Desperté como de costumbre, con el relojito cronológico, escucho la voz de Mark maldiciendo palabrota, me apresuro a salir, haber que pasaba y me lo encuentro recostado contra la pared del pasillo con los ojos cerrado y agarrándose la cabeza, me recuesto contra el marco de la puerta cruzándome de brazos.
- ¿mucha resaca…? Mark me mira, y hace un gesto de dolor.
- mi cabeza está a reventar……, dice. Me rio ya que no es la primera ves que lo vea en ese estado.
– ve a la cocina a tomate una pastilla, y.... de paso le dices a Mariela que te sirva una taza de caldo bien caliente.
Cuando lo veo irse hacia la cocina, me meto al baño, hoy tengo que viajar Alemania, me espera una semana pesada con el contrato que tengo, ya que con lo de mi mamá no había podido asistirlo.
Después de alistarme con algo sencillo fuera de lo tradicional, voy a la cocina, me encuentro a Mark metido de cabeza en sus brazos, diría que dormido, pero cuando giro encuentro a Marielaq arreglando mi desayuno, ella me mira y sonríe haciéndome seña con sus dedos alrededor de su sentido, señala a Mark y me doy cuenta de lo que me quiere decir, yo le hago un gesto de cabeza confirmándole su curiosidad,
“Buenos días, joven”
- hola Marielita
Mark levanta la cabeza, y la menea de un lado a otro, se para de la silla
– creo que me voy, debo dormir para que esto me pase, dice.
- Pues…, la verdad no entiendo por qué te levantaste, debiste dormir.
- Si…. Yo sé, pero es que necesito de mi cama.
- A…… ok. Ya te pido un taxi, no puedo dejar que te vayas en el carro. Asiente cerrando los ojos nuevamente.
- Joven…. ¿a qué hora viaja? Pregunta Mariela
La mujer que ha estado conmigo desde hace cinco años, tiene cuarenta y cinco años, muy bella persona, diría que parece mi madre, siempre está pendiente de todo lo que tiene que ver conmigo, con ella me desahogue mucho cuando viví en el infierno que me había dejado Alejandra.
- ¿Qué…?, usted va a viajar hoy “jefe”. dice Mark levantando la cabeza.
– si Mark, te voy a pedir que estés pendiente de mi madre, la lleves a donde tenga que ir, me demoro un mes en volver.
- Listo jefe, siempre a sus órdenes.
Me desayuno y voy a ver a mi madre, para despedirme de ella, darle las recomendaciones a la enfermera que le conseguimos con mi hermano. No es que me vaya tranquilo; porque igual ella todavía está de mucho cuidado, pero el deber me llama, mi trabajo me presiona a separarme del amor de mi vida, mi madre.
El tiempo pasa tan rápido, ya me encuentro en mi jet, decido leer mientras llegamos Alemania, el cansancio me vence, hasta quedarme dormido.
– ¿Jefe…? escucho a lo lejos una voz que me llama con preocupación, me altero y salto de la silla, ya que se me vino lo peor.
- ¿Qué paso…?
- tranquilo Jefe no quise asustarlo, es que ya llegamos, usted no despertaba, ya me estaba preocupando.
- ¿enserio...?.
Si…… Jefe.
Que mal estoy Dios…. ¿Sera que me estoy volviendo paranoico…?
Llego a mi apartamento, ya que mi proyecto es hacerme grande en Francia, decidí comprar uno, me estaba cansando de estar siempre en hotel. Cuando entro encuentro a la señora que me atenderá los días que permanezca acá, pues también que me lo cuida cuando dure en venir, como en esta ocasión,
- “buenas Noches, Señor” “
- buenas Beatriz.
- le prepare la cena, ya mismo se la sirvo
- racias….
- De nada Señor….
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Editado: 02.05.2022