5 - ALEX

Cuando salí de la habitación ahí estaba de nuevo, dura como piedra necesitaba tenerla entre mis brazos para saciar estas ganas que tenía de ella, pero que me pasaba era sólo una mujer como todas - me dije para mi mismo, pero algo en el fondo me decía que no tenía algo diferente.
Sabía que se llamaba Lucía Sandoval, que tenía 26 años así que sólo le llevaba 4 años lo que en realidad para mi no era problema porque me daba igual lo que decía la gente al contrario sentía esas ganas de protegerla, vivía sola desde muy joven en un barrio horrendo lejos de mi casa, trabajaba en una empresa mediocre y era hija única así que tenía solo a sus papás. Había descubierto eso en tan solo unas horas, el rastrear personas no era un problema para mi ya que el dinero lo arregla todo. Tiene pocos amigos algo que me agrada porque no quiero tener problemas con chiquillos estúpidos, su mejor amiga Silvia viene de una familia adinerada y sólo tenía un problema ese tal Luis que la llamó y escribió muchísimas veces así que también lo mandé a investigar.
Mientras revisaba algunos papeles escuché bajar a alguien las escaleras y sonreí al verla bajar como una delincuente esperando que nadie la vea.
-¿Pensabas irte como una ladrona? - dije sin más acercándome un poco
Cuando volteó a verme se veía tan bien con esa ropa, lujos a los que ella no estaba acostumbrada pero yo podía dárselo sólo si se quedaba conmigo.
-Yo no soy una ladrona- dije muy molesta - que le pasa a este idiota para decirme algo como eso pensé.
-Entonces porque bajas así como si no quisieras que alguien te vea
-Porque justamente eso es lo que quería hasta que el señor decidió aparecer- quise parecer molesta pero creo que sonó algo desafiante porque empezó a caminar hacia mi sin más.
Cuando la escuché decir eso sentí muchas ganas de presionarla contra mi cuerpo, cada palabra era un detonante para mi, tenía una mirada dulce pero al mismo tiempo desafiante, ella no lo sabía pero a ser mía, sólo mía.
-Qué pasa, te abandonó tu valentía?- dije mientras me acercaba a ella como un lobo se acerca a su presa iba retrocediendo y eso hacía crecer mi excitación hasta que chocó con la pared y quedamos justo a unos centímetros uno del otro.
-Será mejor que te alejes de mi - dije con la respiración entrecortada, mis piernas me temblaban y sentirlo así de cerca hacía que mi parte baja se humedeciera que sentí que me ponía roja como un tomate
-Te haré una pregunta y espero la verdad - dije tajante
-Dime
-¿Quién es Luis?
-Un amigo ¿por? - a que demonios venía Luis a todo esto
-Te llamo muchas veces y tienes mensajes de él ¿A caso es tu novio?
-¿Luis? No, solo somos amigos - lo dije tan rápido, que si Luis hubiera estado aquí lo hubiera entristecido pero él lo sabía yo sólo lo quería como amigo por más que él quisiera otra cosa.
Por alguna extraña razón cuando escucho mi respuesta su rostro cambio estaba como tenso, creo que el escuchar que Luis solo era mi amigo lo puso de mejor humor.
-Iré para que te preparen algo de comer ¿Quieres algo en especial?
-Cualquier cosa está bien para mí.
Tenerla tan cerca de nuevo hizo que casi la tomara pero debía esperar, ella tenía que pedírmelo y mientras eso sucediera nadie más que yo la tocaría.
-Hola Sonia, prepararnos algo para comer a Lucía y a mi por favor - Sonia era mi nana desde que era niño, siempre la vi como a una madre ya que había perdido a mis padres en un accidente hace mucho y tuve que cuidar de mi hermano, siempre fui ambicioso así que con mis habilidades no tardé que hacer crecer aún más el imperio que había creado mi padre, Ignis Motors era la empresa mejor posicionada. Siempre disfruté de las mujeres como quería pero ahora que Lucía apareció tenía sólo la necesidad de estar con esa mujer.