Predilecto

CAPÍTULO 27

CAROLINE.

 

Después del agitado día que tuve, decido salir a pasar un momento a solas, sin Leslie ni Alex.

Uno, Les y Bruno iban a ir a un concierto y Alex no ha aparecido en casa desde hace dos días.

Dos, extraño al hombre Odioso, a ese que me tiene enamorada.

Nunca creí que me fuera a enamorar, amo los romances, pero creí que nunca me pasaría eso. Tengo mucho miedo, la verdad. Adam es de pocas palabras y suelo entenderlo bastante en el ámbito laboral e incluso como persona, pero también es tan cerrado, no sé que piensa, que lo atemoriza, que lo hace feliz, que lo hace seguir. A veces lo veo como si fuera un robot que tiene una parte tan pequeña humana y así está programado.

Otras veces pienso, que solo sigue porque su cuerpo se lo pide. Que ya no tiene nada porque seguir luchando.

 Tiene lo que quiere; es un hombre competitivo, realmente esa es la respuesta.

Porque lo he visto actuar por su trabajo, hace todo lo que tiene en sus manos por seguir creciendo, adora a Dunkel, lo defiende y trata como a una persona más, como se trata él.

Entonces si, se aferra aun a algo, pero yo también desearía estar en ese algo, así como él ya forma parte de mis planes…

me suena el celular y sin dudarlo respondo a la llamada. 
—Hola, ¿cómo estás? —trato de no sonar cansada. 
—muy bien, a cabo de llegar de jugar ajedrez, he ganado doscientos dólares. —se ríe, mientras escucho que tiene su banda favorita. ¿cansado tu día? mi niña. 

suspiro. Tengo catorce años sin poderle mentir. 
—Muchísimo… cómo no tienes idea. 
—permíteme un momento. — se lo que viene y los ojos se me empañan, en verdad amo a este hombre con mi vida Y él a mí. —sigues ahí, chiquitita. 
las notas se escuchan en la bocina y la voz de la que canta hace que mi nudo se agrande: Chiquitita, tell me what's wrong
You're enchained by your own sorrow
In your eyes there is no hope for tomorrow
How I hate to see you like this
There is no way you can deny it
I can see that you're oh so sad, so quiet

Chiquitita, tell me the truth
I'm a shoulder you can cry on
Your best friend, I'm the one you must rely on… 

esta canción siempre me la solía cantar después de que mamá se fue y me veía triste, desde ahí siempre que me veía o escuchaba apagada me la canta, tenia años sin escucharlo . 

—Te amo papá, gracias, solo fue un día cansado sin embargo tu niña supo lidiar con eso. —le digo feliz. Es un gran soporte, siempre lo ha sido. 
—Ya decía yo que escuchar a tu viejo padre te alegraba la vida, “las estrellas brillan por ti allá en lo alto” recuerda mi niña, —se ríe, —no quiero que tu sonrisa se vaya nunca más de tus labios, ni ese brillo tan lindo que tus ojos sueltan. ¿Estamos? 
—Por supuesto Thomas Cooper. ¿Que piensas hacer con tus doscientos dólares? 

—¿Una botella de vino y escuchando ABBA no te dicen nada? 
—debí suponerlo. 
—así como yo debo de suponer que tú melancolía tiene nombre y apellido. 
—Tal vez. 
—no me es una respuesta. 

—¿No quieres ir a terminar de beber tu vino y bailar? —me pongo de pie de la banca donde estaba. 

—Respeto tus tiempos, solo cuídate por favor. Te amo hija. 
—Igual tú. 

le cuelgo. 
 

continúo avanzando, el viento frío me toca las mejillas y solo soy consciente de que dejare que la vida tome su rumbo. 

 

—¿Qué pensará esa brillante mente?

Volteo y miro al Doctor Archivald.

—Hola, piensa de todo.

—Espero que no sea un hombre, la mayoría no valen la pena.

Me rio.

—Es un maldito con suerte.

La imagen de Hoffman viene a mi mente, siempre lo recuerdo como el día en que lo vi bailando al ritmo de la música, lo he encontrado así muchas veces, es una de las pocas veces que lo veo con paz.

—Sin duda, lo somos.

—sus ojos brillan, sus mejillas se sonrojan, sus labios sonríen. La tiene totalmente enamorada, pero no se ciegue, la manipulación no juega limpio.

Lo miró con gran duda.

—¿Por qué lo dice?

—Los hombres solemos manipular y lograr tener a esa chica especial entre nuestras manos, pero con el tiempo, cuando ya la obtenemos dejamos de ser esos seres angelicales que les hacemos creer y nos convertimos en esos seres infernales que destruyen la bondad y paz de un mundo. Su mundo. 

—se escucha pésimo eso, pero es la realidad En ciertas ocasiones. 

—¿Ya son pareja?

—No, estamos en ese proceso.

—Qué suerte.

—¿Qué?

—que eso es bueno, digo, aun puede conocerlo y ver por usted misma si le conviene, si vale la pena perder su tiempo y pasarlo con alguien como él.

Asiento.

—Lo dejo, pase bonita noche. —no quiero que nada se interponga en mi camino. 

—¿Puedo llevarla? La noche esta fría y sola.

—No gracias, tomaré un taxi.

—Bien, la veo el lunes, ese día decidí ir a la empresa. 

—claro que sí.

Camino unos metros y hago la parada a un taxi y me dirijo a mi casa.

no dejo de pensar en lo que el Doctor Archivald me comento, se veía tan sincero con sus palabras. 

y a veces creo que Adam lucha por seguir siendo tan cruel y duro. pero cuando lo veo dormir, o bailar, su cuerpo y su alma se separan, su cuerpo queda rígido y su espíritu disfruta. son dos tan distintos.

Adam, esconde tanto, lo he oido quejarse en las noches, he visto como a veces se traga tantas emociones y palabras. claro que lo quiero en sus peores momentos, ya que no puedo amar algo si solo veo lo bueno.

para ver un arcoíris tenemos que aguantar una tormenta, y ambas son gratificantes.

 

 




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