Príncipe de Hielo

El inicio del final

¿Realmente estaba pasando? ¿El también estaba enamorado de mi?De todas esas chicas que lo persiguen ¿Me eligió a mi? Esas preguntas se formularon después de aquella propuesta, fue en cuestión de segundos y me encontraba en un punto de felicidad que nadie se puede imaginar. 
Baje un poco la mirada ya que me sentía algo avergonzada por mis mejillas, él tomó mi mano y colocó el anillo en mi dedo anular, como símbolo de nuestro compromiso. -¿Sucede algo?- preguntó mientras se ponía de pie.
-¿Realmente te quieres casar conmigo?- le dije aún sin levantar la mirada.
-Por supuesto, de no ser así no te hubiera traído aquí- Respondió mientras tomaba mis mejillas con sus manos frías y grandes. - Eres la primera y la última, la única chica puede causar felicidad en mi, la única que me puede hacer feliz con una simple fotografía o mensaje, nadie podrá igualar a mi primer y único amor, nadie podrá igualarte- agregó mientras me miraba a los ojos con aquella hermosa sonrisa que me causaba un nerviosismo inexplicable.
-¿Realmente soy tu primer amor?- le dije.
-No miento, me atrapaste desde que te vi en el parque que está cerca de tu casa, mientras bailabas de esa forma tan tierna y delicada, luciendo tu largo y castaño cabello, mostrando tu lado más encantador, desde ese día supe que serías la única en mi vida- Dijo tomando mis manos, sin dejar de verme a los ojos.
-¿Eso es posible? ¿Apenas tenías trece años?- Respondí tratando de esconder parte de mi euforia.
-Incluso a mis trece años, ya reconocía la verdadera belleza- terminando estás palabras volvió a tomar mis mejillas, se inclinó y en cuestión de segundos sus labios estaban tocando los míos, no podía creer lo que pasaba, me sentía tan feliz, mi corazón latía de forma acelerada, es como si nuestros labios se movieran al compás de la música que nos acompañaba. Mi ser se encontraba en un estado de euforia ya que ese era mi primer beso, mi primer beso estaba siendo con el chico que siempre me gustó.Al terminar me miró a los ojos y me dijo -Jamás estarás sola, siempre estaré contigo, lo prometo.-

Estuvimos disfrutando de aquella bella velada, cuando miramos el reloj de un edificio cercano nos dimos cuenta que debíamos regresar, nos dirigimos hacia su motocicleta, me colocó el casco y partimos, la noche era maravillosa todo estaba a nuestro favor, la luna, las estrellas, el clima. En el camino iba pensando como le diría a mi familia que estaba comprometida, sería una gran noticia, aunque tenía mis dudas, no sabía si mi madre me permitiría casarme tan jóven, no me preocupé mucho por eso, sabía que iba acceder de todos modos. Abracé a Jeong-Hyun rodeando su cintura y coloqué mi cabeza en su espalda como muestra de cariño.

Mi felicidad se fue de un segundo a otro, literalmente.Un camión nos golpeó, haciendo que Jeong-Hyun perdiera el control de la motocicleta y de ese modo salimos de la autopista, ambos salimos disparados tras haber chocado con un árbol. Todo fue tan rápido que no pudimos hacer nada, en cuestión de segundos él y yo habíamos quedado gravemente heridos, no podía mover el cuerpo ya que me dolía demasiado, sentía como la sangre brotaba de las heridas que había adquirido, además de que sentí la pierna rota, de ser así posiblemente no hubiera podido volver a bailar, pero era lo que menos importaba, necesitaba saber cómo estaba Jeong-Hyun.

-¡Jeong-Hyun!¿Estás bien? Por favor respóndeme- le dije con un poco de dificultad y con una preocupación evidente.
-Young-Mi, tranquila cariño, estoy bien- Me dijo tratando de tranquilizarme. Y aunque quise responderle de nuevo no pude, fue como si mi cuerpo no lo permitiera, como si hubiera quedado shock, no pude contestar nada.

Pasaron algunos minutos y Jeong-Hyun me dijo -Cariño, por favor resiste, la ayuda viene en camino, quiero que estés bien y te recuperes para que hagamos todo lo que quieras. Iremos a un parque de diversiones, a un cine, a bailar, haremos todas esas cosas que hacen las parejas- 
-¿Cómo puedes decir eso?- pensaba mientras mis ojos se llenaban de lágrimas.
-Quiero que sepas que eres lo más hermoso que pudo llegar a mi vida, quiero que seas muy feliz y que cumplas todos esos sueños que alguna vez me contaste, eres inteligente, bondadosa y talentosa, lograrás lo que quieras.- Me dijo con una voz suave, apenas si lo podía escuchar, era muy débil, es como si él supiera que moriría pronto.
No pude responder aquellas palabras, no tenía la fuerza necesaria para hacerlo.
-Sí te llego a faltar, perdóname, no tengas rencores hacia mi, aunque no me veas siempre te cuídare - Agregó aquellas palabras con un nudo en la garganta, -¡Lee Young-Mi, Te amo! Y siempre te amare- Finalizando estás palabras el sonido de las ambulancias se acercó, todo mi ser se llenó de consuelo, -Tranquilo cariño, la ayuda ya llegó, todo estará bien- Pensé, mientras las personas de primeros auxilios nos revisaban, tan solo alcance a ver cómo lo subieron a la ambulancia, aparentemente inconsciente, sentí mucha desesperación, pero no podía moverme ni decir nada. Quedé inconsciente, no supe nada más de esa noche.

 




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