Cuando vi quien me llamaba, tuve una sensación extraña pero debía fingir que no sabía quien era.
Hablamos sólo un momento y luego me dijo que espere, supuse que era otra llamada entrante y sabía de quién era.
-Alex no esperaba que vinieras, ¿todo bien? - dijo ella con sorpresa
-Sí puedo pasar, o estas ocupada- dije esperando que me dejara entrar
-Lu todo bien, ¿quién es? - dijo ese chico
Cuando Luis se acercó a la puerta cambió su cara, y pues la cara de Alex también no era nada agradable el aire se podía cortar literal.
-Alex pasa, estábamos conversando de lo que pasó. - ¿Quieres algo de comer?
Por supuesto - los dos respondieron al mismo tiempo y fue muy incómodo. Estábamos los tres en la mesa y ninguno podía hablar de nada.
-Lucía, tenemos que ir al hospital a que te hagan esos exámenes. Miguel ya tiene todo listo para hacerlo te parece si vamos mañana temprano.
-Creo que sería mejor que yo la lleve a ella ya que nos conocemos más tiempo, pero gracias por el ofrecimiento. - dijo su amigo con aires de poder ganarme
-¿Y qué te hacer creer que lo que tú pienses es mejor? - dije sin mas.
Los dos se pusieron de pie y sabía que esto no iba terminar nada bien, si no los paraba se iba a armar la de Dios.
-Chicos ehh no se preocupen que yo ya vi eso, mañana voy con Silvia al hospital y todo solucionado.
-Lu yo puedo ir contigo tú sabes que siempre estoy para ti.
-Puedes dejar de llamarla Lu, su nombre es Lucía; yo puedo llevarte mañana vengo por ti temprano y nos vamos.
-Mira idiota no me vas a decir como la llamo, sino te parece pues lárgate y no vuelvas.
-Quieres pelear, porque créeme que no te voy a dejar con las ganas.
- Ya basta los dos, yo soy la que decide como se harán las cosas y punto ahora fuera los dos de mi casa que no los quiero ver y no quiero enterarme que pasó algo en el estacionamiento.
Cuando salí del departamento de Lucía sólo quería callar esa boca con mis labios, me desafiaba como nadie y me había hechado de su casa. Hasta que una voz irritante me sacó de mis pensamientos.
-Mira idiota no vuelvas a hablarme de esa manera, tú no eres nadie y recién conoces a Lucía no me interesa lo que quieras así que lárgate.
-Y quien crees que eres tú para decirme eso, yo voy a estar cerca de Lucía todo el tiempo que sea necesario y no me importa nada de lo que me puedas decir. -lo miré a los ojos y pude ver los celos que sentía ese niño, sabía que la quería. Que pena niño pero esa mujer ya es mia dije en mi mente.
-Que creías que porque tienes dinero yo me voy a quedar cayado pues estás muy equivocado.
-Mira, a mí me interesa Lucía y no sé cuáles sean tus intensiones, pero ella solo te ve como su amigo pero es obvio que tú no. No me importa lo que tú quieras entiendes y sal de mi camino.
Llegué a mi casa y necesitaba entrenar un rato para despejarme, cuando terminé me fui directo a la cama, estuve leyendo algunos documentos y sin darme cuenta ya eran las tres de la mañana
Cuando ya está conciliando el sueño por fin, sonó mi celular y me sorprendió ver quien era a las 3 de la mañana.
-Lucia ¿está todo bien? Has visto la hora que es.
- Perdón por llamarte a esta hora pero no podía dormir, estaba preocupada por ti.
- No tienes que disculparte. ¿Cómo sigues?
- Ya estoy mejor, pero igual más tarde el médico me revisará para que no quede dudas.
- Hablando de ello, quiero acompañarte y ya se que me dijiste que irías con tu amiga pero déjame hacerlo. - esperé impaciente su respuesta y cuando ya iba a hablar.
- Está bien, es a las 8am en el Hospital Central.
Para mi suerte era el hospital donde trabajaba mi queridisimo hermano así que sería muy fácil todo.