CAP. VII
Dia 17
Después del lunes, todos los días a las 3 pm iba a la biblioteca para ver a angelique, ella me hablaba de los libros que tenían mis padres, me enseño muchas cosas acerca de ellos. También me di cuenta que cuando hablaba de libros cambiaba por completo, sonreía y se le iluminaban los ojitos como a una niña pequeña frente a su juguete o golosina preferida… me fascinaba. Un día se atrevió a preguntar por qué estaba en silla de ruedas y le conté sobre el accidente con mis padres…
- Lamento escuchar eso, me dijo con algo aflicción en su voz.
- Está bien, ya ha pasado un tiempo desde eso.
- ¿Pero aun no lo has superado verdad? Me dijo.
- Nunca se supera una tragedia como esta le dije.
- ¿Y por qué no puedes caminar? Pregunto.
- Los médicos que me operaron dicen que mi operación fue un éxito pero no entienden por qué aun no puedo caminar, respondí.
- Tal vez tu problema no sean tus piernas, me dijo mirándome a los ojos, tal vez tu problema está en tu corazón…
- ¿Tú crees eso? Sonreí mientras le decía sacudiendo un poco mi cabeza en negación.
- He leído muchos libros, la gente no tiene idea de la cantidad de cosas que se pueden aprender de ellos, y a mí me gusta aprender. Entre esas cosas que he aprendido está el hecho de que muchas cosas que pasan a nuestro cuerpo provienen directamente de lo que sentimos o por decirlo mejor, de lo que pensamos, tal vez en lo profundo de tu subconsciente te sientes culpable por lo que le ocurrió a tus padres y por eso sientes que el no volver a caminar seria tu castigo merecido por tu culpa, tal vez piensas que lo mereces por no haber muerto tu también…
Esas palabras me llegaron al alma como un rayo y no pude dejar de pensar en ellas…