Porque TÚ?

DE LA CIMA AL ABISMO

VICTOR

Ya hace un mes, que mi Abuelo obtuvo la empresa, ya empezamos a levantarla, con su mismo nombre solo que ahora con nuevo propietario, fui a visitar a mi madre y le propuse que se viniera conmigo un tiempo, a mi hermano le tuve que jalar la oreja, para que tomara la administración de la otra empresa, soy humano no robot, por lo cual no puedo con todo. Ahora tengo a mi mamá conmigo, bueno no del todo, pero si aquí en Francia, se está quedando con mi Abuelo. 

Estuve organizando el inventario de todo y asignado los puestos a los que quedaron trabajando con la nueva administración, y contratando para los que se fueron. Entre a la oficina que era de Violeta, me encontré con sus cosas, fotos de su padre, decido recoger en caja todo, poco a poco para hacérsela llevar a su apartamento, tengo entendido que se quedó, no se quiso ir con su novio…. que vaina, es tan raro esa relación que no entiendo, ahora él se fue y ella se quedó y tampoco siguió a su papá.  Averigüé con la secretaria la dirección de su apartamento y le envié todo incluyendo el carro que ni siquiera había venido a recoger. ¿tan mal estaba....?

Llego el fin de semana, decidí irme de salidita con mi amigo Mark, me lo  traje conmigo, él es mi sombra e inseparable.

– hey…. jefe, me siento feliz estar en este nuevo mundo.

Lo miro y me río por su comentario.

– eso está bien amigo, te aseguro que te encantara más cuando te consigas una mujer, Mark menea la cabeza de un lado a otro.

- No…. Jefe, así estoy bien.

– bueno si tú los dice, le palmeo su hombro.

Llegamos a Bar Bargadinth, entramos los dos sentándonos en la barra, pedimos dos vasos de wiski, y empezamos a charlar, mientras tanto se veía la gente entrar y salir, una chica se acercó donde Mark y lo invito a bailar, el salió a la pista en compañía de la chica.

– hola…. guapo, porque solito……

La mujer se me acerca poniendo su brazo en mi hombre.

– no estoy solo.

Le digo con calma para no ser grosero.

- pero te vi con otro hombre, y tu amigo está bailando, ahora necesitas tu compañía.

– no necesito de nadie….

– no sea malo guapo, yo te puedo hacer compañía.

Tome la mujer y la aparte de mí.

– ya te dije que no necesito de tu compañía ni de nadie. Me escuchaste.

- Vaya guapo, así me gustan los hombres, pero tranquilo…. Me retiro.

Cuando la mujer se retiró, y me quede ahí bebiendo mi trago, cuando veo una mujer.

Pálida.

Desgreñada…

Delgada….

Y para completar, borracha. Ahora si he dado a mi respuesta a la pregunta que me había hecho ¿tan mal estaba? Pues sí, está bien mal. La veo que forcejea cuando un hombre la trata llevar a la fuerza, sus gritos me despiertan, me levanto de la banca y me dirijo a ellos.

– “perdón” ella está conmigo. El tipo la suelta y pide disculpa.

- ¿estás bien? le digo alto para que me escuche.

– si…. Responde sin mirarme.

– qué tal si te sientas y te tomas un trago conmigo y luego te llevo a tu apartamento.

– no soy chica de pasar la noche. Me sonrió por sus palabras.

- Descuida, tampoco eres la clase de chica que me gusta. 

Levanta la cabeza para mirar a mis ojos

– idiota, dice saliendo del Bar.

La detengo tomándola del brazo cuando la veo tambaleándose de un lado a otro,   quedando lo más cerca de mi cara, siento la sensación de la noche que la bese, y poco a poco llego a sus labio, ella poco a poco me corresponde y siento lo que hacía tanto tiempo no sentía, calor en mi cuerpo, ella cruza sus brazos por mi cuello, y ya siento que las cuestión va saliéndose de control.

La aparto de mi dejándola confundida, pero no solo ella yo también lo estaba, no entendía que me estaba pasando, no puede ser que esta mujer despierte el animal que llevo dentro.

- lo siento Violeta, me doy la vuelta, pero me acuerdo que esta borracha, y decido escribirle a Mark para preguntarle si no hay problema quedarse solo.

Víctor

-Mark……

Mark

“hola señor” lo estaba buscando

Víctor

-Si…. es que tengo un inconveniente, te puedes quedar o te vas conmigo....

Mark

Tranquilo señor, yo me quedo….

Llame un taxi,  subí a Violeta . luego subí yo. Ella se acomodó y de inmediato cerro los ojos.

La moví, para que me diera la dirección de su apartamento, pero la señorita estaba dormida, no me acordaba de la dirección, ya que mi secretaria había hecho todo el trabajo de mandar sus cosas, me rasque la nuca pensando que hacer, no tuve más opción que llevarla a mi apartamento, no es mi costumbre de llevar mujeres a mi recinto, pero no tengo otra opción.




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