Por Siempre

CAP. VIII

Día 24…

Esta es la tercera semana de angelique viniendo a mi casa. Cada mañana a las 9 am. La recibo en la puerta, ahora nos saludamos mas como amigos. Después de nuestra conversación de la semana pasada decidí hablar con mis médicos y estos me refirieron a una buena psiquiatra con quien estoy realizando terapia. También comencé rehabilitación y para ello convencí a angelique que me acompañara, alegando que no tenía a nadie más, después de mucho rogarle, a regañadientes ella acepto, pero le preocupaba que eso retrasaría su trabajo con la biblioteca, y en el fondo eso era lo que yo pretendía, quería verla a diario, me gustaba hablar con ella, sus expresiones, su sabiduría, me calmaba el alma estar en su compañía.

La última vez que hable con Manuel me dijo que ya estaba en un gran problema, que me había enamorado de angelique sin siquiera darme cuenta, yo le dije que solo éramos amigos y me aconsejo que hablara con mi psiquiatra al respecto y así lo hice en mi siguiente consulta.

  • Oiga Dra. ¿Usted cree que yo me pueda haber enamorado de la chica que arregla mi biblioteca? Le pregunte un poco apenado.
  • ¿Por qué piensas eso? me replico, ella es una mujer y tu un hombre, que habría de extraño.
  • Bueno, es que en realidad no hace mucho que la conozco y no se casi nada acerca de ella, no es una belleza extraordinaria tampoco y nuestro trato se basa generalmente en libros y mi  salud física y mental.
  • Bueno. Ese es el comienzo de una buena relación de amistad… queda de tu parte avanzar o retroceder dependiendo de tu interés y el de ella, aunque el hecho de que se preocupe por tu salud ya es un avance significativo.



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En el texto hay: separacion, dolor, amor

Editado: 04.02.2021

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