Por Una Promesa De Amor

Capítulo 6

Las lágrimas de Oliva no cesaban mientras veía caer la lluvia, sostenía el cortinero como si se escondía vigilante tras el ventanal hasta ser sorprendida por su padre.

—Todo pasa hija. —dijo su padre— sé que te puedes sentir burlada, pero ésto no habla mal de ti, sino de él.

—Es extraño, estábamos felices, papá...eso parecía...disfrutábamos de todo, era increíble, yo confiaba plenamente en nuestro amor, ahora va a casarse con Dana, tendrán un hijo.

—Un hijo, ella tendrá un hijo...—vociferó molesto el hombre mientras se acercó a su hija.

—Ella me lo dijo como si a mí no iba a importarme. —el hombre apretó la mandíbula lleno de ira— Claro que es burla hacia mí...vieras que no me dió explicación, ahora puedo tenerlo más claro, nunca le importé...cuando descubrí su traición, ni si quiera se acercó a disculparse aunque no valiera de nada, no signifiqué nada en su vida, es como si yo sola estaba interesada en la boda...

—Ellos pierden más, por favor Olivia. Sé fuerte mi amor.

—hay quienes ríen de mí en la empresa...no soy la misma papá, siento un odio terrible que me hiere profundamente y me siento culpable de haber creído, dudo mucho volver a creer en el amor.

—Tú no tienes la culpa, Olivia, — dijo sosteniéndola por los brazos y mirándola fijo a los ojos— no tienes la culpa, ¿Okey?

—Siento miedo de enfrentarme día a día a ese ambiente laboral que me consume cada vez que los veo juntos, pero....debo hacerlo, prefiero odiarlo mil veces que retirarme hundida en la depresión.

—Él no es bueno, ni siquiera para Dana....pidió tu mano en una recepción donde habían más de cien personas, feliz te colocó el anillo, tú hasta lo pensaste para decirle que sí, y le dijiste que lo aceptabas, él rió mostrándose un hombre realmente enamorado. Por cierto...¿Que hiciste con el anillo?

—Lo vendí, recuperé una buena parte de los gastos, y no le dije nada, jamás pensé en devolvérselo, con él pagué el vestido.

—Debiste devolvérlo, Olivia.

—¿Por qué? Tuvimos gastos...todo fue su culpa, ¿acaso mi dinero no vale? Ojalá me pregunte, aunque la interesada en ese anillo siempre fue Dana, en cualquier momento lo pedirá, pero yo le tengo varias facturas que Alonzo deberá atender porque si lo hace, lo demandaré el mismo día en que nos casaríamos, deberá devolverme hasta el último centavo.

—No lo haga, hija...no perdiste, ganaste. Olvidemos todo ésto.

—Suena fácil —dijo ahogada nuevamente en su dolor— para todos es muy facil decirme que pase la página, pero difícil es sentir lo que siento...es angustia, temor, mucho dolor...yo llevo mis batallas internas y no soltaré mis armas hasta no sentirme salva.

—Okey...ven aquí. —la abrazó y ella recordó el momento que pasó por la oficina del jefe, se consoló en los brazos de su padre y preguntó.

—¿Papá, conoces a alguien que se llama Josías Roldán?

—Josías Roldán, siempre está en las páginas sociales...Solo sé que es un empresario muy nombrado y exitoso. ¿Qué pasa con él?

—Al parecer quiere la patria potestad de su sobrino, al morir su hermana el padre del niño lo reclamó, no sé quién llevará el caso, estaban reunidos estudiando su historial a ver si lo asumen, sabes que por prestigio a los abogados del consorcio no les gustan perder.

—Es difícil un caso así...casi siempre se pierde, a menos que la corrupción esté de por medio.

—Sí que es dificil. Solo les desee suerte. —dijo y sonrió entre lágrimas— creo que se lo asignarán a Alonzo.

—Es hora de cenar, preparé una deliciosa y rica alimentación para mi princesa. —dijo el hombre cambiando el tema— no puedes negarte y menos si es tu padre quien cocina..lo hice todo para ti mi amor.

—Gracias papi, eres el mejor.

***

Alonzo estaba sumergido en su pensamiento, solo deseó estar en el apartamento. Había llegado muy agotado y desató su corbata dejándose caer en el sillón, pero de momento había puesto la botella de whisky y su vaso, y comenzó a servirse.

—¿Un hijo...? —se preguntó así mismo— ¿casarme con Dana?, eso es lo que debo pensar, ella es mi realidad ahora. —se dijo como si necesitaba convencerse.

—¿Qué haces mi amor? —preguntó Dana sentándose en sus piernas— ¿En que piensas?

—Estoy confundido, el caso del señor Roldán es un arma de doble filo, cualquiera que lo gane le da prestigio al consorcio, no es cualquier cliente y menos porque viene de la competencia, pero si yo aceptara y pierdo, nuestro jefe me bajará de nivel, no es facil trabajar para Franco.

—No lo aceptes, y jamás hagas algo así, allá no es fácil poner en riesgo el prestigio que tenemos ¿Ese es un poderoso?

—Lo es...e influyente en la sociedad, prefiero no cegarme, hay mucho dinero de por medio, pero puede ser contraproducente con nuestras normas. No creo que franco lo autorice...

***

Olivia no podía cerrar los ojos y dormirse, el insomnio la atormentaba de tal manera que se desesperó, se sentó en la cama.

Recordó el trabajo, fue de inmediato por la computadora, la abrió y se sentó a investigar sobre el nuevo cliente del consorcio.




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