CAP. XVII

Coacción

El investigador me entrego un informe, no había nada inusual, mi ángel venia a mi casa, iba a la biblioteca, arreglaba una en otra casa, todo era normal, eso yo lo sabía, hasta que llegue a la parte en donde vivía, resulta que no iba a ningún sitio fijo, a un motel, una posada, un albergue,  eso me irrito muchísimo y decidí tomar acción, iba a coaccionarla para que se quedara conmigo en mi casa así se enojara.

Cuando mi ángel llego a mi casa la invite a ver una habitación que estaba al lado de la mía con la excusa de que necesitaba su ayuda con algo allí, ella no dudo porque ella sabia cual era mi habitación, así que no pensó mucho en mi petición, cuando entramos cerré la puerta detrás de mí y le pedí que se sentara en la cama y le pregunte que pensaba de la habitación.

-es muy bonita, cálida y acogedora, ¿a quién vas a traer? Preguntó

Con resolución le dije contundentemente

-¿a quién crees que traería?, eres mi novia, Esta será tu habitación de ahora en adelante, solté sin más.

-¿Qué dijiste? Me pregunto sorprendida

-lo que escuchaste –le dije en tono autoritario- a partir de hoy te quedaras aquí y no me darás ninguna excusa ridícula por qué no te lo creeré, ya sé como vives, así que olvídalo y mas te vale que no pienses en escapar de mi porque te encontrare donde sea que vayas ¿entendido?, solté de un solo golpe aunque por dentro estaba temblando de los nervios esperando su reacción.

-pero teníamos un acuerdo, replico, y aun no puedes caminar, me dijo cruzándose de brazos y poniéndome mala cara.

-pues ese acuerdo es diferente por que cuando pueda caminar no te quedaras en esta habitación, si no en la mía, solté mi discurso y me dispuse a salir sin escuchar su réplica, pero lo único que escuche fue su dulce risa que hiso que mi corazón latiera aún más rápido.

-está bien, tu ganas me dijo, me quedare aquí hasta que puedas caminar y volvió a reír y yo con ella. Estaba sumamente feliz por ese resultado.