Porque TÚ?

LA NUEVA SOCIA

Al llegar al aeropuerto espero que la mujer a mi lado se pare para poder bajar, me dirijo al carro donde me espera Mark.

– buenas tardes, señor Deluke

– hola Mark.

Me abre la puerta y me subo, miro hacia al pasillo, veo a la mujer que la abraza un joven y una pareja de mayores, ella gira la mirada cruzándola conmigo. En su mirada hay algo de misterio.

– vamos, le digo a Mark.   

- ¿Novedades?

– no señor, todo bien.

- Llévame a la casa de mi madre.

– sí señor, con gusto

Suspiro al recordar la fastidiosa de Alejandra, que mujer para rebajarse en su vida. En mi vida no la quiero volver a ver. Ni a ella ni otra, todas son iguales.

Llego a casa de mi madre, mi casa porque a pesar de que tengo mi propio apartamento me gusta acompañarla, desde que mi padre falleció no la dejo sola, es una mujer muy sensible, es la única que aceptare en mi vida.

Me bajo del coche, ahí está mi madre esperándome en la puerta, me abre los brazos sonrió, porque para ella soy un príncipe, e igual que mi hermano menor tiene 26 años, es un arquitecto, muy famoso soltero, porque él dice que la soltería es mejor que estar mal amarrado.

Me dirijo a la cocina a saludar la ama de llave.

- buenas tardes,

– hola señor Deluke, ¿cómo le fue en el viaje?.

– bien....gracias, Dorita.

– señor le provoca beber algo.

– si. Regáleme una limonada. Le digo.

Hey.... acaba de llegar el malgeniado.

Lo miro de reojo 

- ¿no tienes nada que hacer?, para ponerte a trabajar.

– Vaya  al perecer tuvisteis un viaje de mierda.

Lo quedo mirado, luego miro el vaso de jugo que tengo enfrente mío, se me viene a la cabeza la presencia de Alejandra.

 – entonces... no conseguiste unas buenas piernas ¿para pasar la noche?.

Lo dice sentándose a mi lado.

– no me interesa ser gilipolla como tú. Además, estaba trabajando, no perdiendo mi tiempo.

– Jajajajaja, pero de vez en cuando no es malo distraerte en un buen cuerpo con unas tetas grandes.

- vete a la mierda.

Me levanto de la silla me dirijo a la habitación que tengo en esta casa. Cierro la puerta detrás de mi, me desvisto para pegarme una larga ducha, me apoyo en la pared metiendo mi cabeza entre mi pecho mientras el agua cae sobro ella. Empiezo a recordar todo lo que pase ayer desde la reunión hasta el encuentro con aquella mujer de ojos de gato, que me genero intriga.

Salgo envuelto en una toalla me dirijo a mi armario para vestirme; tengo que ir a la empresa Arquitech Deluke. Llego al edificio para cumplir con la reunión que tengo a las tres de la tarde.

– “buenas tardes Carlota”, ¿cuál es mi agenda de hoy?,

- buenas señor Deluke, pues la reunión de las tres, una conferencia con el señor Héctor Bonche, también el compromiso del señor Henry con la señorita Mariana.

Miro hacia el portátil Para revisar mis correos electrónicos.

– ¿con quién me va tocar la reunión de las tres? Le pregunto a Carlota, frunciendo mis ojos.

– señor, pues ayer me había dicho que el señor Robert Maya haría presencia. Pero esta mañana me reportaron a la señorita Violeta Gallur.

Hago asentamiento con la cabeza.

– bueno, puedes retirarte.

Me levanto para dirigirme a la sala de junta donde me reuniré con la empresa Empreproyect S.A.

– señor ya llego la representante de Empreproyect.

– gracias..... Carlota, adelanta y organiza mientras llego.

- Sí señor.

Entro la sala de junta me saludan, les hago reverencia, pero cuando me giro hacia la mujer me la encuentro con su mirada fija hacia mí; ahí están los ojos de gato que me produjo intriga.  Me acerco hacia ellos los saludo uno por uno, cuando estrecho la mano de la mujer llamada Violeta, sentí una vibración rara en mi cuerpo.

– mucho gusto, Víctor Deluke.

– Violeta Gallur, responde ella. les hago seña para que se sienten.

- Qué casualidad señor Deluke, nos conocimos esta mañana en el vuelo, si hubiera sabido que era con usted que me contraía hoy, hubiera facilitado esta charla y no estuviéramos ahora aquí en este salón.

La mujere lo dice con ironía.

– lo mismo digo yo, señorita Gallur. Le hubiera ahorrado su tiempo.

Se levanta de la silla estirándome una carpeta. La tomo mirándola a los ojos.

– señor Deluke me disculpo, sé que esperaba al señor Maya, pero se nos presentó un problema la cual decidí venir yo misma. Soy la segunda dueña de la empresa Empreproyect S.A.




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