primer encuentro
Las personas de la biblioteca me recomendaron los servicios de una bibliotecaria, que según ellos era una experta en poner orden y remodelar bibliotecas, me dijeron que cuando la contactaran harían una cita para que pudiéramos hablar. Luego de una semana recibí una llamada de la biblioteca avisándome que la experta ya estaba disponible y que si yo lo quería ella podría dirigirse a mi casa inmediatamente. Así concertamos una cita para las 10 am del día siguiente.
A las 10 am del 11 de marzo sonó el timbre, mi nana estaba ocupada así que yo fui abrir la puerta y allí estaba, una pequeña mujer con el cabello rizado un poco revuelto, unos jeans gastados, una franela con el número pi grabado, tenis blancos que se veían bastante gastados y un suéter abierto muy parecido a los que usaba mi nana comúnmente.
La chica se veía muy joven de cara pero su aspecto general no era para nada sobresaliente, la mire por unos minutos antes de preguntarle que deseaba y con una voz un poco fina pero sin ningún rastro de emoción me dijo:
Eso fue todo lo que dijo, yo le indique que entrara y le pedí que se sentara en una de los muebles del living, ella de forma natural y muy sutil lo hizo y de inmediato procedió con su profesionalismo.
Demás está decir que su forma displicente y estrictamente formal llamó mucho mi atención viniendo de una mujer tan joven. Enseguida llegamos a un acuerdo, ella estimo que tardaría un mes en completar el trabajo según mis exigencias y yo le pagaría cada 5 días 10 $ diarios en efectivo. Se fue prometiendo que volvería al día siguiente a las 9 am y yo volví a mi rutina aburrida y monótona de entonces.