- debemos hablar Violeta.
- yo creo que es mejor que dejemos las coas así, me gire para encararlo
- ¿Por qué?
- - Víctor…… yo quisiera que esto se diera por mi hija, pero no creo que pueda funcionar, yo…estuve pensando mucho cuando estaba lejos, agache la cabeza para buscar las palabras.
- yo no soporto que me controlen, cojo a odiar a las personas cuando quiere mandarme o tomar las decisiones sin tenerme cuenta.
Solté mis maletas, metí mis manos entre mi cabello apretándome, estaba agotadísima, esto había empeorado mi dolor de cabeza.
- e… voy a estar en mi apartamento, vendré a ver a Valeria, cuando la regresen a casa.
lo observe, tenía la quijada apretada, y los ojos cerrados. Tome nuevamente mis maletas para salir, tome abrir la puerta,
- si sales por esa puerta…. te olvidas de Valeria.
Cerré los ojos cansada, quería dormir. Volví a gírame para cruzarme de brazos, estaba mirándome serio.
Me pase las manos por mi cabello y me lambie mis labios.
- a que quieres juagar. Víctor.
Me miraba de medio lado, recostó la cabeza sobre el sofá.
. - entonces…… no pretenderás tenerme a aquí….
- ¿Por qué me odias?
- yo……. no te odio.
Suspiré, decidí sentarme a su lado.
- sabes…. Me sonreí, eres el padre de mi hija, por lo tanto, no puedo odiarte, al contrario…. estoy feliz…
en el viaje estuve pensando....., y había tomado una decisión, pero creo que no iba a funcionar.
- que pensastes.
- darte una oportunidad, su mirada fue directo a donde estaba.
Mientras yo empuñaba mis labios para verlo, él estaba con la cara inexpresiva.
- y… ahora que lo cambiaste.?
-no………
no quedamos mirándonos fijamente.
Me levante del mueble donde estaba sentada, me acerque lentamente hasta buscar sentarme ahorcada en sus piernas. Analice su rostro y cada poro de su piel, no se quitaba lo guapo que era. cerré los para tratar de divagar los momentos que había vivido en el pasado
Sentí unas manos rosar mis mejillas con suavidad, abrí para verlo mirarme fijamente, era un hombre demasiado serio. Sonreí buscando sacarle una sonrisa, pero no lo logre, sentí cuando su otra mano roso mis piernas subiendo suavemente hasta mis piernas.
Metió su mano debajo de mi nuca para atraerme hacia él.
Sentíamos nuestra propia respiración.
Cerré mis ojos para recibirlo, nos entregamos en un beso, llegando al momento acalorado de nuestros cuerpos. Fui desbotonando su camisa para tenerlo con sus expectórales a mi vista, acaricie cada musculo.
Se levantó conmigo, enrolle mis piernas en su cintura. Me recostó sobre la alfombra peluda de la sala, empezó a devorar mi cuello, y fue desasiéndose de todo lo que mi cuerpo estorbaba, sentí sus toques con sus manos suaves y delicada, me hacía sentir perdida, sentía que estaba volando al espacio, llena de placer.
Nos mesíamos entre nuestros propios cuerpos con total desespero. Era como montar machín y machan.
Terminamos derribados del cansancio, atrapados en la emoción interna.
Cerré mis ojos para calmar la fatiga que aún había en mí, me acomode de espalda para que me abrazara, estaba que me entregaba a el amor de mis sueños. Sentí que me levantaron de la alfombra, abrí mis ojos para verme en brazos de Víctor, me acurruqué en su pecho. Me llevo a la cama y me arropo, dándome un beso en mi frete.
- descansa mi Luz.
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Editado: 02.05.2022