¿por qué... ? ¡¡me enamoré!!

XXIII - INCIDENTES

La pareja estaba a un par de días de cumplir un año de matrimonio, y la hacienda estaba con un resplandor mejor que el de antaño, el abuelo los había llamado así que Rosa y Antonio se quedarían en la hacienda.

-. Mis niños mucho cuidado – Rosita siempre tan preocupada

-. Todo está revisado – Antonio trataba de disimular su preocupación – que tengan un buen viaje

-. Los voy a extrañar Paula ase acercó a abrazarlos porque ellos siempre le habían demostrado un cariño único que no había tenido

-. Estaremos en comunicación – Luis también se despidió cariñosamente de ellos

Subieron a la camioneta y emprendieron el camino a la bulliciosa y ajetreada ciudad.

-. Se terminaron nuestras vacaciones – Luis toma su mano y la besa

-. No negaré que al empezar esta aventura creí que íbamos a salir odiándonos o quizá algo peor – ambos se sonríen

-. ¿Y ahora qué piensas? – Paula preguntó con timidez

-. Que fue la mejor decisión que mi abuelo me obligo a tomar – ella se acerca y besa dulcemente su mejilla

 De la nada un auto les cierra el camino y los obligan a subir en ese auto cubriéndole sus rostros con unas telas negras, Luis aprovecha para llamar a su abuelo y que él escuche todo lo que está pasando con la esperanza que los puedan encontrar rápidamente. Paula no s eatrevía a gritar y solo sujetaba la mano de Luis fuerte, el camino duro una media hora tal vez no estaban tan seguros, los bajaron y los dejaron en un almacén abandonado o un granero.

Luis saca la tela de su cabeza y se la saca a Paula quien lo abraza y empieza a llorar de lo asustada que está; Luis mira a su alrededor, pero solo hay algunas herramientas oxidadas e inservibles el piso es tierra, solamente la puerta al parecer ha sido cambiada y fortificada

-. ¿Dónde estamos? – Paula intentaba volver a la calma

-. No tengo idea – sus manos no se soltaban – solo esperemos a ver quién nos quiere hacer daño

-. Amor tengo miedo – Paula se abraza a él casi temblando y Luis sentía una calidez inigualable cada que la escucha decirle así, pero está preocupado por no podrá proteger

-. Estaremos bien – Luis saca su celular y sigue en la llamada, él pone en silencio el dispositivo y espera que la batería le dure.

-. Justo cuando creí que todo iría bien – le susurro Paula, Luis besa su coronilla para tranquilizarla estaremos bien

POR OTRO LADO

El abuelo en cuanto recibió la llamada y escucho las amenazas llama a Ricardo ambos salen sin más, para no preocupara a Cecilia ni armar un alboroto con un amigo que es detective y se dedica a la seguridad privada.

-. Si mantenemos la llamada podremos tener una ubicación – alentaba él

-. Padre por favor ellos podrían estar en grave peligro – la camioneta se detiene de manera brusca

-. ¿Qué sucede? – el amigo señala a la camioneta que estaba en medio del camino con las puertas abiertas y el motor encendido

-. Esto no es un simple robo – el amigo inspecciona cada centímetro del vehículo – ellos son los objetivos, y que las llaves siguen en su lugar el bolso de la señora también está aquí todo está, salvo el celular de su nieto

-. No entiendo quién sería capaz – el abuelo estaba muy preocupado

-. Víctor – Ricardo habla entre dientes con su mandíbula muy apretada

-. Iremos a buscarlo – estacionan la camioneta en donde iba la pareja y se subieron en la de ellos, llegando a la casa del señor quien no estaba muy contento de recibirlos.

-. ¿Qué hace en mi propiedad? – Ricardo quiso irse de frente a los golpes, pero el abuelo se lo impidió

-. ¿Qué has hecho con mis nietos? – fue directo y Víctor se sorprendió ya que su rostro se descompuso

-. Se equivocan decidí olvidarme de su familia – el abuelo se sorprendió ya que algo de amor asomaba en esa decisión

-. De acuerdo – se retiraron, aunque Ricardo no se quedó convencido

-. Papá en serio ¿Le creíste? – el abuelo entendía que ara +el Víctor sería el culpable, pero después de vivir tantos años sabía distinguir las mentiras e hipocresía de las personas

-. Hijo por favor seguir atrás de él sería una pérdida de tiempo – Ricardo intentó tranquilizarse y enfocarse porque de verdad estaba preocupada por sus hijos – entonces ¿Quién fue?

-. Ya hemos hecho una triangulación de su posible ubicación – repite aquel detective con uan ligera emoción – corta la llamada para que cuando estemos cerca podamos marcarle de nuevo- el abuelo lo hizo con una angustia infinita en su corazón

EN EL ALMACÉN

-. Amor empieza a hacer frío – habían encontrado un lugar donde poder descansar, Luis la abrazaba

-. Tranquila estoy junto a ti - Paula lo abraza más fuerte y en ese momento suena el portón y ambos se ponen en alerta, mirándose porque en ese momento las palabras sobraban

-. ¿Ya no están en edad de jugar las escondidas muéstrense? – ambos abren los ojos demasiado porque no podía creer que alguien así pudiera estar detrás de todo – no estoy de humor, hablemos y esto terminara pronto tanto ustedes como para mí – ambos salieron enojados y con seguridad

-. Estaba tan segura de que no te volvería a ver – Paula tomó la palabra

-. Tranquila hijita – Beatriz estaba vestida de negro y con un pantalón prenda que ella en realidad odiaba, sin una gota de maquillaje, con gorra y unos lentes como si deseará ser otra persona – yo luche por algo y simplemente he venido a recuperarlo

-. Todo esto por el maldito dinero – Paula estaba herida porque ella nunca significaba nada para su madre

-. El dinero es lo único que logra hacerme feliz y lograr que mi corazón lata muy fuerte – ella hablaba como si de un discurso inspirador se trataba sin importarle que lastimara a su hija

-. Eso ya ni siquiera me sorprende – Paula intentaba ocultar sus emociones y sobre todo la decepción

-. Bien está ya me está cansando – trono los dedos y un chico bastante joven que al parecer le tiene miedo le entrega un folder manila – solo necesito que firmes y todo quedara a mi nombre




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