Narrador omnisciente
—Definitivamente, se volvió loca—musito uno de los hermanos, extrañamente sorprendido por la petición de su hermanita.
—Debemos hacerla entrar en razón o enviarla lejos—musito otro enojado por lo que ella queria.
—Ella necesita conocer el mundo otros hombres de su edad y esa obsesión con mi amigo se le quitará, la hemos tenido en una burbuja por 18 años es momento de dejarla descubrir la vida real—musito Said a sabiendas de que eso fuera una de las razones por la cual ella se obsesionó con el primer hombre atractivo que la halago y le dijo lo hermosa que era.
—¿Y como haremos eso? —pregunto Amín V preocupado por lo que pide su hermana, un hombre tan mayor con tres esposas e hijos no es un buen partido para la princesa.
—Debemos acercarnos a ella y tratar de explicarle las desventajas de hacer lo que quiere—dijo el padre de todos ellos, esperanzado de que eso bastara, aunque muy en el fondo sabía que su princesa era todo menos sumisa y conformista.
En diferentes momentos, juntos o por separado intentaron que la princesa entrara en razón, pero esta no cedió y el día de su fiesta había llegado.
Iris Dalila, era una princesa que siempre obtenía todo lo que queria a veces antes de pedirlo, todos sabían que se les haría difícil convencerla, a menos que no se decepcionara y ninguno querían que sufriera por desamor.
Todos habían decidido no decirle nada a más nadie para evitar que alguien externo se enterara y esperarían que la princesa volviera mencionar el tema o que ellos mismo debieran intervenir si veian algo fuera de lo común según sus costumbres.
Se pusieron de acuerdo en observar tanto a la princesa con a Haidar para ver si este le hacia alguna insinuación fuera de lugar a la chica.
Said no queria perder un amigo pero si este estaba faltándole a su hermanita o la estaba seduciendo lo alejaría de su vida, pues ella era lo más importante para él.
El menor tuvo la idea de hacerle creer a su hermanita que estaban de acuerdo y hablar con su amigo para que rechazara a la chica cuando intentaran el compromiso, ella sufriría por amor, pero eventualmente se recuperaría, no obstante aun no le decía a su padre o hermanos.
….
Haidar sus tres esposas y sus siete hijos tomaron los regalos que le llevaban a la princesa marroquí y estaban por salir rumbo al palacio a celebrar el cumpleaños de la única princesa que tenia su pueblo.
Todos apreciaban mucho a la chica, por eso estaban emocionados por llegar en especial los niños que siempre recibían atenciones de esta.
—Vamos no podemos hacer esperar a la princesa—musito el hijo mayor de Haidar.
—Lo dices porque estás enamorado de ella—musita su hermano menor por un par de meses.
—Tienes razón nuestro hermano gusta de la princesa—dijo la hermana que tenia seis años.
Hamlay tenia siete años y le encantaba ser consentido por la princesa ya que esta siempre olía a flores y su voz era muy agradable, su madre no olía como ella y aunque la queria prefería abrazar a la princesa y disfrutar de su rico aroma y cálidos brazos.
—No yo... Papá dile que no me diga eso, que es mentira...
—Si es cierto—grita el otro y sus padres solo ríen, se apresuran a salir y el empresario se quedó mirando el collar que el especialmente eligió para la princesa era una hermosa pieza exclusiva que el mismo diseño y lo envió a hacer pero eso nadie debía saberlo, pues podría prestarse para malos entendidos.
Sonrió pensando en la chica que hacia unos años atrás le dijo que podía pedirla en matrimonio, era una niña hermosa y le pareció tierno que lo encontrara atractivo ya siendo tan mayor comparado con ella.
Miro a sus hijos y entendía por qué estaban locos por ella era una niña preciosa que el hombre que la desposara sería muy afortunado de tenerla a su lado.
…
La fiesta estaba siendo todo un éxito las personas estaban disfrutando de todo lo que allí se ofrecía pero Iris estaba siendo la sensación del momento, varios chicos y jovenes entre los 18 y 25 años preguntaron a los hombres de la familia si la princesa estaba interesada en casarse pronto o que haria ahora que era mayor, todos sabían que su padre el rey Amín III era muy liberal y deseaba que sus hijos fueran libres y tuvieran potestad de palabra, los dejaba estudiar lo que deseaban y se esforzaba porque fueran felices, todos decía que el rey tenia alma de occidental.
—No ha dicho nada sobre eso—musito Said, mirando a su amigo que estaba presente cuando un hombre más joven pregunto sobre la princesa.
—Es una pena, es hermosa y a simple vista se ve que sería buena esposa—musita el joven era el hijo del actual ministro.
—No te creas es una chica astuta, inteligente y nada sumisa—musita Haidar mirando al joven.
—Es una princesa que se ha criado entre estas paredes no creo que sea tan diferente a las mayorías de mujeres musulmanas—Haidar sonrió de medio lado negando ante lo tonto del chico, Said no paso esto desapercibido, pero no dijo nada.
—Señores es hora del…—empezaron a ver los entretenimientos y rápidamente dejaron de lado los temas que abordaban la soltería o disponibilidad de la princesa.
Aunque para Said no fue tan fácil olvidar ya que empezó a observar los ojos de su amigo y podía ver como estos se perdían en dirección a su hermana cada tanto...
La celebración estaba en su mayor apogeo todos se divertían y disfrutaban de lo preparado por la familia real en honor a la princesa.
Luego de comer hasta más no poder algunos estaban pensando en retirarse sobre todo los que tenian niños pequeños, ya que estos empezaban a dar señales de cansancio, pero justo en ese momento un escándalo se hizo presente, haciendo que todos se pusieran alerta.
El primer ministro fue encontrado por su esposa besándose con otro hombre que por supuesto no era musulmán, los niños y menores fueron retirados del lugar ante el escándalo y rápidamente la fiesta se dio por terminada.