Por ti podría morir

1 LUCIA

Desperté pensando en lo genial que sería el día, por fin me graduaba de la universidad, terminar mi carrera como administradora de empresas es lo más importante para mi así puedo ayudar a mis papás con los gastos de la casa.
Vivo sola desde que tenía 17 años, mis padres siempre me han apoyado en todo y por eso es que quiero darles todo lo que pueda. Trabajaba en un empresa donde mi jefa era lo peor de todo, prefería mil veces vender en la calle que verle la cara, pero por lo menos el sueldo no era tan miserable así que tenía que aguantar, aunque no por mucho ya que graduando me podía conseguir un mejor trabajo y sobretodo lejos de esta loca.
Hoy en la noche es la celebración con los chicos en una de las discotecas más concurridas y famosas "La Mentirosa" tiene lo mejor así que entre todos pagamos un box privado, y cuando digo todos me refiero a mi grupo de amigos que siempre están cuando los necesito.
Me levanté de la cama con las mejores energías del mundo tenía que disfrutar mi día, así que hice la cama, me prepare el desayuno mi preferido por cierto unas tortillas con miel que me quedaron buenísimas, pero cuando creí que todo estaba bajo control recordé lo más importante no tenía el vestido que me iba a poner en la noche.
Salí corriendo para ducharme y cambiarme me puse algo ligero total la tienda quedaba a unas cuadras de mi casa, cuando llegue la señorita de recepción me dijo que ya habían ido a recoger mi vestido la tarde anterior y eso era de locos quién podría haber ido por él, los únicos que se vinieron a la mente eran mis padres así que decidí llamarlos.
-Papá es bueno escucharte.
-Hija no sabes lo feliz que me hace saber de ti, y lo orgulloso que estoy por tu graduación.
-Papá quería hacerte una pregunta ¿Alguno de ustedes ha venido a recoger mi vestido ayer por la tarde?
-No hija ni tu madre ni yo hemos ido. ¿Pasa algo?
-Sí papá en la tienda me dicen que alguien vino por él ayer y creí que habían sido ustedes.
-No hijita ¿Qué harás ahora?
-Pues no lo sé, ya pagué solo me queda hablar con la dueña.
Cuando termine de hablar con mi padre me sentía aún peor, no saber quién tenía mi vestido hacía que mi día se volviera gris; cuando pregunte por la dueña me dijeron que había salido pero que regresaba en un par de horas y que si deseaba la podía esperar cosa que no hice por que tenía muchas cosas por hacer así que decidí regresar a casa, ahora debía buscar entre los vestidos que tenía cuál quedaría mejor.
Cuando llegué a mi departamento sabía que alguien estaba ahí, ese aroma que estaba en el ambiente no era mío y solo me recordaba a alguien.
-No puedo creer que ya estamos por graduarnos, no es genial.
-Silvia no puedo creer que estés aquí. ¿Cuándo llegaste? ¿Qué tal el viaje?
Las dos comenzamos a gritar como locas como solíamos hacerlo cada vez que nos veíamos, Silvia se fue hace un año a Inglaterra por un curso y llevaba la universidad a distancia, para ella no era problema viajar ya que su familia es adinerada.
-Llegué ayer en la mañana quería venir a verte pero mi familia me atrapó así que decidí venir hoy, el viaje estuvo cansado pero por lo menos ya llegué. Y tú cuéntame ¿Cómo estás? ¿Lista para esta noche?
-Ni me lo recuerdes alguien se llevo mi vestido ayer de la tienda, no sé quién fue y ahora no sé qué hacer.
-Bueno pues respecto a eso te tengo una sorpresa en tu cuarto.
-¿De que se trata?- la cara se me iluminó por completo así que salí corriendo para mi habitación, y ahí estaba mi vestido muy bien acomodado encima de mi cama pero no estaba solo tenía unos aretes y un collar hermoso con un gran diamante en el centro.
-Feliz graduación Lucía
-No lo puedo creer es hermoso pero ¿Cómo sabías que este era mi vestido? en mi mente solo pensé es Silvia.
-Ayer cuando llegué pasé por la tienda en el auto de mi padre y te vi con el vestido puesto así que deduje que ese era el que comprarías.
-Gracias eres la mejor, pero esto es mucho el collar y los aretes.
-Amiga son para ti, sabes lo que me hubiera gustado tener una hermana y que hubiera sido como tú déjame compartir contigo un poco de lo que tengo
-Gracias amiga por eso te adoro tanto, pero ya debes irte a casa tienes que regresa para esta noche.
-Si lo sé quiero verte con eso puesto entendiste, nos vemos.
Cuando me quede sola no podía creer como todo cambio para bien por suerte, regreso mi mejor amiga, mi vestido y pues no solo eso sino también este precioso collar y estos aretes voy a estar genial y seré la envidia de muchas.
Eso de las 6 ya estaba casi lista debía ir a la universidad a las 7 para la ceremonia de graduación y todas esas tonterías y luego por fin a la fiesta (que era lo que más estaba ansiado), la ceremonia fue de lo más aburrida como todos los años habla el director, los alumnos disque ejemplares y algún profesor; luego lanzamos los sombreros como en las películas. Mis padres no pudieron venir por su trabajo y yo los entendía si no trabajaban no podían comer y pues yo aún no tenía un gran trabajo como para decirles que dejen todo para que estén aquí pero esperaba que todo poco a poco fuera mejorando.
-Lucía muchas felicidades.
-Muchas gracias señora Carla- la mamá de Carla era muy especial para mi siempre me ha ayudado en todo.

- Hija sé que tus padres no pudieron estar aquí pero tú también eres parte de esta familia y sé que ellos desde la distancia están apoyándote.

-Lo sé y los amo con todo mi corazón y ustedes también ocupan un lugar muy especial en él, gracias por dejarme ser parte de su familia.
-Amiga de mi alma es hora de irnos a la fiesta, ya todos los chicos nos están esperando así que apúrate.
Nos despedimos de la mamá de Carla y nos fuimos directo al estacionamiento, mi carro no era exactamente el mejor pero por lo menos arrancaba.
-Enserio nos vamos a ir en esto
-Puedes ir caminando y llegarías mañana
-Jajaja que graciosa que eres, debí decirle a mi madre que nos deje al chofer
-¿Y por qué no traes tu carro?
-Pues por que mi madre dice que como vamos a tomar es mejor que no maneje, pero ya vámonos a la hora que salimos le digo que nos mande un taxi.
Pasamos de lujo toda la noche, había tomado pero no mucho bueno más de la cuenta sí, había un chico que me estaba hechando ojo desde que llegamos estaba muy guapo pero al parecer tenía novia, por que el muy idiota no se saco el anillo que tenia en el dedo, hombres ni siquiera eso saben hacer bien.
-Lucía ya vamonos estoy muy borracha y si llego así y mi madre me ve, me va a castigar no sé, como para toda mi vida.
-Silvia no seas aburrida la fiesta está muy buena, hay que quedarnos un rato más y ya luego yo te llevo
-Queeeeeeeeeeee? Tú estás loca, así como estas y en esa trampa de la muerte al que le llamas auto no voy a subir, ahora sí prefiero irme caminando.
-jajaja ya ya calma, yo me quiero quedar pero te acompaño a que pidas tu taxi, y así tomo un poco de aire te parece.
Y así fue salimos esperamos como unos 5 minutos ya que el taxi estaba cerca y mi amiga se fue, apunte la placa por si acaso y fingimos que su madre sabia que estaba rumbo a casa y que tenia la información del carro, en estos tiempos ya uno no sabe nada de nadie.
Me quede como una hora más ya me dolía los pies de tanto estar bailando así que me despedÍ de todos, la borrachera ya se me había bajado un poco, aunque mis amigos me ofrecieron a llevarme preferí irme sola ya que muchos de ellos estaban peor que yo. Salí para subirme a mi auto todo estaba bien hasta que me empezó a darme sueño y subí un poco el volumen de la radio para que me despejará pero no funciono mucho cerré mis ojos 2 segundos y un carro salió de la nada y me fui directo contra un árbol, no recuerdo nada más.




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