GOLPE EN EL CORAZÓN

Desperté por el reflejo del sol que pegaba en la cama, levanté la cabeza para mirar hacia el ventanal. Me tapo la cara cuando reacciono al recordar que anoche había estado con Violeta, me levanto percatando que ya no estaba.

- ¿juegas otras  vez Violeta?

Rio al recordar como la derribe, la sensación que le provoque, aceptando caer conmigo.

- Carajo…. no pude saber dónde estaba viviendo, me la ha puesto difícil al ocultarse de mí, pero eso no será para siempre porque te encontrare mi Luz. No te voy a dejar sola menos con el idiota de Héctor, no permitiré que me la robe.

Me puse la camisa y el pantalón sin abrigo sin corbata. Llegue a mi apartamento, me bañe, aunque no tenía ganas de sacar el olor que había quedado en mi cuerpo, quería guardarlo para siempre como una marca.

 desayune para salir a buscar Ángela. Habíamos quedado que hoy domingo saldríamos a pasear.

No tenía muchas ganas, con el haber estado con la mujer que me llevaba derretido, no sentía ganas de estar luciéndome con otra persona, pero era mi amiga; ya me había comprometido con Ángela, además que no se me había pasado por la mente encontrarme a mi Luz en ese evento, muchos menos enterarme que era la propietaria del mismo.

Decidimos irnos de campo, de pesca, de fauna. Llevamos para armar un spinning.

- ¿Qué lindo lugar? Dice Ángela.

- sí, es hermoso, aquí vengo cuando estoy muy estresado, cansado.

- Te puedo hacer una pregunta...

- Dime….

- ¿Hay algo entre tú y la joven de anoche?  De inmediato la miro.

- ¿a qué se debe tu pregunta?

-  La forma como la mirabas, tuve la sensación de que te pusiste celoso cuando la vistes con el tal Héctor y no solo eso, si no cuando saliste detrás de ella al momento que se fue al baño.

Agache la mirada, no sabía cómo responderle Ángela, ya que sabía que ella gustaba de mí, que estaba tratando de llamar mi atención, es muy bonita elegante para encantar a cualquier hombre en su camino.

Pero yo……me encontraba en el paraíso de Violeta, solo ella.

- lo siento Ángela. Yo…… estoy enamorado de ella.

- Ángela asiente con un movimiento de cabeza.

El resto del paseo no cruzamos muchas palabras, nos despedimos ya que se iba muy temprano para Italia. Sé que no llene sus expectativas, pero tenía que ser sincero.

En un nuevo amanecer lindo y asoleado, viajo hacia la empresa.

- Mark…. necesito un favor tuyo.

- claro señor ¿que seria?.

- quiero que me averigües la dirección de la empresa Inge constructoras.

- bueno señor, apena lo deje en la empresa me pongo en esa tarea.

Me sonreí, al recordar la manera como se fue del hotel Violeta, pero la perseguiré hasta el cansancio, esta mujer ha sacado miles de cosas en mí. Hasta llegar el momento de perseguirla.

¡Hay Dios! Cuando había hecho esto, yo el empresario Víctor Deluke correteando a cupido, para flechar a la mujer que me gustaba.

Estaba reunido con un socio, cuando Mark entra con la información. Mi corazón salta de felicidad, la recogería a la salida.

- ¿qué le parece Señor Rodríguez…?  Es muy bueno este proyecto.

- además seria usted el que sale ganando más que yo, por que estará en su territorio montado en menos de lo que usted piensa.

- suena, suena. Déjeme cuadro algunas cositas y estudio con mi junta directiva.

- hágale, lo estaré esperando.

Nos palmeamos las manos como despedida.

Recibo una llamada de Rony

- hola hermano, ¿cómo va todo?

- hola Víctor, estaba llamándote para decirte que Alejandra no está interesada en esta empresa, si no en la de a ya.

- Le dije que el único que le podía ofrecer era yo, pero dijo que no.

- ¿sabe qué? No me voy arriesgar con ella, no me interesa su capital. fin de llamada.

Salí de mi oficina, para visitar a mi amigo Héctor, sería la escusa más boba que haría con tal de verla.

Llegue al edificio, salude a la recepcionista y me mando al 5° piso, donde estaría la oficina de mi adorada Violeta.

Cuando abre el ascensor, llego a donde estaba la secretaria,

- “buenas tardes”  

- Buenas tardes, señor en que le puedo servirle

- E…. busco a mi Novia.

- Su novia, podría saber ¿quién es?

- A disculpe, Violeta Gallur.

- ¡oh…! Claro ya le aviso.

- No, no quiero darle la sorpresa.