Me despertó un ruido estruendoso, cuando abro los ojos veo a Violeta desnuda, no totalmente, pero si en ropa interior frente de mi cama con la cara pálida.
- ¿Porque tú……? Dice enfurecida, me levanto de la cama y pongo distancia de lo había entre nosotros.
– hey, hey cálmate, primero que todo que hace en mi habitación y vestida así, ella reacciona y trata de taparse con las manos, se agacha y toma mi sabana y se cubre toda como si fuera un fantasma, me rio al ver su actitud de niña mimada y avergonzada.
- ¿Qué hago aquí?, pregunta debajo de la sabana.
– te encontré en el Bar a noche. Digo sin tanta importancia.
- quise llevarte a tu apartamento, pero te dormites en el carro, no sabía tu dirección y no tuve más que traerte acá, lo que no entiendo es porque estas en mi habitación casi desnuda, cuando yo te deje intacta en otra habitación.
- Yo que voy a saber, dime tu, que me hiciste.
- Ya te lo dije, no me inspiras nada, es lo que crees. Digo mordiéndome el labio para no reír al ver que baja la sabana y me mira a los ojos.
- Eres desesperante, dice acercándose peligrosamente a mí, nadie en mi vida me ha rechazado, no entiendo porque te empeñas de hacerme sentir poca cosa. !O……! cierto que te esconde detrás de tu closet, para que nadie sepa que eres gay.
Eso fue todo para que me lanzara hacia ella y le arrebatara la sabana lanzándola sobre la cama, me le subo y la presiono con fuerza mientras hacer gesto de dolor, nadie en mi vida me había lastimado con esas palabras señorita Gallur, le susurro en el oído.
Ella se remueve debajo mí, la presiono con más fuerza y ataco sus labios, besándola suavemente, hasta que ella se deja llevar, poco a poco, bajo por su cuello, retiro una de la copa de su sostén, succiono su pezón haciéndola perderse en el placer.
Me siento excitado, me quito la camisa después de quitarle su sostén, dejándola a mi merced, me quito lo demás e igual hago con ella, le observo las curvar de su cuerpo, repaso cada rincón de su piel…. Poco a poco pasa lo que estaba destinado a pasar, estábamos bañados en sudor, gimiendo del placer que ambos sentíamos. Dios…… que esto no se convierta en mi perdición, acabo de probar un fruto prohibido.
Quedamos tendido en la cama mirando al vacío del techo, ni una palabra cruzamos, Violeta se levantó de la cama y salió de la habitación, creo que fue a recoger las cosas, me cambien y cuando Salí estaba poniéndose las sandalias, me crucé de brazos para observarla, todavía siento su piel sobre mí. Tomo sus cosas e intentó salir, la tome del brazo jalandola hacia mí, pero con una distancia prudente.
– no te vayas, le dije.
Ella levanto la mirada, su rostro serio.
– esto no debió pasar entre nosotros señor Deluke. Suelto el agarre.
– lo sé, pero te empeñaste a jugar con fuego señorita Gallur. ¿se te olvido? Me estabas catalogando de poco hombre, pues te di la muestra que necesitabas. Que soy más de lo que tú piensas.
Y sin más gira dandome la espalda, para cruzar la puerta de mi apartamento.
#4534 en Novela romántica
#982 en Novela contemporánea
dominante, intriga mentiras odio, el primer amor después de la guerra
Editado: 02.05.2022