Por ti podría morir

4 - ALEX

-Hola
-Hola, ¿Dónde estoy? Y ¿Quién eres tú? - Lo dije de la manera más segura posible porque no podía dejar de mirarlo, era como un Dios griego para mi.
-Tranquila, primero dime cómo te sientes, te duele algo?
Lo dijo de una manera tan sexy que sentí ganas de lanzarme sobre él, pero sólo atiné a decir tres cosas - Me duele un poco la cabeza y el cuerpo ¿Qué fue lo que me pasó?
-¿No te acuerdas de nada? - le pregunté al instante
-Pues no por eso te lo pregunto - aunque no me molestaría quedarme aquí pensé.
-Ayer tuviste un accidente en lo que llamas carro y chocaste con un árbol - dije sin más
-¿Y tú como me encontraste? O venías siguiéndome? - deseaba que me dijera que sí pero era algo casi improbable. Lo vi dudar por un momento, quería saber que era lo que estaba pensando.
-Pasaba por ahí, regresaba de una reunión, Vi el accidente y te traje a mi casa.
-Trajiste a una extraña a tu casa sólo porque viste mi accidente? Eso no te lo crees ni tú - y sí tenía algo en contra muchas veces decía las cosas sin pensar, pero vi como la comisura de sus labios subió un poco y algo en mi ardió al ver eso.

- Dices que debí dejarte en ese lugar sin más? - lo dije tan serio que ella abrió muchos sus ojos, esos ojos que me encantaron desde que los vi por primera vez.

Para no seguir por ahí empecé a buscar mi celular, sabía que estaba ahí porque lo escuché sonar - Me puede dar mi teléfono por favor. Su mirada se tensó y Vi que lo sacó de su pantalón - hasta ese momento no me había fijado completamente en él, vestía un jean azul con un polo negro que le quedaba de lujo porque se marcaban muy bien sus músculos.
-Tengo algo?- sus palabras me sacaron de mis pensamientos
-No nada dije nerviosa y miré mi celular.
-Estaré abajo en mi despacho, te dejé ropa sobre la silla y tienes todo lo que necesitas en el baño - sin más me fui porque estar más tiempo en la habitación con ella viendo ese cabello enmarañado, sus labios y su cuerpo sobre mi cama sabía que no iba aguantar más para hacerla mía así que sólo me fui.
Ver esos ojos me hacía sentir cosas muy extrañas, ese hombre tenía algo que hacía que mi cuerpo reaccionará sólo con escuchar su voz, por un leve momento pensé que se iba a lanzar sobre mi pero sólo me entregó mi celular y se fue.
Cuando vi mi celular ya eran las 3 de la tarde, había dormido del tirón, casi me desmayo pero de lo asustada que estaba, tenía 15 llamadas de Silvia, 10 de mi padre y como 50 de Luis (un amigo que no quería ser solo mi amigo), sabía que estaba en muchos problemas y pues era mi culpa.
Me bajé de la cama y por un momento todo me dió vueltas y recordé que tal vez en la fiesta tomé algo demás y era algo que iba a pagar justo ahora, me dolía el cuerpo y era por el accidente, tenía unos raspones pero nada de que preocuparme. Cuando salí de la ducha y vi la ropa quedé impresionada era nada más y nada menos que de Chanel, quién lo diría un día antes vistiendo ropa de super y hoy de alta costura.
Bajé cuidadosamente porque mi plan era salir sin que nadie se diera cuenta, pero para mi desgracia no iba a ser tan fácil como pensaba.
-Pensabas irte como una ladrona? - dijo esa voz que me erizaba la piel - pensé como puede ser tan idiota.




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