Búsqueda
Llego el fin de año y con eso comenzó una nueva etapa en nuestras vidas, nos amábamos profundamente y nos obsequiábamos con el placer de nuestros cuerpos cada vez que nos provocaba (y eso era bastante seguido) aunque en realidad yo nunca podía estar completamente satisfecho, siempre quería más y más.
Nuestra dicha se empaño un poco cuando volvió a desaparecer, yo no estaba para nada contento con esa situación así que me puse a buscar entre sus cosas para ver que podía encontrar que me pudiera dar una pista sobre sus desapariciones, pero me sorprendí al ver que ella casi no tenía nada, solo su ropa y zapatos que eran suficientes para una semana, algunos libros en diferentes idiomas (yo no sabía que ella conocía otros idiomas) y sus utensilios de higiene personal, nada más. Para ser una mujer era realmente austera, parecían las pertenencias de una persona muy pobre o de alguien que viajaba mucho.
Me sentí profundamente desconcertado, fui a la habitación vecina a ver si de casualidad había dejado sus otras cosas allí pero nada, no había nada más. Como no pude encontrar respuestas decidí que cuando volviera la haría contarme todo lo que aun me escondía, no es que desconfiara, pero necesitaba saber todo sobre ella. La semana paso y mi ángel por fin volvió para mi alivio, aunque cuando la vi se veía mas pálida de lo normal y eso me hizo encender alguna alarma en mi cerebro, algo no estaba bien y tenía que averiguarlo inmediatamente.
-mi ángel tenemos que hablar, le dije seriamente.
-Umjum, dime Antón. ¿Qué sucede?
-Eso es lo que yo quisiera saber, ¿Qué me ocultas amor? ¿Qué no me has dicho? ¿No confías en mí? ¿No me amas? A ver explícame, ¿Por qué tienes tan pocas cosas? ¿Por qué tienes esas marcas extrañas en tu cuerpo? ¿Por qué desapareces? ¿Te ocurre algo malo? ¿Eres una especie de espía o algo así?
Ella me miraba atónita, creo que eran demasiadas preguntas juntas, por lo que tomo aire y me respondió.
-Antón querido, te amo con al alma y cada fibra de mi ser, en efecto hay muchas cosas que aun no te he dicho y que tal vez nunca te diga, pero deberás confiar en mí, no soy una espía ni nada de eso, solo me gusta vivir de manera simple y sencilla, no me gusta tener mucha ropa porque eso me facilita la vida, al no tener mucho de donde escoger las opciones son limitadas por lo que así no pierdo el tiempo, además mi casa es el mundo, como nuca sabia donde iba a estar o por cuanto tiempo, era más conveniente tener pocas posesiones, además si me amas y puedes vivir con eso está bien, pero si no puedes aceptarme como soy entonces…
Esa última frase me helo la sangre y un miedo terrible se apodero de mi alma, enseguida la tome en mis brazos y la bese con pasión, con necesidad, con furia, no quería que me dijera esas cosas, no quería perderla, no podía siquiera pensar en esa posibilidad y así sin más cese la búsqueda, no quería tener problemas innecesarios son mi ángel, confiaba en ella, quería confiar y para eso tendría que aguantarme mi curiosidad y esperar a ver si algún día por su cuenta se atrevía a contarme ese secreto suyo, esa parte intrigante de su vida de la cual no tenía ninguna idea.