Por Siempre

CAP XXIII

Pérdida

Pasaron horas y nadie me decía nada, finalmente el cansancio me venció y me quede dormido en una silla, a la mañana siguiente cuando desperté fui a averiguar cómo estaba mi ángel y la respuesta de la enfermera me dejo sin alma. Casi caí al piso, mis piernas me fallaron y mi corazón se acelero de tal manera que sentía que no podía respirar, agarre fuerte mi cabeza y me desmaye. Cuando volví a despertar mi nana estaba llorando junto a mí, pregunte por mi amada y confirmo lo que yo ya sabía.

Horas antes…

-enfermera como se encuentra mi prometida pregunte a la mujer tras el mostrador de la emergencia

-quien es su prometida joven, me pregunto

-Angelique do santos respondí

La enfermera me miro algo confundida y me dijo…

-la señorita fue transferida, su cuidador se la llevo a otro hospital durante la madrugada.

Ahora que volví a recordar esas palabras corrí de nuevo a la recepción y esta vez estaba otra enfermera. Ella no sabía nada del traslado de mi ángel. Yo me enfurecí y le pregunte a los gritos.

-COMO ES POSIBLE QUE ALGUIEN SE LA LLEVE SI YO LA TRAJE, YO SOY SU PROMETIDO, ELLA NO TIENE A NADIE MAS

-disculpe joven pero quien se la llevo debe haber presentado un documento que lo acreditaba como el custodio, de otra forma no la hubieran sacado de aquí, me dijo la enfermera.

Fui con la policía y me dijeron que no podían hacer nada, que el documento que habían presentado era legal y que no tenían permitido revelar información al respecto.

Enloquecí. Durante días me dedique a buscar en cada hospital, clínica o consultorio que hubiera en la ciudad, cuando no encontré nada decidí buscar en las ciudades vecinas y nada. Pasaron días, luego meses y no tenía noticias de mi ángel, la había perdido, esta vez había desaparecido y al parecer seria para siempre…

Me derrumbe, llore desesperado, no sabía dónde buscar. Contrate un investigador privado, hice todo lo que estaba a mi alcance y nada, no conseguí nada, era como si la tierra se la hubiera tragado, cada día al despertar la buscaba a mi lado esperando verla dormir tranquila junto a mí y al no verla lloraba sin control, al irme a dormir buscaba su ropa para sentir su aroma y sentirla y aunque a diario la buscaba poco a poco perdí toda esperanza, mi angelique no volvería, me abandono, me dejo, no quería seguir conmigo. A mi mente volvían sus misteriosas desapariciones, sus evasivas, su renuencia a casarse conmigo.  En un momento pensé

-¿cómo fui tan ciego?, allí estaban todas las señales, ella no quería estar para siempre junto a mí, no me amaba o por lo menos no tanto como yo a ella. ¿Porque simplemente no me lo dijo, maldición, porque, porque me abandono sin ninguna explicación, porque me permitió amarla si no me iba a corresponder, llore amargamente preguntándome, porque, por que, por qué?…



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En el texto hay: separacion, dolor, amor

Editado: 04.02.2021

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