiny pero es lo mejor, tengo miedo también por que no se si Hanna recayó

-No despertará pronto pero por el historial del coma extendido de forma sospechosa es preferible que ella permanezca con alguien ¿le gustaría acompañarla?- asiento

Verla en la cama así me pone nervioso, hago un par de llamadas, espero que para la mañana estemos en casa, tras recibir los resultados de los exámenes. Acarició su cabello y un par de minutos después Taylor y Perlie llegan, revisa a su amiga a su amiga evaluando todo con los ojos llenos de lágrimas, preocupada, le cuenta cosas que hizo Destiny en su ausencia, le dice lo mucho que Taylor disfruta estar con ella, cosa que todavía no me fascina, al final del día, volvemos a ser solo nosotros, incompletos y rotos, pero juntos

Con la autorización de los doctores, me llevo a Hanna a la casa, contrato seguridad después de que la Dra. Davis me explique lo que le dijo a mi prometida, y con lo que pasó después era más que claro quien había atentado contra Hanna. Gracias a los medicamentos y los sueros, Hanna ya tiene más color, sus labios ya no se ven quebrados y su respiración ya no es tan acelerada, como la encontré, su temperatura a disminuido, la enfermera quien nos ayudaría un par de días dejó instalando todo antes de abandonar la habitación, de pronto el sonido de mi monitor me llamo la atención, mire la pequeña pantalla, la bebé estaba despierta, e iba a empezar a llorar, la deje dormir en su habitación mientras instalaba a mi esposa en la cama, pero ahora podía volver a su moisés en la habitación, volví con la pequeña mirándome a los ojos, ese color de ojos, son iguales a los de su madre

-Me das a mi bebé- volteo a ver, Hanna tiene los ojos abiertos y apenas puede levantar sus manos, me acerco y le entrego a nuestra bebita, la acaricia con los ojos llenos de lágrimas.

Hanna

El cansancio parece haber desaparecido, pero sigo alerta, me levanto asustada antes de notar que estoy en un lugar familiar, mi cama, mi habitación, el olor a bebé llena mis fosas nasales, me toma unos minutos asimilar que estoy libre, muevo con temor mi pierna, ya no siento la opresión de la cadena, estoy en mi casa, ya no siento dolor, supongo que es por el medicamento que está en el suero a mi lado, veo a Liam está tan centrado en nuestra bebé que no se da cuenta de que estoy despierta, espero no estar soñando, no lo soportaría.

En cuanto la tengo en mis brazos, saco fuerzas de donde no tengo para sostenerla, la veo igual, como si no estuviéramos separadas ni un solo segundo, sentirla, olerla y verla me dicen que no se trata de un sueño, de verdad estoy aquí

-Hola Destiny, mamá te extraño mucho- su manita se aferra a mi dedo, mientras mis lágrimas caen sin permiso